París, 28 oct (EFE).- Rodrigo Hernández ‘Rodri’ se convirtió en el segundo hombre nacido en España que gana el Balón de Oro, 64 años después de que lo hiciera Luis Suárez, mientras que Aitana Bonmatí repitió el triunfo e igualó a dos con su compañera y compatriota Alexia Putellas, en una gala marcada por la decepción de Vinicius, el máximo favorito, que ni siquiera viajó a París.
«Este es un premio al fútbol español, a tantos que no lo han ganado y la han merecido (…) Pero también a la figura del medio centro, que hace una labor que no se ve y que yo doy ahora visibilidad», señaló el ganador, que subió al estrado con muletas, por la lesión que atraviesa, y recibió el premio de manos del liberiano George Weah, el único africano que ha ganado el Balón de Oro.
Rodri se acordó de Xavi Hernández, de Andrés Iniesta, de Sergio Busquets y de Iker Casillas, pero también de Dani Carvajal, su compañero en la selección, del que dijo que «también lo merecía» este año y que ha sufrido una lesión similar a la suya.
Fue el único guiño al Real Madrid del vencedor de la noche, que superó a los madridistas Vinicius y Jude Bellingham, con Carvajal como cuarto, ganadores todos ellos de la Liga de Campeones, un trofeo que valió al club ser elegido el mejor del año, así como a su entrenador, Carlo Ancelotti.
Bonmatí repitió un año después de haber ganado el premio por vez primera, y sumó así el cuarto título consecutivo del Barça, tras los dos que había ganado Alexia Putellas, el exponente de una buena noche para los azulgrana, que se apuntaron también el premio al mejor club femenino y el trofeo Kopa a mejor sub-21, que recayó en Lamine Yamal.
«Este es un premio de todo el colectivo», dijo la blaugrana, de 26 años, tras recibir el galardón de manos de la actriz Natalie Portman, antes de ensalzar a su club y que dijo que los éxitos no le han cambiado: «Sigo siendo una persona del pueblo, vivo en el mismo sitio donde nací, con mi gente, me gusta sentirme en casa. Soy la misma que hace quince años cuando jugaba en el equipo de mi pueblo».
En una edición de claro signo español, las victorias de España en la Eurocopa y la del Real Madrid en la Liga de Campeones, en el terreno masculino, además de la del Barça en el femenino, dejaron una huella clara en el reparto de galardones.
Pero el nombre de Vinicus no dejó de sobrevolar la gala, su nombre fue gritado por los aficionados que se daban cita en las puertas del teatro Chatelet de la capital francesa y también se escuchó en la gala poco antes de que se anunciara al ganador, Rodri.
Plantón del Madrid
El plantón del Real Madrid fue sonoro. El equipo blanco quiso marcar así su protesta y nadie subió al estrado cuando se anunció que era el mejor club de la pasada campaña, y su técnico, Carlo Ancelotti, como entrenador, un premio que la organización rebautizó como Johan Cruyff, además de máximo goleador para Kylian Mbappé, junto a Harry Kane.
El desplante madridista quedó más que patente en la gala que consagró a Rodri, que se convierte en el primer centrocampista que gana el premio desde el croata Luca Modric en 2018 y en el tercer español que lo logra, porque a Luis Suárez hay que añadir el nombre del hispano-argentino Alfredo di Stefano, que lo hizo en 1957 y 1959.
El español lanzó un mensaje a Lamine: «lo ganarás dentro de no mucho, sigue trabajado, tienes todo por delante».
Pero se presentó como un futbolista de valores sólidos, «un chico normal que estudia, que trata de hacer las cosas bien, que no se fija en los estereotipos pero que puede llegar a lo más alto».
Algo parecido a lo que dijo Aitana, que con su segundo triunfo eleva a cuatro los Balones de Oro del fútbol femenino español.
«Como las primeras veces no hay ninguna», dijo la blaugrana al recibir su segundo Balón de Oro consecutivo, al tiempo que se acordó una y otra vez de sus compañeras «sin las cuales no sería nada».
Fue el rostro más visible de un Barcelona que, además de como mejor equipo femenino, también salió del teatro Chatelet con el premio Kopa que recompensa al mejor sub-21, que se llevó su joya Lamine Yamal, el tercer blaugrana que lo consigue tras Gavi en 2022 y Pedri un año antes.
El más joven en hacerse con este galardón, de 17 años, se acordó de sus padres y de su abuela -«los que me han ayudado desde siempre», dijo- pero también de sus entrenadores, el seleccionador Luis de la Fuente, además de los dos que ha tenido en el Barça, Xavi Hernández y Hansi Flick.
El argentino Emiliano ‘Dibu’ Martínez, ganador de la Copa América con la selección argentina, se alzó por segundo año consecutivo con el trofeo Yashin al mejor portero, por delante del portero de la selección español y del Athletic Club de Bilbao, Unai Simón, campeón de Europa, y del meta ucraniano del Real Madrid Andriy Lunin, ganador de la Liga de Campeones.
Ancelotti fue el mejor entrenador del año, por delante de los españoles Xabi Alonso, técnico del Bayer Leverkusen, y del seleccionador nacional, Luis de la Fuente.
A sus 65 años, ganador del cuatro títulos, liga, Liga de Campeones, la décimo quinta del Madrid, Supercopa de España y de Europa, el italiano es el técnico con más victorias en Europa, 116, tras superar a Alex Ferguson.
Y la gala también premio el combate de Jennifer Hermoso, premio Socrates por su labor social, que hizo un alegato en favor de la igualdad en el fútbol: «Como futbolistas estamos en una posición única. Os pido que no dejéis de inspirar dentro y fuera del campo».
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