Leópolis/Moscú, 19 dic (EFE).- Rusia volvió este lunes a atacar con drones varias regiones de Ucrania, lo que coincidió con una visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Bielorrusia, que ha despertado los temores de que este país vuelva a servir de base para una nueva ofensiva rusa a principios del próximo año.
«La región de Kiev ha repelido el tercer ataque ruso en una semana. Como resultado del ataque nocturno con los Shahed, hay tres heridos y nueve casas dañadas», según informó este lunes el gobernador regional, Oleksiy Kuleba en su cuenta Telegram.
El ataque tuvo lugar apenas unas horas después de que las autoridades kievitas hubieran restablecido el sistema de calefacción destruido en anteriores bombardeos.
Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Rusia lanzó 34 drones en la madrugada.
«Se trata de Shahe’, un nuevo lote recibido por Rusia de parte de Irán. 250 unidades: ese es el número total de Shahed que ha recibido ahora el Estado terrorista», afirmó el mandatario.
Serhiy Popko, jefe de la Administración Militar de la ciudad de Kiev, indicó, por su parte, que las fuerzas de defensa antiaérea lograron derribar parte de los drones kamikazes durante esta madrugada sobre a la capital.
Según el mando castrense, Rusia atacó Kiev en dos fases, una inicial que duró unas tres horas y otra posterior que se prolongó unos 25 minutos.
“La capital resistió varias oleadas de ataques Shahed de fabricación iraní. Se detectaron más de 20 drones enemigos en el espacio aéreo de Kiev. Las fuerzas de defensa antiaérea han destruido unos 15″, indicó el jefe de la administración militar.
NUEVOS CORTES DE LUZ
Estos ataques han vuelto a provocar graves cortes de energía en el país, especialmente en la capital, Kiev, informó DTEK, la compañía energética privada ucraniana.
«Se están produciendo cortes de energía (…) en Kiev después del ataque nocturno de los rusos a diferentes instalaciones de infraestructura en Ucrania», aseguró el medio Ukrainska Pravda.
Según DTEK, la mayor compañía de capital privado del sector que opera en Ucrania, «los técnicos están trabajando para lidiar con las consecuencias del nuevo ataque a las instalaciones de energía».
Ukrenergo, la compañía nacional de energía de Ucrania, confirmó por su parte que debido a los últimos ataques, el sistema energético de Ucrania enfrenta una situación difícil.
Los cortes de energía de emergencia afectan a un total de 10 regiones y la restauración del sistema puede llevar «mucho tiempo», agregó la empresa en Telegram.
PUTIN EN BIELORRUSIA POR PRIMERA VEZ DESDE 2019
En tanto, el líder ruso llegó hoy a Bielorrusia, el principal aliado de Moscú en la campaña ucraniana, en medio de los crecientes rumores de nueva ofensiva rusa que podría implicar de forma más directa a Minsk.
«Nuestro objetivo hoy es hacer balance de la labor de nuestros gobiernos en distintos ámbitos, en primer lugar, el económico», dijo Putin al inicio de la reunión con Lukashenko.
Ante la propagación de informaciones sobre la preparación de una nueva fase de las hostilidades, en las que participarían también las tropas bielorrusas, el Kremlin también se vio obligado a salir al paso.
«Estas son especulaciones infundadas y absurdas», dijo este lunes el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Para mandar un mensaje tranquilizador, Minsk también anunció hoy el fin de los ejercicios sorpresa lanzados la semana pasada para verificar la capacidad combativa de las Fuerzas Armadas del país.
Eso sí, en la delegación rusa que aterrizó en la capital bielorrusa a lo largo de la jornada de hoy están presentes tanto el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, quien sobrevoló el fin de semana el frente ucraniano en helicóptero e inspeccionó las posiciones de avanzada rusas en el campo de batalla, como el titular de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Se trata de la primera visita de Putin a la capital bielorrusa en los últimos tres años, quien realizó su anterior viaje a Minsk en diciembre de 2019.
Desde entonces, el jefe del Kremlin celebró numerosas cumbres con el líder bielorruso, pero estas siempre fueron acogidas por la parte rusa.
Además de la integración bilateral, los presidentes hablaron hoy de «la situación político-militar» de ambos países, sus «capacidades defensivas y de seguridad», así como las «medidas conjuntas de respuesta» a los retos que afrontan.
Hasta ahora, Lukashenko se ha negado a que su Ejército participase en los combates en Ucrania.