Reubicar cárcel de Trujillo: gran anhelo ciudadano

Algunos entrevistados por Diario de Los Andes sugieren que en el recinto funcione la sede del Seguro Social o de la Zona Educativa. De no consolidarse un desalojo del centro penitenciario regional instan a que sean aplicados correctivos y despliegues de uniformados permanentes en las adyacencias, sin olvidar a futuro una reubicación alejada de las áreas urbanas

Trujillanos desean mudanza del centro penitenciario regional, por encontrase en una concurrida zona urbana

 

Gilcely Linares CNP 15.221. Texto y Fotos.

Con la aplicación de la Gran Operación de Liberación Cacique Guaicaipuro recobra vida un gran y antiguo anhelo ciudadano: la reubicación del Internado Judicial del estado Trujillo.

Desde hace décadas el recinto funciona en el corazón de la parroquia Cristóbal Mendoza del municipio Trujillo, muy cerca de instituciones educativas y de salud, así como de populosos sectores y comercios.

Situación que interfiere en las actividades cotidianas, ya que persiste el temor o zozobra de poder registrarse algún hecho irregular que coloque en riesgo la tranquilidad, seguridad e integridad.

En sus inicios su capacidad era para 300 presos, sin embargo, con el pasar de los años las denuncias sobre hacinamiento son una constante, afectando la permanencia.

Resguardada permanecen las adyacencias de Internado Judicial de Trujillo

 

Opinión ciudadana

Mientras se desarrolla este miércoles, 8 de noviembre, la iniciativa del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, contando con el aval de la Presidencia de la República, Diario de Los Andes pulsó opiniones acerca de lo que debería hacerse con la infraestructura carcelaria regional.

Al respecto Carmen Briceño, residente del Paramito, cuestiona que en otrora se permitiera el funcionamiento de una escuela al lado de la prisión y en una arteria vial muy concurrida por conducir al Centro, lo cual genera constante nerviosismo.

Sugiere que «el Gobierno evalúe con premura las acciones a implementar por el bienestar social y de continuar funcionando allí la cárcel mantener el despliegue de uniformados, en especial los fines de semana cuando son permitidas las visitas».

Asimismo, Juan Morón, vecino de la comunidad Monseñor Camargo, enfatiza que «urge poner orden. Las comunidades contiguas al recinto penitenciario queremos vivir en paz, sin pánico o la angustia de que ocurra algo, como un tiroteo».

Desde su óptica «la cárcel de Trujillo debe reubicarse y colocar allí la Zona Educativa que no tiene sede propia».

Mientras que Orlando Arandia, habitante del sector Cuatro Bocas, cataloga como una necesidad trasladar la penitenciaría.

«Es un viejo clamor la mudanza de la cárcel, son muchos los factores y las autoridades los conocen a fondo. Es inconcebible que siga funcionando en plena zona vecinal. Creo que ahí pueden colocar el Seguro Social que nunca culminaron en el Eje Vial», argumenta.

También una moradora de la avenida Libertador que no quiso identificarse, para evitar represalias, dijo que «pasamos la noche preocupados, no conocíamos con certeza que ocurría. Con seriedad solicitamos que el reclusorio sea cambiado para otro sitio».

De la misma manera, un declarante que pidió no dar su nombre públicamente señala que «de no darse en esta oportunidad un desalojo de la cárcel, es trascendental que se empleen los correctivos pertinentes, sin olvidar su mudanza a futuro, lejos de áreas urbanas».

Familiares de los reclusos exigen información oportuna

 


Servicios y accesos

Los servicios y atención en el Hospital Dr. José Gregorio Hernández, la Sanidad y el Banco Central de Sangre permanecen activos.

En el caso del hospital las afueras de la emergencia y la entrada principal de la edificación lucen concurridas.

Durante las últimas horas el acceso vehicular se encuentra restringido en los predios donde consuman el mencionado operativo, mientras que el peatonal evidencia mayor fluidez, teniendo en cuenta que muchos trujillanos caminan hasta llegar a sus destinos, pues el transporte público no puede cumplir sus acostumbradas rutas.

Comercios funcionan este 8 de noviembre a media máquina

 


Situación comercial

Los establecimientos comerciales, situados en las cercanías del reclusorio específicamente los de las avenida Coro, fueron cerrados, incluyendo una conocida clínica, por prevención ante cualquier anormalidad.

Mientras que los de avenida Cristóbal Mendoza prestan servicios a medias, su personal reporta bajas ventas e incertidumbre.

Alexander Ramírez, vendedor de frutas y verduras, comenta que «a pesar de la amplia presencia de funcionarios junto a cierto miedo decidimos trabajar porque en nuestros hogares existen necesidades y gastos por cubrir».

Agrega que «a media tarde las ventas eran pocas, pues pocas personas efectuaron compras por la zonas colindantes al penal».

Por su parte, Verónica Viloria, encargada de la atención en un expendio de insumos médicos, indica que «con precauciones laboramos, pertenecemos a una rama esencial para la salud. Tuvimos medianamente ventas y recibimos algunos proveedores». En el Mercado de Santa Rosa varios establecimientos permanecen cerrados.

El Hospital José Gregorio Hernández presta sus acostumbrados servicios de salud

 

Negocios de la avenida Coro, a pocos metros de la cárcel, decidieron cerrar por seguridad
En las afueras del Mercado de Santa Rosa y otras arterias viales hay presencia de uniformados

 

Trujillanos caminaron ante las restricciones del paso vehicular en algunas tramos de la parroquia Cristóbal Mendoza

 

 

 

 

 

 

 

.

Salir de la versión móvil