Regresa el miedo por las lluvias en Trujillo

Las autoridades destacadas en el instituto de Meteorología de Caracas alertan sobre la continuidad de las precipitaciones, al menos por 48 horas más, especialmente lluvias acompañadas por vientos huracanados en horas de la tarde, por lo que se recomienda tomar las medidas previsivas del caso.

En el kilómetro 23 de La Ceiba la cosa se pone fea

 

Gabriel Montenegro.

El inesperado cambio de clima ha generado en los últimos días intensas precipitaciones en la región occidental, no escapando Trujillo de esta realidad , donde también son muchas las dificultades por las cuales atraviesa la población, especialmente por los derrumbes, deslaves y los consabidos problemas de tránsito en vías como la de San Jacinto – Miranday- La Cañada en el municipio Trujillo; quebrada La Vichú en la Zona Baja, el río Butaque en el municipio Pampanito, Quebrada de Cuevas- Valera, la temible quebrada de Escuque en varias zonas valeranas y la amenaza latente del río Motatán a la altura de El Cumbe y sectores circunvecinos.

Muchas vías de penetración colapsan con los fuetes aguaceros

Hay que estar mosca con derrumbes y deslaves

Las comunidades más propensas a los efectos devastadores de la naturaleza, son las ubicadas a las márgenes de ríos, riachuelos y quebradas, por lo que las autoridades alertan sobre la aparición de lluvias torrenciales acompañadas de vientos huracanados.

Las comunidades cercanas a las quebradas de Escuque , el río Motatán, sector El Cumbe, quebrada de Butaque, el río Castán, La Catalina, La Raga, río Monay, quebrada El Jobo, La Vichú, son las más propensas a las inundaciones y fuertes crecidas, por lo que los miembros de Protección Civil lanzan su llamado de precaución a la ciudadanía.

Se recomienda a quienes residen en residencias donde haya terrenos irregulares y amenaza de derrumbes, estar atentos ante cualquier contingencia, mientras es necesario además no lanzar basura al lecho de ríos y quebradas, porque los escombros y desechos muchas veces represan las aguas y al desbordarse por el aumento del cauce, la cosa se pone peor.

Hasta en la carretera hacia Mérida se pone muy peligrosa por el mal tiempo

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