Como “grave” ha sido calificada la situación de renuncias masivas que se vienen presentando en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) desde hace siete meses. Hasta la fecha, alrededor de 400 personas han dejado su cargo impulsados por la situación económica que se vive en el país y al poco poder adquisitivo con el que cuentan, ya que los salarios que perciben no alcanzan “ni para comprar un kilo de carne”.
Así lo denunciaron las autoridades del sector salud del Gobierno regional la mañana de este jueves, en una rueda de prensa realizada en la sede del Iahula.
El director de la Corporación de Salud, José María De Oliveira, detalló que las renuncias del personal que abarca médicos, enfermeros, personal administrativo y obrero, se están dando en todo el estado, pero con mayor incidencia en los hospitales de El Vigía y Mérida, “porque lamentablemente no pueden cubrir sus necesidades básicas como transporte, alimentación y la educación de sus hijos”.
“Ante esta situación nos encontramos en un estado crítico, nos hemos visto obligado a establecer planes de contingencia que comenzaron primero con el problema del transporte y ahora con las renuncias que se han ido incrementando”, explicó De Oliveira.
El planteamiento de la urgencia para reconsiderar la remuneración del personal que trabaja en el sector salud ya ha sido explanado a las autoridades, aseguró Estrella Uzcátegui, directora del Iahula, quien le hizo un llamado al presidente de la República, Nicolás Maduro, para que brinde las soluciones que se requieren.
“Hago un llamado al Presidente, al Vicepresidente para que dignifiquen al sector salud, dignifiquen a quienes salvamos vidas, dignifiquen a quienes todavía seguimos apostando por nuestro país, no obligue a los que seguimos apostando por nuestro país a que emigremos -porque debo incluirme ahí-, porque en el momento en que yo no le pueda dar sustento a mi familia voy a tener que buscar una alternativa, en sus manos está el destino del sector salud en nuestra ciudad y en nuestro país”, sentenció Uzcátegui.
La directora del primer centro asistencial de Mérida dijo ver con extrema preocupación “la manera tan irregular en la que estamos trabajando, hemos tenido que hacer planes de contingencia que rompen con cualquier normativa salarial y de asistencia para poder cubrir las áreas”.
Uzcátegui señaló que mientras las renuncias persisten, hay en puertas un problema serio con el área de los cirujanos, “quienes ya están a punto de renunciar, lo cual sería catastrófico para nuestro hospital y para quienes necesiten de alguna cirugía”.
“De nuestra mano estamos haciendo todo lo que corresponde el resto depende de usted, señor Presidente, y en su defecto de usted señor vicepresidente, así que le hago un llamado público para que tome seriedad en el caso de la salud y no lamentemos hechos catastróficos que no van a depender de nosotros”.
Las renuncias del personal de salud han afectado algunas áreas del Iahula, lo que hace más complejo la atención del paciente.
En su momento, las autoridades del estado Mérida han sostenido reuniones con los rectores de la salud en el país, a quienes se les ha notificado la situación que se vive en el hospital universitario, pero en la actualidad “es más grave, el sueldo de los especialistas e incluso el de los directivos no alcanza para comprar un kilo de carne”, reiteró el director de la Corporación de Salud, José María De Oliveira.
A las renuncias se le suman – explicó el director de la Corporación de Salud- las solicitudes de permisos remunerados y no remunerados, que al ser negados en algunas oportunidades porque no están dentro de los cánones establecidos, la gente abandona su trabajo e incluso el personal está renunciando por teléfono, una vez que se van del país.