En la comunidad San Pedro, ubicada en el municipio Valera, viven más de 100 familias que sienten el olvido gubernamental desde hace años. Al menos 6 familias dentro del sector viven en situación de pobreza, claman ayuda para mantener a sus niños y mejorar un poco su calidad de vida.
Deisi Orozco es una de las madres que habita en una pequeña casa conformada por 5 latas de zinc; allí vive junto a sus 9 hijos. Dentro de su vivienda esta valerana no cuenta con nevera, y su cocina es un fogón ubicado en el patio, debido a que no posee bombona de gas doméstico.
Para dormir, Deisi comparte un chinchorro y una colchoneta con sus 9 hijos, actualmente está embarazada. Lo que más preocupa a Deisi de su vivienda es el estado en el que se encuentra las latas de zinc actualmente, ya que el desgaste de las mismas hace que la lluvia moje todo dentro de la casa.
Así como esta familia, otras 5 más se encuentran en una situación similar. Sus viviendas no cuentan con servicio de agua por tubería, el servicio eléctrico es muy deficiente, y utilizan letrinas como baños.
“Tenemos muchas necesidades de verdad, por eso le pedimos al Gobernador y a la alcaldesa Angie Quintana que nos ayuden. Tenemos 11 años de vivir en esos ranchitos y no vienen a ver la necesidad que tenemos, tenemos muchos niños”, explicó Andrea Becerra, madre de familia habitante del sector.
Andrea vive en una casa de zinc junto a sus 3 hijos, quienes quedan a cargo de su abuela cuando la valerana tiene que salir a trabajar para buscar la comida del día.
La mamá de Andrea Becerra explicó que el padre de los niños emigró a Colombia, y no envía remesas para mantener a los niños. La abuela de los menores es una señora de la tercera edad, vive en una casa de zinc al lado de la de su hija.
Comunidad alarmada
La comunidad San Pedro presenta diferentes problemas que mantiene a sus habitantes en un constante estado de alarma.
La falla de borde que se ve en la carretera entre Makroval y El Milagro, afecta directamente a este sector que se encuentra justo debajo de esta transitada vía. Todos los escombros que se caen desde la carretera pueden parar en las casas de los vecinos de San Pedro.
Este miedo aumenta con la posible restitución del paso vehicular por la avenida principal de El Milagro, ya que el peso de los camiones que pasarían por el lugar puede causar que la falla de borde sea cada vez mayor. A este temor se suman los habitantes de la comunidad vecina, Brisas de la Milagrosa, quienes también son afectados con otra de las fallas de borde que se registra a pocos metros de distancia.
Los habitantes del sector también han denunciado en reiteradas ocasiones el problema de canalización que presentan. Las familias afirman que cuando llueve es mucha agua la que baja desde el cerro hasta la comunidad. Sin embargo, el trabajo de canalización de las aguas tiene una data de al menos 7 años, cuando entes gubernamentales llevaron unos anillos para realizar el trabajo. “Todavía los estamos esperando” lamento Katherine Ruiz, una joven madre de familia, quien vive en San Pedro.
Ruiz explicó qué hay personas interesadas en abrir la alcantarilla que se encuentra cerca del sector, sin embargo, esto se suma a la larga lista de preocupaciones de la comunidad. La última vez que se abrió la alcantarilla todas las casas quedaron tapiadas, explicó Katherine. “No vamos a permitir que abran eso, porque somos muchos los afectados”, aclaró la joven.
Los habitantes de San Pedro ruegan también que se limpien las calles del sector, y sueñan con tener una carretera asfaltada para entrar hasta sus hogares. La cancha, y al lado unas máquinas de ejercicios en mal estado hablan del olvido gubernamental en el que vive esta comunidad.
Por: Génesis Chinchilla ECS
Fotos: Alexander Viloria