Las Rozas (Madrid), 11 may (EFE).- El español Carlos Sainz (Ferrari), quinto en el Mundial de Fórmula Uno y que viene de acabar en esa posición el Gran Premio de Miami (EEUU) del pasado domingo, manifestó este jueves que están «intentado dar aún con la tecla» para que mejoren las cosas en una temporada «que no empezó como» esperaban.
«Yo me encuentro muy bien, pero el año no empezó como esperábamos; pensábamos arrancar como mínimo donde estábamos hace un año, luchando por podios y victorias; pero Red Bull (el equipo del líder, el neerlandés Max Verstappen; y del mexicano Sergio Pérez, segundo en el Mundial) nos está poniendo las cosas muy difíciles», comentó este jueves el piloto madrileño, de 28 años -con una victoria y quince podios en la categoría reina-, en un evento que tuvo lugar en el Carlos Sainz Kárting de la localidad madrileña de La Rozas, organizado por los responsables del Circuit de Barcelona-Catalunya, sede, el primer fin de semana de junio, del Gran Premio de España.
En el acto también estuvieron presentes, entre otros, Manuel Aviñó, vicepresidente de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) y presidente de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEA); José Luis Santamaría, director general del Circuit de Barcelona-Catalunya; y el padre del piloto de F1, el doble campeón mundial español de rallys y triple ganador del Rally Dakar- de idéntico nombre.
«Estamos intentando dar con la tecla aún. Aún falta mucho por entender; estamos en un momento de análisis, aún; para entender qué es lo que está haciendo Red Bull que no estamos haciendo los demás», apuntó Sainz, que suma 44 puntos, 75 menos que el líder, Verstappen, el que fuera su primer compañero en la F1 (en 2015 y en Toro Rosso, actual Alpha Tauri)
«Pero todo el mundo en el equipo, en la fábrica, en Maranello, está haciendo todo lo posible para que podamos mejorar, que es lo que todos esperamos», comentó el español de Ferrari, que, después del cuarto puesto de la apertura de Baréin cuenta como mejores resultados los quintos que logró en Azerbaiyán y en la Florida, los dos últimos domingos.
«Aunque acabo de llegar de Miami, llegué ayer; y que antes habrá otros dos Grandes Premios, en el Gran Premio de España es en el que más piensas», indicó Carlos, que -a partir de dentro de dos- afrontará tres fines de semana seguidos de carreras: los de la Emilia-Romagna, en Imola (Italia); Mónaco y España, que se disputará el próximo 4 de junio en el circuito barcelonés de Montmeló.
«Me quedan antes los Grandes Premios de Imola y de Mónaco; dos fines de semana que serán muy intensos; pero tu Gran Premio, el de casa, que es el de España, es algo que siempre tienes en mente», manifestó Carlos Sainz este jueves en Las Rozas.
En el acto y antes de que la mayoría de los presentes disputaran una prueba de karting, Sainz mantuvo una charla informal con los periodistas españoles que siguen su trayectoria deportiva en la que admitió a Efe que la suerte puede ir en un sentido o en otro pero que «al final de la temporada sueles acabar en el sitio que te mereces».
Asimismo, reconoció que ve difícil que el resto de los equipos puedan equipararse a Red Bull antes de finales de temporada; y que al Gran Premio de España su escudería -la más laureada de la historia pero que, de momento, ocupa el cuarto puesto en el Mundial de constructores, con 78 puntos, 146 menos que Red Bull- «llevará alguna mejora».
Santamaría, director del Circuit de Catalunya, se congratuló de que Montmeló acoja por trigésima tercera vez seguida el Gran Premio de España. «Treinta y tres Grandes Premios ya. Carlos ni había nacido. Estamos ya en el ‘stint’ final (la última tanda, en el argot automovilístico) organizativo. Y las previsiones son de que al menos se alcanzarán los 120.000 espectadores del año pasado», afirmó.
Avinó, presidente de la federación española, declaró que para la entidad que preside, «es una suerte tener el Gran Premio de España. «Es algo capital; es importantísimo tenerlo; para la federación y para nuestro deporte. Y espero que, al menos, vuelva a haber en Montmeló los 120.000 aficionados que hubo el año pasado».