Moscú, 25 mar (EFE).- Rusia afirmó este viernes que su eventual expulsión del Grupo de los Veinte (G20) por la «operación militar especial» en Ucrania «no será mortal», aunque destacó la importancia de la cooperación en ese formato.
«En lo que respecta al G20, es importante, pero, por otra parte, en las condiciones actuales, cuando la mayoría de sus miembros se encuentran en situación de guerra económica con nosotros por iniciativa propia, tampoco será mortal», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Según Peskov, «en condiciones de violación de todas y cada una de las normas de la Organización Mundial del Comercio y del derecho internacional, es necesario construir nuevos vectores de relaciones en todos los ámbitos».
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, opinó este jueves que Rusia debería ser expulsada del G20 y advirtió de que su Gobierno «responderá» si Moscú usa armas químicas en territorio ucraniano.
Durante una rueda de prensa después de participar en sendas cumbres de la OTAN y el G7 en Bruselas, Biden añadió que la respuesta de Estados Unidos dependería de «la naturaleza del uso» de las armas químicas en Ucrania por parte de Rusia.
«Nuestra respuesta sería proporcional», subrayó Biden desde la sede de la OTAN.
Preguntado por si cree que se debe expulsar a Rusia del G20, Biden respondió afirmativamente.
«Hoy hablamos de eso. Y planteé la posibilidad de que si no se puede hacer eso (expulsar a Rusia del G20), si Indonesia (país anfitrión de la próxima cumbre) y otros no están de acuerdo, (…) tendríamos que permitir que Ucrania también pueda asistir a las reuniones», añadió el presidente.
Rusia confirmó precisamente este miércoles la intención del presidente ruso, Vladímir Putin, de asistir a la cumbre del G20 en Indonesia a finales de este año y por ahora el país anfitrión ha mantenido su invitación al mandatario ruso.
El Kremlin comentó hoy también las palabras de Biden sobre el posible uso de armas químicas en Ucrania por parte de Moscú para asegurar que se trata de «un intento de desviar la atención del escándalo» que ha causado en el mundo la información sobre los laboratorios biológicos de EEUU en Ucrania.
Rusia fue expulsada del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo (G8) en 2014, después de la anexión de la península ucraniana de Crimea.