Sabana de Mendoza, Encantos, Mitos y Realidades (Parte V) | Por: Héctor Díaz

Héctor Díaz.

 

 

 

Tierra e ‘loza, San Alejo y Cerro Pedro Felipe las primeras poblaciones

de Sabana de Mendoza

 

 

Cuando empezaron a bajar los primeros aborígenes de los Timoto-Cuicas a la planicie, visualizaron por primera vez, un inmenso lago, que desde un cerro, que más tarde se llamaría “Pedro Felipe”. Se dejaron guiar por un caudaloso río cuya naciente justamente está ubicada en Timotes. Está quebrada nace en el área de Piedras Blancas en la cordillera de los andes y desemboca en el lago de Maracaibo, tiene un recorrido aproximadamente de doscientos kilómetros, también se alimenta de las nacientes de Escuque la cual lo convierte en un río caudaloso y peligroso en época de invierno; nuestros indígenas se guiaban por los ríos para explorar zonas y conquistar espacios para sus dominios, es así como llegan a la planicie del Cerro Felipe y visualizan una pendiente que los llevaría al lago de la Ceiba a conocer a la otra población indígena de los palafitos.

En Cerro Pedro Felipe se han encontrado las tres evidencias de los Timotocuicas eran excelentes agricultores en terrazas y Cerro Felipe es una terraza; sistemas de riegos, desde la Vichú generaron este sistema que permitía sacar agua permanente para los sembradíos para las tierras de la pendiente, lo que es hoy Sabana de Mendoza; expertos en alfarería, textiles y cerámica. En los Tiestos y Pedro Felipe está la mayor muestra de las piezas que se han encontrado del trabajo de arcillas y manualidades y existen otros elementos culturales de tipo religioso ya que eran politeístas, es decir, adoraban varios dioses y hacían ídolos de piedra y arcilla. Don Tulio Montilla en su libro Lo Contó el Abuelo, describe a la Diosa Ikake como símbolo de adoración de los indígenas en las riberas de la Vichú.

La meseta de Cerro Pedro Felipe fue el primer asiento oficial de aquella organización social indígena, cuando llegaron los españoles el 24 de agosto de 1,499 a Barbacoa de Mapaure (Moporo) ya nuestros indígenas tenían una red de comercialización e intercambio de productos con los indígenas de los palafitos de Moporo, un camino construido desde la meseta de Pedro Felipe hasta las riberas del lago que luego se llamó el Camino de los Españoles. (Manifiesto de Moporo, 1.499-1.999. Asociación de Cronistas del Estado Trujillo). La pendiente (Sabana de Mendoza) se había convertido en el sitio estratégico del comercio indígena, no solamente de los Vitichas, Pitijoc, Cheregüé, Jirajaras, Misoa, entre otros; también los de la zona alta cuyo trayecto era por Tierra e ‘loza que se comunicaba con los indígenas de Motatán, Carvajal, los Cuicas, Carache; mientras que el otro camino, que conduce a Betijoque trasladaban su comercio los de Escuque, el Charal, Sicoki, Miquimbos.

Cuando entran los españoles a la conquista los indígenas de Cerro Pedro Felipe fueron desplazados hasta San Alejos y Tierra e ‘loza ya que los españoles se instalaron como cuartel o fortaleza en la Meseta de Pedro Felipe por su ubicación estratégica militar para la invasión de la colonia española. En la pendiente (Sabana de Mendoza) se instaló el comercio incipiente indígena ya que geográficamente era el paso obligado de todos los caminos de las tribus, eso obligó a la corona española a crear un instrumento jurídico agrario llamado el Mayorazgo de los Cornieles. Tal y como lo explica la Dra. Zulay Rojo en su investigación El Mayorazgo de los Cornieles: “El mayor número de estancias que conforman los bienes, dedicados al cultivo y a la cría del ganado mayor y menor”. Es importante hacer referencia del cultivo de cacao en la zona de la pendiente hasta la Ceiba, incluyendo todo lo que se llamaba las Sabanas de Monay y el Cenizo tal y como la describe el historiador trujillano Américo Briceño Valero.

Este desplazamiento de la tribu principal del Cacique en Cerro Pedro Felipe la cual fueron despojados de su meseta donde había una estructura social, y la mejor muestra es el cementerio indígena que hoy aún se encuentra en la zona, nos da una idea de lo que significó la organización de mando como elemento de poder y organización ciudadana. Los encomenderos negociaron las Estancias en el momento de la repartición con los indígenas y es allí donde se quedan con dos importantes franjas geográficas, la Meseta de Pedro Felipe y la pendiente del cruce de pasos (bautizada luego como la Sabana de los Mendoza) y a los indígenas les correspondió Tierra e ‘Loza, San Alejo y la Vichú.

*Exconcejal

 

 

Salir de la versión móvil