Los tambores y las requintas sonaron duro ayer en Betijoque, en el día marcado por la agenda de las actividades a cumplirse como la primera salida del santo por las calles de la población, actividad instituida desde hace años, en el primer domingo de octubre de cada año
A las 10 de la mañana el presbítero local Gerardo Moreno, ofició la misa al santo ofrecida por la Fundación San Benito que preside Rafael Figueredo y los grupos de tamboreros, ocho, incluidas las damas cargadoras, siendo bendecidos los nuevos capitanes de los grupos que se distinguen por su don de mando y disciplina, que también incluye el Mayordomo y el Maestro, en el caso especifico Rafael Figueredo e Ismael Pérez.
En la homilía del acto litúrgico el sacerdote trajo a colación una anécdota de un sacerdote amigo suyo que estuvo en Etiopía, donde las alabanzas a Dios se repiten de tambor en tambor, pues el repicar del tambor es oración.
Me da tristeza dijo el padre Gerardo Moreno cuando se desborda el licor recordando que San Benito de Palermo utilizó el vino en la cocina, para preparar las comidas, si hubiera sido un bebedor empedernido no hubiera alcanzado las virtudes que tiene.
“Que en este día suenen los tambores, sin desenfreno, que suenen por Venezuela. Que el repicar de tambores se convierta en una oración por Venezuela”, repitió el sacerdote, que recibió prolongados aplausos, país que necesita tanto de la oración en esta hora menguada que vive la República.
Observamos en la misa al alcalde Luis Rojas, los concejales Roberth López, Morella Nava de Jáuregui, Marcos Palomares, el ingeniero Héctor Villarreal, Rosa Torres, Félix Montilla, Julio Mogollón y muchos sanbeniteros más.
De corazón
Les pido amigos, que la tradición de San Benito como devoción popular nos permita acercarnos más a Dios en un acto de fe y de alabanza, dijo Gerardo Moreno al recomendar a los responsables de la fiesta traer de regreso al templo, la imagen del santo, temprano, impartiendo la bendición y desear éxitos en la actividad a cumplirse.