Repudian profanación de la tumba de Monseñor Prudencio Baños

Obras impulsadas por Monseñor Prudencio Baños F.

Los grupos de apostolado de Isnotú, así como los sacerdotes de la tierra del venerable de Venezuela, tanto el rector del Santuario Niño Jesús como el sacerdote de la parroquia Virgen del Rosario, al igual que la comunidad religiosa Misioneras de Cristo, han fijado posición en relación a la profanación de que fue objeto el lugar donde reposan los restos de monseñor Prudencio Baños en templo local

En nuestro poder, documento que nos hizo llegar Bertila Santiago, donde los “grupos de apostolado de Isnotú, sacerdote rector del Santuario y de la parroquia Virgen del Rosario, comunidad de religiosas Misioneras de Cristo Mediador, personal directivo, docente, administrativo, obrero y estudiantes del colegio Monseñor José León Rojas, sociedades religiosas, artesanos, reliqueros y comunidad en general, rechazan y repudian el acto vandálico, profanación de la tumba de monseñor Prudencio Baños, a la vez dan su apoyo de manera irrestricta a la espiritualidad y fe de nuestra iglesia y sus ministros”.

Además piden a las autoridades competentes se haga justica, no dejando de señalar que oran porque la misericordia de Dios sea derramada en los corazones, e impere la verdad que proviene de la hermandad, respeto y solidaridad.

Anteponemos esta posición señala el documento, hoy cuando la tumba donde reposan los restos mortales de Monseñor Prudencio Baños, desde el 17 de julio de 2011, “han sido profanados por mentes retorcidas, manos inescrupulosas y sobre todo, almas alejadas de Dios”.

Nosotros hijos de Isnotú, fieles de la Iglesia Católica, devotos de la Virgen del Rosario, paisanos del Venerable doctor José Gregorio Hernández fijamos posición pública, dice el documento.

El padre Baños: su labor

Monseñor Prudencio Baños.

En el escrito dan a conocer el lugar de nacimiento del religioso, región del Rioja, Longroño Badaran, un 28 de abril de 1921, siendo sus padres Eusebio Baños Morga y Juana Fernández Escalera, siendo el penúltimo de nueve hermanos, viviendo en la localidad rural donde nació hasta los 12 años.

En 1944 fue ordenado sacerdote en Perú, luego pasó a Lima y allí lo destinaron a una parroquia de San Cristóbal en Venezuela, posteriormente a Caracas donde figura como fundador y director durante 7 años del Colegio Santo Tomás de Villanueva.

“El 18 de agosto de 1963, Isnotú, municipio Libertad, del Distrito Betijoque, localidad embebido en la fe, esperanza, humildad, hermandad entre sus pobladores con auroras y atardeceres de neblina, olor a caña de azúcar y café recibió con beneplácito a un gran hombre que cambiaría la historia del poblado, la imagen y proyección del mismo, incluso incidió en la identidad del mismo, monseñor Prudencio Baños Fernández, Riojano de nacimiento e Isnotuense de vida y Corazón”.

Párroco durante 45 años del poblado que quiso tanto, encontrándose a su llegada con una casa llena de historia y no muy conservada por el paso de los años según pobladores de esa época, la casa natal del Venerable José Gregorio Hernández, hoy día santo de todos los venezolanos.

Al surgir la empatía del hombre consagrado a Dios con el laico, también entregado a la vida virtuosa bajo los preceptos de la fe en Dios y los mandamientos de la Iglesia, conociendo las virtudes cristianas y buen vivir del doctor José Gregorio Hernández, el padre Baños toma posesión de la parroquia eclesiástica, Nuestra Señora del Rosario, un 19 de agosto de 1963, comenzando el trabajo de construcción del Santuario y con ello recupera reliquias inherentes a la vida y obra del hoy Venerable, entre otras cosas la imagen del Niño Jesús de José Gregorio, del cual cuentan era el confesor y confidente del doctor Hernández, patrono del Santuario, igualmente el Muso, donde reposan algunas pertenencias del santo sentimental de Venezuela; récipes incunables, mobiliario y otros objetos.

Válido acotar, señala el documento, que los óleos que reflejan la vida del Venerable son Patrimonio Universal, pues la Unesco así ha declarado todas las obras del artista Iván Belsky, la Plaza y gruta de la Virgen de Coromoto, como representación de la devoción Mariana, obra de iglesia que cambiaría la cultura y modus de vida de todos y cada uno de nosotros.

Las peregrinaciones

Tras mucho esfuerzo, rifas, bingos, propagación de las virtudes y vida del doctor José Gregorio, comienzan a llegar en romería peregrinos de toda Venezuela, a quienes esperábamos en la entrada de Isnotú, sector Barrio Caracas, en la Cruz de la Misión, y con cantos y oraciones, transitábamos la calle principal, dando la bienvenida y compartiendo nuestra idiosincrasia con ellos, intercambiando culturas.

Fue el inicio de las peregrinaciones a Isnotú, todo gracias a ese trabajo infatigable y lleno de ilusión y de soñar en grande de Monseñor Baños, se dio inicio al cambio positivo del terruño, pues la alta concurrencia  generó emprendimiento comercial,  diversidad de comercios que redundaría en crecimiento y progreso para el pueblo en general.

De la casa donde nació JGH,  se conservan las losas del piso y horcones de las columnas originales. En 1966 fue traída desde Italia la imagen del Médico de los Pobres y colocada en este cuarto, ahora de oración, reposo y testimonio histórico del laico que vivió con humildad bajo las virtudes y mandamientos de la Iglesia, aunado a la ciencia y el saber.

El lugar ha sido durante 45 años depositario de las oraciones, agradecimientos y peticiones, conversaciones y pago de promesas, dijes, reliquias, placas y diversidad objetos de los devotos del Venerable José Gregorio Hernández, testigo silente de milagros y favores concebidos por nuestro Santo.


Agradecidos

La iglesia, sociedades religiosas y comunidad en general piden esclarecimiento de los hechos.

“Todo pasa, menos el amor, el respeto, el valor y reconocimiento de quien bien ha cumplido su labor en la vida, por eso, la memoria del Padre Baños permanecerá en nuestra memoria y corazón; tu legado de Iglesia y Patria se mantendrá en el tiempo y el espacio como recuerdo perenne de tu esfuerzo, constancia, dedicación y servicio”. Nosotros, tus hijos, y los hijos de nuestros hijos llevarán grabado tu nombre y preservaremos tu obra por siempre, Padre Baños, pues, “todo hijo bien nacido, es hijo agradecido”.

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