Ruta Electoral venezolana: más fuerza opositora de calle pese a los cambios y restricciones | Por: Luis A. Villarreal P.  

Por: Luis A. Villarreal P.

 Luego de oficializarse la candidatura del ex embajador Edmundo González Urrutia, de asimilar el desfase de la Candidatura Originaria del Cambio, se esperaba el desgano, la indisposición anímica de los seguidores de María Corina Machado; por cuanto, ella, ha sido la articuladora de este gran movimiento nacional anti continuista; promotor del cambio austero sumamente necesario, vista la debacle ocasionada por el desgobierno descomunal de un cuarto de siglo.

Muchos no hallaban cómo expresar su parecer respecto a una circunstancia tan difícil de ‘asimilar’; ante la ironía de un destino anunciado, absolutamente reprochable por ser parte de una injusticia cometida contra los legítimos derechos civiles y políticos, de una ciudadana con profundas convicciones e impetuosa determinación, cuya reciedumbre trasluce en su fibrosa madera democrática.

Se puede sintetizar respecto a los ‘desprendimientos’ ocurridos —los cuales no fueron de igual tamaño ni basados en justificaciones todas valederas—, como la aceptación de un cuadro surrealista según el cual la razón ha sido grotescamente discriminada para dar paso a una caprichosa, mezquina e ilegal componenda; sin importar un pito el deber ser, lo justo y proporcionado ante el derecho y respeto sobre la dignidad humana; y, muchísimo menos respecto a los valores democráticos, al orden taxativo de las normas, y  a la debida lealtad con Venezuela.

Manuel Rosales no pudo coronar su deseo presidencial porque escogió un camino arenoso y movedizo, aun a costa de la desconfianza del pueblo preguntándose cómo era eso de un perseguido regresando al redil de la lucha opositora con la anuencia del Régimen.

La Plataforma Unitaria Democrática confiada en sus percepciones, y en su estatus umbilicado a la Asamblea Nacional 2015, integrada por un pool de partidos con erráticos procedimientos y terribles resultados; entre ellos, el desperdicio y defunción del Gobierno Interino; creyó pertinente poner en marcha las Primarias, confiando en la idea de oxigenar sus partidos afiliados y llegar a configurar una candidatura según los supuestos y nada despreciables porcentajes de sus precandidaturas destinadas a mostrar la verdadera cantera electoral, creyéndose también el cuento de la inexistencia de otras aspiraciones con posibilidades.

La Plataforma Unitaria Democrática no intuyó siquiera la posible metamorfosis de algún partido o movimiento por ellos marginados —subestimados—, como para llegar a vislumbrar la posibilidad de un fenómeno, sobre todo en la persona de una contrincante desafecta y crítica a su modus operandi, tanto en la Plataforma supra partidista como en las negociaciones iniciadas en México con el oficialismo, y en general, a su actitud frente al régimen y sus brazos de poder, principalmente ante el CNE;  derivando la disyuntiva de votar o no con las mismas y adversas condiciones electorales. Ese ha sido el desenlace de las ilusiones guardadas en los partidos alineados en la Plataforma, y el surgimiento del liderazgo de MCM ungido desde las Primarias; antes cuestionada y alejada de la colmena partidista, ahora convertida en abeja reina de la misma.

Aunque González Urrutia es el titular de la Candidatura Unitaria, contando con varias tarjetas en el tarjetón, hay rescoldos queriendo encender la posibilidad de mejores ajustes candidaturales; con la ilusión de inscribir la candidatura originaria más temida, subyacente en la mente del colectivo opositor quien continúa homenajeándola en todo el país, con recibimientos espontáneos espléndidos de empatía, de compromiso cabal con su liderazgo por representar la confiable garantía en el cambio político que requiere Venezuela

Estas creencias, infundadas o pletóricas de fe y coherencia, están allí, y se alimentan de los comentarios en relación a las susodichas declaraciones emitidas reafirmando la continuidad de las negociaciones entre oficialistas de Estados Unidos y Venezuela. Según funcionarios estadounidenses, Washington sigue presionando en equipo con otros gobiernos a los fines de realizar al fin las ansiadas Elecciones Libres; donde se acepten postulaciones de todos los interesados a optar por la candidatura presidencial.

Bajo aspectos parecidos de negociación se interpreta la presencia de los facilitadores noruegos, quienes estarían gestionando en un espectro más amplio ‘una salida idónea’ del poder de los obstinados en seguir ‘gobernando’ sin elecciones limpias ni competitivas, y, en consecuencia dar paso al gobierno de transición.

Las redes y otros dispensadores de noticias están difundiendo contenido suspicaz, alertando no perder de vista otros escenarios en los cuales se acusa al oficialismo de tramar la suspensión de las elecciones bajo cualquier pretexto, en vista de estar consciente del escaso apoyo electoral, y de las mayorías señalándole la salida.

 

  Razones para no rendirse

 

Ahora más que nunca,

por incumplir acuerdos de

                                [Barbados

al Régimen desnudan

y tumbos está dando.

El pueblo lo asume bastante

                                       [claro:

 

la transición espera

paciente y esperanzado.

                              [Rebosante

de entusiasmo se apresta

a desencadenarse.

¡Es la oportunidad

                       [impostergable!,

 

rotundos —decididos—

en la Candidatura Opositora

sin odios ni confíos.

Si la ley ellos deshonran,

y en la fuerza se complacen y

                                   [apoyan,

 

saben que simplemente

su ciclo de desastres ha

                               [concluido.

Sabemos qué pretenden,

a mucha gente han visto

¡en la ancha Ruta del Cambio

                                  Político!

                                            

                                 L A V P

 

Bueno, en términos normales mas no sobrevenidos o contrarios a la Ruta Electoral, de este modo seguimos acercándonos a un 28 de julio comicial, llenos de esperanza y firmemente comprometidos con la defensa del voto torrencial; y sobre todo, suficientemente dispuestos a hacer valer la victoria de los venezolanos.

 

 

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