La comunidad de Mendoza Fría está de fiesta por estas fechas, es la celebración de su Santo Patrono, San Antonio Abad.
La fiesta en honor a su patrono es una de las más populares del estado Trujillo, todos los años el pueblo mendocino se congrega, los 17 de enero, en la iglesia para festejar al santo quien los bendice desde 1896.
Muchos de los habitantes de Mendoza Fría se sienten identificados y es por ello la devoción a San Antonio Abad, pues él fue un monje que dejó su riqueza por la contemplación solitaria y su inmensa fe en Dios.
Baluarte espiritual
San Antonio Abab es un baluarte espiritual de la parroquia Mendoza Fría y un ejemplo de santidad. Con mucho cariño y amor siempre le piden que conceda fortaleza, paz y unión.
Considerado el patrón de los animales, San Antonio Abad vivió con sus padres, una familia de buena posición económica. Convencido de la palabra de Dios, un día después de la muerte de sus padres, Abad visitó la Santa Iglesia donde oyó leer las palabra del evangelio: “ve, vende todo cuanto tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo”, desde entonces llevó una vida de peregrinación en favor de los pobres.
Escogió a Mendoza
La historia tradicional nos habla de una imagen que originalmente tenía como destino el caserío de Monte Carmelo; al pasar por Mendoza, los vasallos que la traían la instalaron en la capilla del Rosario para tomar un descanso. Lo extraordinario del relato es que a la hora de la partida no la pudieron sacar debido a su peso, desde entonces el poblado está bajo la protección del Santo.
Valle bendecido
El Valle del Momboy está bendecido por San Antonio Abad, este pueblo es historia con su trabajo, hombres y mujeres de bien, cultura y arte, ojalá los niños y niñas que son el futuro también cultiven estas raíces entre sus familias.
Meditación silenciosa
Antonio Abad nació en el Alto Egipto hace aproximadamente 400 años. Vivió con sus padres, quienes eran de buena posición económica. Cuando creció no quiso ir a la escuela; su único deseo era llevar una vida de verdadero cristiano lleno de la palabra de Dios. Vivió de trabajos manuales para su sustento, permaneció 20 años en el desierto, se dedicó a la meditación silenciosa, a la disertación directa con Dios lejos del entretenimiento y el ruido del mundo; también tuvo tentaciones mundanas como un hombre normal, pero su diferencia fue la fortaleza que nunca le faltó y por eso no declinó.
Por tantas virtudes de San Antonio y la espiritualidad que contagiaba, Dios le permitió la vida por más de 100 años, siendo un consejero, un padre entre sus discípulos.
La devoción, es especial entre los jóvenes, quienes tienen fe que puede concederles una pareja; entre tanto, su vida es ejemplo de humildad y servicio, actitudes que deben caracterizar a los seres humanos y en ocasiones, resulta muy difícil.
San Antonio Abad reunió a tantos discípulos que mereció ser considerado padre de los monjes.
DE INTERÉS
Murió hacia el año 356, en el monte Colzim, próximo al mar Rojo. Parece que en el 561, sus restos fueron descubiertos y trasladados a Alejandría, después a Constantinopla y finalmente a Vienne de Francia.
EL DATO
Según cuenta su biógrafo San Atanasio, el santo experimentó grandes y duras tentaciones por parte del diablo.