La esperanza es un activo irremplazable y parte de un buen vivir, con la esperanza de que algo bueno estar por suceder; eso es buena materia prima para combatir la incertidumbre; esas angustias atormentan y producen hasta ataques de pánico y eso es el peor enemigo del ser humano; por eso aquel presidente de Estados Unidos Franklin Roosevelt dijo “ hay que tenerle miedo al miedo y tomarlo como tu peor enemigo”, eso trae atraso y perdidas y hay experiencia en varias partes del mundo donde los pensantes y aspirantes son quienes ordenan, mandan y a la vez sufren de castración, eunucos o el síndrome falla de testosterona o exceso de fertilizante, la ley del menos esfuerzo o el nada me importa porque ya está resuelto, bueno lectores el caso donde debemos afianzar nuestra voluntad y esperanza es que con todos los tropiezos que ya hemos pasado nuestra nación sigue siendo el país del planeta y más rico del mundo y no habrá fuerza en el universo por poderosa que sea que termine con todas esta bondades que Dios nos dotó y que saldremos a flote para beneficio de todos, digo todos, porque todos nos ocuparemos de que este país reine la paz, el amor y la abundancia, la ética y la armonía, un país próspero de primer mundo, atractivo para los inversionistas y generador de riquezas para que se sepulte la miseria y como prioridad una excelente educación de primera línea.
Si uno ama lo que hace no es trabajo, pero no tengamos duda que la gente de trabajo y productiva ama nuestro país y solo pide pista, aire u oportunidad para desarrollar sus ideas, apostar, producir, compartir puestos de trabajos y pagar sus imposiciones, no tengamos dudas que de este grupo somos muchos compatriotas, como extranjeros que ya tuvieron y disfrutaron como en familia en la pasada idiosincrasia del venezolano de buenos sentimientos y que aman a su país, que está dispuesto a fajarse en la tarea de hacer y no en el deshacer, construir y no destruir, amar a nuestra nación, de vivir para siempre con raíces firmes, sin pensar en aumentar la diáspora, sino en atraer gente buena, que sirvan y contribuyan al progreso que todos aspiramos, sea pronto y consiente de que el trabajo es el mejor aliado para la mente y salud, todos a la carga, en busca del progreso y la prosperidad; no le pidamos a Dios que guie nuestros pasos sino tenemos intensiones de mover los pies, recordemos aquello que reza así “ hay cosas que no debes negarle a tu vida que son serenidad, honestidad y esperanza.”
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la Convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
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