Rumores y rumores

No le estoy haciendo la competencia a Nelson. ¡Dios me Libre!, es imprescindible en este tiempo, por si acaso, aclarar. Ya no son runrunes, sino cada vez más rumores, en su mayoría por las redes sociales sin confirmación. No soy experta en eso, allí está el libro de Iván Abreu, donde lo explica detalladamente. Como el espacio es corto, no puedo sino señalar: cuando no hay libertad de información plena, no hay caso, se incrementan los rumores. Importante recordar que, “la información es un dato reductor de incertidumbre.

La desinformación, incrementa los rumores, pues no hay forma de saber lo que está pasando en verdad. No ha habido manera de que, estos totalitarios, comunista-fascistas, entiendan que la época de Stalin y Mao, se acabó. La necesidad de información, y de información- noticiosa, en esta época es más apremiante que nunca. No me canso de repetirlo: apenas Mijail Gorbachov, decretó la “perestroika”, (reestructuración) y “glasnot” (transparencia). La situación de la Unión Soviética entró en un caos: ¿por qué? en primer lugar, los soviéticos estaban endeudados. Lo peor: no tenían cómo hacer frente a sus gastos mínimos. Tenían que mantener, por el “internacionalismo proletario” a un montón de países, Cuba entre ellos. Gorbachov se los explicó con precisión y claridad, a sus aliados: no hay más dinero, ni rublos, ni dólares. De todos modos, ocurrió el desastre final, en todos los países de la órbita soviética.

Cuba se salvó por la aparición de Chávez con los dólares. Sangría que aún hoy continúa. Y, así salieron del período especial. Eso los mantiene en el poder. Se acerca el fin. Pues, ahora como entonces, fines de la década 80 y comienzos de los 90, los de aquí y los de allá no tienen cómo saldar las deudas que tienen y están sancionados. “Contra las cuerdas” -en lenguaje del boxeo- por el planeta entero. Los rusos quieren ayudarlos, pero no pueden hacerlo, al menos públicamente. Hay narco y lavado de por medio, además de los castigos que toda la comunidad internacional tiene dispuestos; no se quieren arriesgar.

He escrito en otro momento sobre cómo se implementó en la URSS la “pedagogía del terror”, para desgracia de todo el pueblo ruso. En la Alemania del Este, la Estasi, tenebrosa policía política, seguidora de la KGB, tuvo como mentor, a un ministro del interior, a quien se le conocía con el apodo del “Maestro del Miedo”, por su forma de actuar en contra de la disidencia. Cuando todo se derrumbó y lo juzgaban, muchos le preguntaban si no tenía corazón. Contestaba con su perorata politiquera, contra la burguesía y los traidores. El imperio y demás sandeces. El mismo “ritornello”. Volveré sobre el tema.

@EditorialGloria

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