Gabriel Montenegro.
El inesperado cambio de clima ha generado en los últimos días intensas precipitaciones en la región occidental, no escapando Trujillo de esta realidad , donde también son muchas las dificultades por las cuales atraviesa la población, especialmente por los derrumbes, deslaves y los consabidos problemas de tránsito en vías como la de San Jacinto – Miranday- La Cañada en el municipio Trujillo; quebrada La Vichú en la Zona Baja, el río Butaque en el municipio Pampanito, Quebrada de Cuevas- Valera, la temible quebrada de Escuque en varias zonas valeranas y la amenaza latente del río Motatán a la altura de El Cumbe y sectores circunvecinos.
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Hay que estar mosca con derrumbes y deslaves
Las comunidades más propensas a los efectos devastadores de la naturaleza, son las ubicadas a las márgenes de ríos, riachuelos y quebradas, por lo que las autoridades alertan sobre la aparición de lluvias torrenciales acompañadas de vientos huracanados.
Las comunidades cercanas a las quebradas de Escuque , el río Motatán, sector El Cumbe, quebrada de Butaque, el río Castán, La Catalina, La Raga, río Monay, quebrada El Jobo, La Vichú, son las más propensas a las inundaciones y fuertes crecidas, por lo que los miembros de Protección Civil lanzan su llamado de precaución a la ciudadanía.
Se recomienda a quienes residen en residencias donde haya terrenos irregulares y amenaza de derrumbes, estar atentos ante cualquier contingencia, mientras es necesario además no lanzar basura al lecho de ríos y quebradas, porque los escombros y desechos muchas veces represan las aguas y al desbordarse por el aumento del cauce, la cosa se pone peor.
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