San Juan Bautista: milenaria connotación mágica enclavada en el alma humana

Valera vivida, leída, escuchada y soñada (32)

 

Como cada 24 de junio desde hace casi 200 años, Valera estará celebrando la fiesta a San Juan Bautista, su patrono. Considerada una de las celebraciones religiosas y folklóricas de mayor colorido y participación colectiva por parte de comunidades rurales y urbanas del país, y nuestra región se ve privilegiada por ello.

Sobre el patrono, San Juan es el santo, de su historia se reseña que su llegada a este mundo de los vivos fue catalogada como un milagro, procreado por viejos ancianos que no habían tenido hijos.
Se cuenta que Juan desde niño supo lo que eran momentos difíciles, los vivió en carne propia con respecto a su salud, cuando le dieron por muerto, milagrosamente sobrevivió a múltiples enfermedades.
Las vicisitudes y desventajas que debió enfrentar hicieron que el corazón de Juan fuese sensibilizándose y así poder servir a toda aquella humanidad que padecía de desgracias, penurias y lograr protección para aquellos, los más necesitados.

 

De alta conducta moral

 

Según las crónicas y relatos sobre la vida y obra de Juan el Bautista, este fue un hombre de altos ideales, de amor a la humanidad, se asiló en el desierto con otros cristianos buscando encontrarse con Dios, oír su mensaje de salvación y seguir el camino de la bienaventuranza.
Su rigidez y conducta moral eran más que admirables, sus valores humanos sobresalieron, su fuerza espiritual era la de un hombre que mantenía sus ideales hasta el final. No comía carne de ningún tipo, se alimentaba de frutas y granos, para Juan la carne alteraba las bajas pasiones y animalizaba al hombre.

 

Hombre predestinado

 

Juan el Bautista, estaba predestinado para ejercer y predicar la santa palabra de Dios, y contó como testigo al río Jordán a donde logra situarse y así dar a conocer al mundo el bautismo como acto de entrega y obediencia a Dios. Juan Bautista logra que numerosas personas le sigan, su oratoria y carisma le abrieron paso por los polvorosos y espinosos caminos.

Connotación mágica

 

La fiesta de San Juan Bautista se celebra en Valera con fervor religioso, pero también con alegría y dando a San Juan la milenaria connotación mágica tan profundamente anclada en el alma humana. Son estos días en que las horas se alargan, se afirma la fe de nuestro pueblo en el futuro.

Es hacia finales de junio, cuando el sol está más lejos de la tierra, se celebra la fiesta de San Juan Bautista. En esos días del solsticio de verano, nació Valera como pueblo, y la bella comarca se vinculó así a una de las más antiguas tradiciones de la humanidad, llena de misterio y de magia, que San Agustín habría criticado en el año 292, pero que, por designios de Dios la Iglesia Católica lo adopta para el años 506.

Como dice Don Luis González, este próximo 24 de junio una vez más los valeranos, así como ocurrió en la primera misa celebrada en 1819 (200 años), en plena guerra de independencia por el sacerdote Manuel Fajardo se aprestan a cumplir con un deber del espíritu y la mente, como lo es rendirle pleitesía al santo de la devoción de los primeros tiempos: San Juan el Bautista en la antigua capillita de techo de palmas, paredes de bahareque y piso de tierra burda, puerta de tablas sin cepillar, sin campanas y con muy pocos adminículos para el ritual de la homilía, pues el sacerdote a cargo del ceremonial procedía de muy lejos, de Timotes, La Puerta o Escuque en cuyo viaje, a lomo de mula, se empleaban muchas horas.

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