Repensar a la capital | Urge atreverse por el Trujillo que queremos

Para el rector de la ULA, Mario Bonucci Rossini, es momento de despertar,  producir un cambio y arriesgarse en alusión al Trujillo que queremos. Advirtió: Es posible que nos vaya mal, pero es necesario intentarlo, pues sobre los errores se aprende y de los aciertos se construye

La formación de profesionales es una prioridad en la ULA-Nurr (Foto: Cortesía / Prensa Nurr)

Gilcely Linares / CNP 15.221

Desde hace casi 51 años la academia ulandina ha contribuido con el crecimiento y desarrollo del estado Trujillo. Hoy, al sortear una grave crisis presupuestaria y padecer las consecuencias de la situación país, el Núcleo Universitario Rafael Rangel (Nurr) establece mecanismos de permanencia y vital actividad.

El Dr. Mario Bonucci Rossini, rector de la Universidad de Los Andes (ULA), durante reciente visita a la entidad fue consultado sobre el repensar de la ciudad capital, destacando el compromiso de lucha a favor de la sociedad del conocimiento, asimismo, continuar formando, con arraigados principios y valores, a las nuevas generaciones de profesionales.

A su juicio, mantener la Universidad abierta es el mejor acto de rebeldía. Al preguntarle acerca de los aportes ulandinos a favor de Trujillo capital recalcó la gallardía de estudiantes, profesores, así como personal administrativo, técnico y obrero con la golpeada academia, una academia que no se rinde, sin embargo requiere mayor defensa de la sociedad civil.

Invitó a los trujillanos a darle mayor sentido de pertenencia y pertinencia a la alma mater. La consolidación de convenios y alianzas estratégicas pro bienestar institucional y regional demuestran el interés de trabajar, además luchar, siempre con fe y esperanza.

 

Rector Mario Bonucci Rossini destaca el compromiso de la Universidad con Trujillo y Venezuela (Foto: Cortesía / Prensa Nurr)

 

.- ¿Trujillo capital es una ciudad dormida, aletargada o en movimiento?

Respaldo el poder de la educación, de la fuerza de la sociedad del conocimiento y, por eso, considero que la ciudad de Trujillo está destinada a ser otra Mérida. Mariano Picón Salas dijo: Mérida es una Universidad con una ciudad por dentro. Sería interesante decir lo mismo de Trujillo… Trujillo es una Universidad con una ciudad por dentro.

El poder del conocimiento, de la Universidad, crea ciudades que perduran en el tiempo y nosotros apostamos por ello. Trujillo, debido a distintas razones, no es una ciudad dormida, incluso es sede de la ULA, obteniendo en los últimos años los primeros lugares de investigación, según el Consejo de Desarrollo Humanístico, Tecnológico y de las Artes (Cdchta). De eso nos sentimos orgullosos. Entonces, cómo calificar a Trujillo de una ciudad dormida, bucólica, cuando se tienen esos referentes.

 

.- ¿La mudanza de pregrado desde Trujillo a Pampanito, aunque se mantiene investigación y postgrado, mermó la proyección de la capital?

En su momento existía la visión del campus universitario. Había una Villa que pudiese ser el asiento de una Universidad Regional. En una Venezuela Saudita donde se contaban con recursos para transporte y comedor podía ser ejemplo de muchas cosas, empero, desde que conocí la Villa Universitaria pensé: hay un error conceptual en la ubicación del espacio porque las instituciones tienen que encontrarse en ciudades reconocidas, como Trujillo o Valera.

Épocas atrás la ciudad con proyección era Trujillo, al ser la capital del estado. Sí bien es cierto el campus era relevante ha debido preverse en esa Venezuela Saudita contar con áreas apropiadas tanto en Trujillo como en Valera, tal como se visualizaron en Boconó.

Lo que vivimos ahora es coyuntural, predomina un gobierno que acabó al país, pero sí fueran otras las circunstancias opinaría lo mismo.

 

.- ¿Le ha cumplido la academia ulandina a Trujillo y qué le falta por hacer?

Sí. El máximo exponente universitario en el estado Trujillo son la ULA y el Nurr. Siempre falta por hacer, como promover más la extensión, la vinculación con los sectores productivos y atender las necesidades existentes. Demos los pasos, ellos –jóvenes, productores y empresarios- piden formación, nosotros tenemos los expertos.

Por ende, una alianza estratégica o un convenio debe sustentarse en acciones concretas y mostrar que efectivamente la Universidad cuenta con la capacidad de hacerlo porque en ocasiones la sociedad ha condenando a la casa de estudios por ser diletante, por ser una institución que habla, habla y poco se interrelaciona con el entorno.

 

Pese a la crisis la ULA y el Nurr no han cerrado carreras (Foto: Cortesía / Prensa Nurr)

 

.- ¿Cómo visualiza a los trujillanos, promueven aportes para impulsar el bienestar?

Conozco trujillanos que han realizado extraordinarios trabajos, no solo en un área determinada. Hay íconos, hombres y mujeres con amplia trayectoria, a emular por la juventud. Desde la ULA aportamos lo mejor por el bien universitario y colectivo, jamás nos doblegamos, si llegamos a caernos nos levantamos.

 

.- ¿Cuál es el mensaje de la academia para repensar a la ciudad de Trujillo?

Deben pensar que la ULA Trujillo es suya, no es de los merideños. Llenarse de esa esencia, afirmar e internalizar que esa es mi Universidad, la tengo que defender y proteger a como dé lugar. Mérida es Mérida por la ULA y en Trujillo puede ser igual.

 

.- ¿Se defiende la academia desde la sociedad civil trujillana?

Lamentablemente en la actualidad es muy débil la lucha por la academia porque la gente permanece preocupada por cosas más importantes para su vida cotidiana, como es sobrevivir, por ver que come, cuando coloca gasolina o que los apagones no dañen las neveras.

No solo los trujillanos, los venezolanos en general tienen una visión muy a corto plazo sobre la prosperidad de la nación. Es momento de despertar, somos nosotros a quienes nos corresponde producir el cambio, pero si siempre vamos hacer lo mismo, los resultados serán semejantes.

Urge atreverse en términos de cuál es el Trujillo que queremos. Esto debe ser un proceso reflexivo de los trujillanos. Exhortamos a considerar y promover las ventajas turísticas, agrícolas, entre otras. Existe potencial para impulsar, capaz de fomentar desarrollo y progreso, siendo uno de los elementos fundamentales el conocimiento.

 

Distintos sectores ulandinos suman esfuerzos por la academia y Trujillo (Foto: Cortesía / Prensa Nurr)

.- ¿La ULA y el Nurr son ejemplos de perseverancia ante los problemas nacionales?

Sí. Cuáles son las instituciones con mayor credibilidad en el país: la Iglesia y la Universidad. Quién está diciéndole a los venezolanos y al mundo lo que ocurre: las Universidades. En virtud de ello, efectuamos una labor trascendental que podría ser más amplia y consustanciada con lo que en esencia es una Universidad autónoma, donde el pensamiento es libre, donde el encuentro y desencuentro generan saber.

Contamos con ulandinos comprometidos con la Universidad y Venezuela. El mensaje es claro: sin país no hay Universidad, tenemos que rescatar al país porque si no perderemos a la Universidad. Qué hacer frente a la crisis: nos mantenemos abiertos, tal vez sin la misma calidad de antes, no obstante, pese a las dificultades, la ULA ni el Nurr han cerrado carreras.

Sin duda, la Universidad continúa activa gracias a su gente, a sus estudiantes, profesores, empleados y obreros, quienes están comprometidos y son conscientes que el mayor acto de rebeldía es tener la Universidad abierta, un espacio con valores democráticos y principios sólidos que permiten construir nación.

Por el tema presupuestario dimos cabida a convenios, alianzas estratégicas, emprendimientos y autogestión, los recursos obtenidos sirven para mantener ciertas áreas. Otro logro es ocupar los rankings académicos y científicos nacionales e internacionales.

 

.- ¿Cuál es su mensaje final para repensar a Trujillo capital y Venezuela?

Tener fe, seguir luchando por una mejor Universidad y Venezuela. Hay que tener esperanza, una visión de país, de Universidad y, por supuesto, no desmayar en el intento. Es posible que nos vaya mal, pero es necesario intentarlo, pues sobre los errores se aprende y de los aciertos se construye. El camino de la esperanza es mirar a la Universidad y ser solidario con una institución que ha dado tanto por Trujillo, Los Andes y Venezuela.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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