Bajo el seudónimo de El Gato, Rolando Céspedes, fue expuesto con fotos y datos personales en redes sociales acusándolo de disparar contra los marchantes del 23 de enero en San Cristóbal, dice que nunca estuvo en la marcha y que esa calumnia viene haciendo profundo daño a su familia
Rolando Céspedes, niega su vinculación con los sucesos del 23 de enero pasado en San Cristóbal, donde resultan asesinados dos jóvenes y más de 20 heridos, tras la acción de pistoleros que atacaron a los asistentes a la marcha convocada por la oposición ese día.
La aclaratoria la hace pública, debido a que por redes sociales su foto y datos personales han circulado, acusándolo de disparar contra los manifestantes.
“Quiero desmentir toda esa calumnia que han hecho conmigo y que está afectando a mi familia, mi trabajo, mi día a día. Y quiero decirle a toda la comunidad tachirense que me puse a órdenes de las investigaciones del CICPC (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas) donde dejé toda la información para colaborar con ellos”.
Asegura que no estuvo en esa marcha y que no porta armas, “no tengo ningún problema con ninguna persona de la oposición”, agrega que trabaja en proyectos para la comunidad de San Cristóbal y el Táchira, y que la acusación obedece a personas que están adversas a esos proyectos. Afirma que la retaliación en su contra es vinculante con la política.
“El gato”
Una imagen de Céspedes, bajo el apodo de “El Gato”, que fue tomada hace cinco años es la que circuló desde el 23 de enero pasado en redes sociales, “este asunto lo inició una persona por twitter con una cuenta que se llama @no_locos publicaron toda su información personal, cédula, dirección. Actualmente no van a encontrar ninguna foto, ni vídeos, ni nada donde se le vincule con motorizados. La telefonía no lo vincula en el sitio, como lo constató el CICPC”, explica su esposa, Carolina Zapata, quien lo acompañaba para el momento de la aclaratoria de prensa.
Agrega Zapata que ha recibido amenazas tras la publicación y teme por sus dos pequeños niños, “me llamaron de otros países, eso rodó demasiado, no es sólo un tema del daño a la moral, sino del escarnio público al que estamos expuestos, no hay problemas con las autoridades porque el caso fue denunciado y está siendo investigado. El problema es con el odio y la tensión política que hay en la calle, porque él es un luchador social. Él es chavista, por supuesto y todo el mundo lo conoce”.