Sabiduría inmortal universal del gran Tao te King para la guerra y La Paz | Por: Frank Bracho        

Frank Bracho / 10-6-23

  («Tao» siendo el equivalente de «Dios» para los ancestrales taoístas chinos !)

 Mucho ganaría el mundo, ante pavorosos conflictos como el actual en Ucrania, y tantos otros similares, si le prestara más atención a esta «joya de la sabiduría asiática» para el mundo ! Siguen algunos extractos relevantes de la misma:     

 Quien gobierna ateniéndose a Tao

no acosa al mundo con las armas.

Donde acamparon las tropas

sólo pueden nacer espinas y zarzas,

y tras los ejércitos, vienen los años de miseria.

Así, el hombre bueno se conforma con lo obtenido

sin usar la violencia.

todo lo toma sin enorgullecerse,

sin jactancia,

sin obstinación,

sin enriquecerse.

Porque, las cosas, cuando han llegado a su madurez

empiezan a envejecer.

Esto ocurre a todo lo opuesto a Tao.

 

 

Las armas son instrumentos nefastos.

El hombre de Tao nunca se sirve de ellas.

El hombre de bien considera la izquierda como sitio

de honor,

pero permanece a la derecha cuando porta armas.

Las armas son instrumentos nefastos,

no adecuados para el hombre de bien.

Sólo las usa en caso de necesidad,

y lo hace comedidamente,

sin alegría en la victoria.

El que se alegra de vencer

es el que goza con la muerte de los hombres.

Y quien se complace en matar hombres

no puede prevalecer en el mundo.

Para los grandes acontecimientos

el sitio de honor es la izquierda,

y la derecha para los hechos luctuosos.

El segundo jefe se coloca a la izquierda,

y el primer jefe a la derecha, que es el lugar reservado

en los ritos fúnebres.

Quien haya matado

debe llorar con dolor y tristeza.

La victoria en la guerra

debe seguir el rito funerario.

 

 

El que conoce a los demás es inteligente.

El que se conoce a sí mismo es iluminado.

El que vence a los demás es fuerte.

El que se vence a sí mismo es la fuerza.

El que se contenta es rico.

El que se esfuerza sin cesar es voluntarioso.

El que permanece en su puesto, vive largamente

El que muere y no perece, es eterno.

El gran Tao es como río que fluye en todas las direc-

ciones.

Todos los seres le deben la existencia

y él a ninguno se la niega.

Cuando realiza su obra, no se la apropia.

Cuida y alimenta a todos los seres sin adueñarse de

ellos.

Carece de ambiciones,

por eso puede ser llamado pequeño.

Todos los seres retornan a él sin que los reclame,

y por eso puede ser llamado grande.

De la misma forma, el sabio nunca se considera grande,

y así, perpetúa su grandeza.

 

Quien quiera contraer

algo, antes debe extenderlo.

Quien quiera debilitar algo,

antes debe fortalecerle.

Quien quiera destruir algo,

antes debe levantarlo.

Quien quiera obtener algo,

antes debe haberlo dado.

Así es el misterio profundo.

Lo tierno y lo débil

vencen lo duro y fuerte.

 

 

 

 

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