POR EVER GARCÉS /Revista Andina
En 2016 la joven periodista María U Román no pasaba por su mejor racha, tenía el sinsabor que le dejó un trabajo free lance en redacción que no resultó como ella esperaba, por fortuna a su novio Alfredo Aliotta, muy enamorado le pidió matrimonio en plena navidad de ese año. La ocasión no podía pasar debajo de la mesa, María organizó una cena para la familia, ella misma prepararía la comida, incluyendo unos brownies que aprendió a hacer en sus tiempos de estudiante en Caracas. ¡Oh Sorpresa!, ni la sortija de compromiso causó tanta sensación en su parentela, como lo hizo el achocolatado postre que resultó una delicia que elogiaron por días y cuya receta tuvo que seguir preparando.
Fue en esa época que los emprendimientos on line estaban en el top, y Mariau aparte de brownies en el horno, cocinó una buena idea, la de emprender desde el Instagram, así nació Romana Cakes, ofreciendo aparte de los brownies de chocolate, variedad de pies, tortas y cheese cakes. Pero esta ingeniosa emprendedora no se quedaría de brazos cruzados esperando que llegasen sus clientes a través de la red social, así que para ampliar más el alcance de su producto lo ofreció en las cantinas de los colegios y llevaba muestras a los restaurantes, algunos le cerraron las puertas, pero otros si le dieron oportunidad a la nueva repostera. Así Romana Cakes fue ganando espacios en Valera.
Mariau y Alfredo se casaron, se fueron unos meses a Nueva York, volvieron y decidieron que era el momento para que Romana Cakes pasara de negocio virtual a tienda física. En 2019 acondicionan un local en la avenida 6 con calle 32 de Valera, adaptándolo a lo que querían, lo inauguraron y el éxito fue rotundo.
Al principio estaba pensado para solo postres, luego le empezaron a pedir tortas decoradas, las que también comenzó a vender tras capacitarse para hacerlas. Se viene la pandemia, cierran la tienda, pero desde su casa no dejaron ni un día de trabajar. “El instagram es una herramienta demasiado útil”, dice Mariau quien se encarga ella misma al 100 % de esa red social con la cuenta @romanacakes, a la par que cocina los productos y también hace de mamá de “su ponquecito” como llama cariñosamente a su bebé de tres meses. En tanto que Alfredo sigue siendo su socio y está al frente del negocio.
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