Más de cinco años han pasado desde que un tramo de la vía principal que comunica a Trujillo con las comunidades rurales de Sabanetas y San Lázaro, se ha ido derrumbando producto de las lluvias y la ausencia de mantenimiento, generando que ahora solo quede un canal para transitar, mientras por debajo se sigue socavando.
La única placa de concreto que conforma el canal que queda de vía, tiene una fractura en la mitad, más una parte de ella flotando en el aire sin ningún soporte, lo que aumenta el riesgo latente de un accidente.
Rosendo Morillo, habitante de Sabanetas, ha denunciado el deterioro de la vialidad a los largo de estos años sin que ninguna autoridad regional tome acciones para prevenir una tragedia que puede ocurrir si la carretera se derrumba por completo en el momento que un automóvil o el transporte público pasa sobre ella.
Morillo afirma que las autoridades y Dinfra Trujillo conocen sobre el mal estado de la vía, e incluso tienen en su poder un informe que deja constancia de esta peligrosa falla de borde en la entrada de Sabanetas, pero no han hecho nada para solucionar.
Esta vía, que forma parte de unos 18 kilómetros de carretera que los conecta con Trujillo Capital, es de suma importancia para los productores de Sabanetas, Santiago y San Lázaro que bajan sus cosechas a los mercados, sin embargo la mirada gubernamental no se posa en ella desde los últimos bacheos de asfalto en 2016.
Maleza, huecos en la vía, derrumbes en algunos tramos y fallas de bordes, son parte del deterioro que se empeora mientras el mantenimiento pertinente no se realiza. Por tal razón, los vecinos de estas comunidades hacen un llamado urgente al Gobernador Henry Rangel Silva y al Alcalde Angerson Hernández, a quienes solicitan atiendan los problemas de estas comunidades “olvidadas por su gestión” y que de manera oportuna realicen los trabajos necesarios en la vía para evitar una tragedia.
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