Sevilla, 3 jul (EFE).- Veinte minutos antes de las once de la noche ha comenzado la gira de Ricky Martin por España, que contempla 12 citas más en la agenda del portorriqueño, y que ha abierto en Sevilla como un punto y seguido en la relación que mantiene con esta ciudad, a la que conoció a través de su Feria de Abril.
Una relación cuasi amorosa del cantante con todo lo que supone la capital de Andalucía para él, que esta noche, en el escenario del Icónica SantaLucía Sevilla Fest, ha recordado que coincidió en su génesis con el nacimiento de ‘María’, en 1995, ese tema que, para él, es la canción que siempre le piden, la que todo el mundo baila y canta en sus conciertos.
Y por eso, porque considera que Sevilla le trajo suerte hace casi 30 años, ha querido empezar su recorrido por España al sur del sur, porque “son como un amuleto de la suerte ustedes”, ha dicho en el escenario, confesando que se siente hechizado cuando pisa este rincón, porque fue donde “comenzó una relación divina entre este portorriqueño y ustedes”. “Sevilla, ¿cómo estás? No es pregunta, te lo confirmo, ¡cómo estás!”, y en marcha.
Una noche casi tropical
Cuando Ricky Martin ha dicho esto a los miles que ha reunido esta noche en la Plaza de España sevillana ya les había regalado ‘Pégate’ y la citada ‘María’, y tenía a sus pies a su gente, rendida a su forma de cantar, de moverse, y de lucir un traje de negro riguroso que ha elegido para empezar su gira española.
Bien es cierto que los casi 35 grados de la noche tropical sevillana le han quitado el traje a la segunda canción, y a partir de ahí se ha movido más vestido para la ocasión, acompañado de su orquesta y de un cuerpo de siete bailarines, cuatro chicos y tres chicas. Se trataba de “bailar toda la noche, de que nos olvidemos de todo y que sean felices”, y lo ha logrado.
Ricky Martin es mucho más que un artista, es patrimonio musical de la humanidad. Y no inmaterial, precisamente. Su portentoso físico y su forma de transmitir música es algo solo guardado para algunos elegidos, y en esta gira se está vaciando. Es de esos cantantes que llenan un escenario, sin necesidad alguna de grandes estruendos de luces o multipantallas que a veces distraen más que acompañar al protagonista de la noche.
Baile sin parar, a veces lento
“Por andar ocupado en el cielo, me olvidé que en el suelo se vive mejor…”. En el cielo de Sevilla suena ‘Asignatura pendiente’, una de esas baladas creadas para una noche como esta, colocada junto a varias más estratégicamente en el repertorio para dar descanso a los bailarines, mientras Ricky susurra a miles de oídos que tiene “varias razones para tener razón, de que no hay peor razón que el olvido”.
Son dos horas de show con lo mejor de alguien que domina el pop latino, el dance, el reguetón o la salsa, procurando juntar, y es imposible, en una sola noche lo mejor de una figura que reúne más de 200 premios, incluyendo dos Grammy, cinco Latin Grammy, y una impresionante serie de reconocimientos como cinco MTV Video Music Awards, dos American Music Awards, y tres Latin American Music Awards, entre muchos otros.
Y esto no ha hecho más que empezar, porque este jueves el equipo, el artístico al menos, se lo toma de descanso, pero el viernes se presentará en Murcia, el sábado en Pozoblanco (Córdoba), y a partir de ahí carreteras y aviones para estar en A Coruña, Granada, Badajoz, Cádiz, Madrid, Valencia, Barcelona, Huesca, La Palma y Palma de Mallorca.
En todos esos rincones se verá al Ricky Martin cantante, el que tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, el que está al frente de la The Ricky Martin Foundation, organización dedicada a combatir la trata de personas y a promover la educación sobre este grave problema, el nacido Enrique Martín en el San Juan de 1972 y consagrado para siempre para conquistar territorios allende los mares por obra y gracia de sus cuerdas vocales.
Fermín Cabanillas