Las fallas en el abastecimiento de carne de res en los diferentes mercados de la entidad, parece no tener solución tras la regulación de los precios por parte del Gobierno de 41 bolívares por kilo, pues los vendedores aseguran que ese costo no se ajusta a la estructura de producción.
Uno de los vendedores del mayor mercado de la entidad, que no quiso identificarse, manifestó que para que la mercancía llegue al precio regulado deberán los productores, es decir, los ganaderos como primer eslabón de la cadena de comercialización, bajar el precio de la res en píe, ya que en la actualidad se venía cancelando en canal entre los 30 y 35 mil bolívares por lo que es casi imposible cumplir con la regulación del nivel central.
Indicó que para lograr vender al precio que estipuló el gobierno deberían comprar los toros entre 14 y 20 mil bolívares a lo sumo, pero ningún productor quiere ofrecer el ganado a ese precio.
“El precio del ganado en pie está demasiado caro como para que nosotros podamos vender la carne en 41 mil bolívares, hay algunos ganaderos que están intentando bajarle a las reses pero todavía no llegan a los precios para que se dé la venta y pues no podemos vender en esas condiciones”.
Explicó que desde que comenzó a vender carne, hace aproximadamente 8 o 10 años, se trabajaba con la “regla por dos”, que es decir, que el precio de kilo en pie se duplica para venderlo al público, pues más de la mitad del animal se pierde entre curos, huesos y otros desperdicios; sin embargo ya esto no se está cumpliendo y desde hace meses desde el productor agrícola como el carnicero trabaja con porcentajes de ganancias muy mínimos.
“Lamentablemente un flete de Santa Bárbara hasta el matadero municipal puede costar más de 2 millones de bolívares y eso lo puede contactar cualquier organismo o funcionario que quiera hacerlo (…) La regla siempre ha sido por dos, si compra a 20 mil se vende a 40, y si se compra a 30 a 60 mil, más o menos como se venía haciendo; a ese ganado se le pierde demasiado y eso se está pagando dentro del kilo de carne en canal”.
Recordó que además de la venta de la res, salen los costos administrativos y operativos que tiene cada establecimiento, entre los que entran el pago de alquiler, pago de empleados, bolsas, mantenimiento de maquinas, cuchillos carniceros que ascienden a los 500 mil bolívares, limas para amolar, “una cinta para cortar hueso está en 200 millones, entonces eso quien los revisa”, se preguntó.
Para normalizar la situación y que el rubro vuelva al comercio considera que deben los ganaderos dar un precio razonable, que no es el del gobierno o que el mismo ejecutivo nacional les lleve las reses, como han venido haciendo con las ventas de pollo, “traen el producto al precio que quieren y aquí se los vendemos”.
Resaltó que como vendedor no le piden a los ganaderos que les del el producto “regulado, no, solo algo razonable hablemos de 23 mil bolívares en canal, igual no se le podría tener la ganancia que es debida pero podríamos vender, mientras tanto seguimos sin carne y cuando alguien vende le toca como si fuera un ladrón, a escondidas como si fuera un ladrón para que le den los costos de inversión, eso es injusto. Tenemos 10 días parados porque no recibimos ganado”.
En cuanto a la prohibición de circulación de ganado en pie para los estados fronterizos, manifestó estar de acuerdo porque con esta medida se pueden bajar los índices de contrabando que hay en la actualidad con el paso de carne hacia el hermano país.
“Eso está perfecto porque se va a mermar en contrabando que se da a modalidad de engaño de las reses que van a San Antonio y Ureña que no termina en esos municipio sino en Colombia. Aquí queda de parte de los mataderos que se pongan en regla para que nosotros como vendedores podamos acudir y se nos otorgue la guía directo al matadero donde se realizará el beneficio”, indicó.