“De espanto y brinco” es el saldo de muertes trágicas que sucedieron dentro del territorio trujillano este 2017, la cifra roja por personas que partieron de este mundo por causa de terceros, accidentes de tránsito, suicidios, incidentes varios y operativos policiales fue de 897, según las estadísticas de este rotativo.
Los asesinatos estuvieron a la orden del día, y apenas en el mes de enero, los hogares tenían el sabor de las festividades de fin de año 2016 pero ya se contabilizaban 83 acciones violentas. Para ese momento en el país se recrudecía la crisis económica de la que hoy se padece de manera más aguda, pero que hizo que grupos juveniles protestaran en las calles y en la misma medida, los hampones agarraban fuerza en el robo de casas, vehículos, cobro de vacuna y extorsión, venta de droga, sicariato y otros.
El triple homicidio de las damas en el sector Las Acacias: Gladys Cañizález de Rubio (77), Edelmira Rojo, de 81 años y María Sulbarán, de 41 años dejó un amargo sabor entre la colectividad, puesto que se trataba de personas hogareñas que nada le debían a nadie como para que las atacaran de esa manera; los responsables siguen escondidos y sus nombres nunca salieron a la luz pública.
El suplicio que debieron pasar los familiares de cuatro hombres no tuvo comparación alguna, se confirmó que los restos hallados en el mes de diciembre de 2016 correspondían a Jhorhanser Quinto, Jesús Barrios, Jorge Duarte y Keimayerson Rubio, calcinados en el municipio Motatán; todo ello luego de las experticias del Senamecf en la ciudad de Caracas cuyos resultados estuvieron listos en el mes de abril del corriente.
Y abril fue sinónimo de sangre, en dos oportunidades, el día 26 en la noche hombres fuertemente armados ingresaron a una humilde casa de San Pedro de Isnotú, en el municipio Rafael Rangel y mataron a una niña de 2 años, un adolescente de 14, a Luís Ascanio Bandera Márquez (40) y Eleuterio Vivas Gómez (63); apenas dos días después mueren cuatro hombres en el municipio Andrés Bello identificados como: Antonio Rivero, Euris Peña, Jean Carlos Nieto y un adolescente de 13 años. Cerrando con “broche de sangre” el hermano de crianza del conocido corredor de seguros José Luís Miguens le quitó la vida en su finca de La Catalina, Pampán.
Se estremecieron los hogares con el único quíntuple homicidio en el mes de mayo, calificado como la “Masacre de Mete Miedo” donde acribillaron a: Antonio Suárez (18), Sneiber Barreto (28), José Rojo (17), Jesús Briceño (28) y Nelson Morales (17), abandonados en Los Abnegados de Mete Miedo, municipio Bolívar. La zona panamericana ha sido “depósito” de cuerpos en múltiples oportunidades, puesto que se pierde el número de veces que entre terrenos solitarios desde Agua Viva hasta Monte Carmelo, dejan abandonados cuerpos tiroteados, maniatados o apulañados.
Hubo acontecimientos que rondaron a personas inocentes y no han sido esclarecidos por la justicia y las razones siguen en tela de juicio, uno de esos casos fue el procedimiento policial en el cual resultaron abatidos Eliecer Rafael Chinchilla Villarreal de 17 años y Andy Ángelo Quintero de 24, quiénes según el reporte policial utilizaron dos armas de fuego, calificados como miembros de una banca criminal, pero averiguaciones posteriores daban resultados como una equivocación de los oficiales al mando, por tener un carro similar al de los bandidos de “El Mon”, pero ellos no eran los buscados por la ley.
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Pero entre los aciertos de las Fuerzas Armadas Policiales se cuenta la desactivación de la peligrosa banda delictiva de “Los Venegas” de Motatán que en la última década estaba implicada en la mayoría de los crímenes suscitados en los municipios Valera, Motatán, Pampán, San Rafael de Carvajal, Miranda y otros.
Acabaron los hermanos Yeferson Venegas Daboín alias “El Guajiro”, Yekson Venegas Daboín, “El Gringo” y Víctor Alfonso Moreno “El Grillo”; y de igual manera los caídos en acciones de seguridad de la misma banda fueron Carlos Alejandro Mejía Rosario “Cara de Papa”, Miguel Salcedo y el descuartizador de la banda, Francisco Antonio Aldana “Fran Canalla”.
Pero las bajas de agrupaciones delictivas este año además de “Los Venegas” incluyeron a “El Colombiano”, “El Zancudo”, “El Cagón”, “El Piojo”, “El Mervin” y “El Capino”.
Otro de los “pesos pesados” de la banda de “El Colombiano” Luis Eduardo Andrade Méndez (18) quedó muerto entre el cafetín y el estacionamiento del Circuito Judicial de Trujillo la semana pasada, lo acribillaron cuando iba saliendo de la audiencia, lo hirieron y como no murió, regresaron y le dieron más tiros hasta que quedó muerto.
Andrade Méndez fue el único detenido durante la actuación policial de la Coordinación 5 de Monay en el sector La Urbina del municipio Candelaria donde murieron Rigerson Antonio Benítez (19), alias “El Rache” y Oswal Edixon Andrade Méndez, alias “Cabeza de Mesa” (23) sicarios que azotaban a Carache, Candelaria y Pampán.
Decapitado
Desde el 20 de diciembre que localizaron la cabeza de Ronald José Infante Hernández (33) en el sector Agua Clara de Pampanito, no han podido encontrar el resto del cadáver. La víctima salió de su casa en Mesetas de San Genaro, municipio san Rafael de Carvajal a comprar azúcar puesto que se ganaba la vida en el comercio de ese rubro y no regresó; hasta que terceras personas visualizaron la cabeza en el municipio Pampanito. El cadáver permanece en la morgue forense de Valera y la investigación está abierta, indagando para poder recuperar el resto del cuerpo y entregarlo a los dolientes
Muertes trágicas
2012= 343
2013= 274
2014= 291
2015= 351
2016= 360
2017= 897
