Rogelio Torres, en la causa campesina / Por Oswaldo Manrique

Sentido de Historia

 

 

 

Se puede considerar a este personaje, el arquetipo del parameño en lucha constante por el mejoramiento de su alejada comunidad, pero aún más, también se entregó a la defensa permanente del campesinado de rudas faenas, localizados dispersos y aislados en los cuatro horizontes de la geografía trujillana.

Nació en el Páramo de La Puerta, estado Trujillo, el 13 de diciembre de 1940, murió en Valera, 13 de marzo de 2023. Su nombre completo: José Rogelio Torres Jeréz. Respetado como el viejo roble de los Torres del Páramo de La Puerta. Fue dirigente campesino y hombre de sólidas convicciones agrarias y democráticas.

Desde muy joven Rogelio Torres, en tierras de su pueblo nativo, se formó como hombre de trabajo y confundido entre sus iguales agricultores y peones, orientando y estimulándolos en su labor, reclamando y proponiendo mejoras campesinas, fue ingresando en organizaciones sociales y sindicales, en las que fue destacando, pero siempre identificándose con su clase campesina, tanto en los esfuerzos propositivos, como en los peligros y dificultades que no abandonan al que trabaja bajo el sol inclemente de los páramos.

 

Luchador por las reivindicaciones y aspiraciones

de su patio natal: La Puerta

 

Se preocupó muy particularmente de la suerte de sus paisanos, de su pequeña comarca, ubicada en las afueras de la ciudad de Valera, con todas sus limitaciones y atrasos que le dispensa su débil desarrollo o el abandono por parte de las instituciones del Estado. Así vemos como de forma activa y voluntaria, se incorpora a la lucha que se inició el 28 de mayo de 1980, cuando un grupo de pobladores, se reúnen y por sus propias manos derriban las primeras paredes que se levantaron en el denominado macro proyecto urbanístico y depredador de La Puerta, con el que pretendía un grupo de empresarios zulianos, acabar con la vieja e histórica comarca andina.

Rogelio Torres,  previsivo y andándole ligero al asunto, declaró <<Con la construcción de la macro urbanización, resultarán afectados campesinos de las riberas del Momboy, advierte Rogelio Torres, presidente de la FCV>>. Explicaba así su criterio personal, como puertense preocupado por el destino de los campesinos que viven en la zona de influencia del Río Momboy (Bomboy), centrando la entrevista en la <<preocupación existente con la destrucción que sufrirá su pueblo La Puerta ante la embestida urbanística que pretenden adelantar fuertes grupos económicos. Rogelio Torres -anotó el periodista -, alcanzó un cigarrillo, lo encendió, soltó una bocanada de humo, y continuó: como coterráneo, no soy de los que se oponen al progreso; he sido toda mi vida un luchador por las reivindicaciones y aspiraciones de mi pueblo La Puerta, para que los turistas nos visiten, para tenderles siempre la mano a los visitantes, vengan de donde vinieren. Pero lo que sí creo es que el proyecto el cual se pretende ejecutar en nuestro pueblo es un programa de tal magnitud que va a convertir a La Puerta en un pueblo marginado, porque se nos va a despojar de nuestra área de expansión urbana>> (Diario de los Andes, edición del miércoles 9 de julio de 1980). Sus definiciones clasistas, lo pusieron en primera línea de combate, para enfrentar los “fuertes grupos económicos”.

Rogelio Torres parameño madrugador, observador, reflexivo, siempre en constante movimiento, dotado de esa virtud de la conveniencia, con su fuerte espíritu voluntarioso y de buen verbo, llegó a ser en el Estado, el líder de los campesinos, asumió la presidencia de la Federación Campesina de Venezuela (FCV) seccional Trujillo, cargando severas convicciones de transformación social para los campesinos.

En la citada entrevista, expresó su criterio gremialista y solidario con los campesinos,  <<si analizamos la situación desde el punto de vista agrícola, observamos que la zona donde se pretende construir la urbanización es una de las pocas áreas de vocación agrícola que tiene el Distrito Valera y ¿cuál sería el destino de los agricultores que laboran a lo largo del Valle del Momboy y toda la rivera, cuando el mismo resulte contaminado y disminuido en su caudal? La Puerta se niega a morir en manos de los poderosos, que intentan crear allí un centro vacacional de veraneo, para solo satisfacer a unos pocos, en desmedro de la gran mayoría que significa el pueblo puertense>>; su visión particular acerca del conflicto.

Nunca abandonó el campo, siguió sembrando su parcela y produciendo para la seguridad agroalimentaria. Persona de sólidas convicciones democráticas, como la gran mayoría de los dirigentes campesinos, impulsores de la Reforma Agraria, llegó a militar en las filas del partido Acción Democrática (AD).

Como hombre del campo, Rogelio era precavido, cauteloso, atento al silbido de los vientos, voces y cualquier otra circunstancia imprevista que pudiera considerarse como anormal. Tenía s su visión era distinta acerca del conflicto planteado, tenía claro el camino, fue sincero y lo dijo. Esa diferencia, abordaba un aspecto interesante del problema que Torres tuvo la pupila para detallar y dijo lo siguiente: se debe revisar la titularidad de tierras de la zona. Fue enfático al señalar <<el Concejo Municipal de Valera debería revisar la documentación de la propiedad de los terrenos donde aspiran construir la macro urbanización, porque una gran porción al parecer, pertenece a dicha Municipalidad de acuerdo a los papeles que datan de 1891, que indican que alrededor de 45 hectáreas serían del ayuntamiento valerano, y por ley son inalienables>>; ese era el verdadero nudo gordiano del conflicto: la tenencia de la tierra. Todas las tierras del área urbana de La Puerta, son las posesiones del Resguardo Indígena de La Puerta, despojadas a los anteriores pobladores, mediante un fraudulento juicio de Partición en 1891, y en consecuencia, pertenecen a la comunidad.

Dentro de ese enfoque y la extensión del conflicto, sabía que el problema también radicaba en el desconocimiento que tenía el pueblo acerca de sus derechos, por ello promovió ciertos eventos a objeto de democratizar la información y el conocimiento, no solo prepararse fundadamente para ese y los nuevos conflictos, sino para los nuevos tiempos, y así lo manifestaba en conversaciones particulares.

Rogelio Torres, en medio del conflicto, promovía en los agricultores el informarse y prepararse para la lucha por la tierra y la vida, a organizarse como sector específico de intereses sociales, para alcanzar un nivel de desarrollo sociopolítico adecuado e hizo una invitación para una conferencia sobre los recursos naturales renovables y el deterioro ambiental, que dictó en La Puerta  el doctor Gerardo Yépez Tamayo, reconocido ecologista, como parte de las Jornadas de Derecho Agrario y Organizaciones Campesinas, que auspiciaba la Federación Campesina de Venezuela (FCV). Como presidente de esta Federación en Trujillo, expresó que estaba <<auspiciando esta actividad por la «tragedia» que se cierne sobre Venezuela, ante la violenta destrucción de su ambiente…es una muestra de solidaridad de la Federación Campesina de Venezuela y de la Fundación para la Cultura Campesina (Fundacam), organismos que han seguido de cerca las luchas y batallas cumplidas por los puertenses en defensa del equilibrio ecológico>>. (Diario de los Andes, edición del jueves 25 de septiembre de 1980). Al frente de esta Federación, estuvo muchos años. Al dejar la presidencia de la FCV, se dedicó a sus actividades privadas en el campo.

Rogelio Torres, falleció en Valera el 13 de marzo de 2023, rodeado del afecto de sus familiares y amigos, su recuerdo perdurará en los límites de los páramos, llanos y suelos trujillanos, en donde este hijo de La Puerta, pudo hacer obra y dejar huella con sus nobles ideas.

 

 

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