Para el próximo 15 de octubre tendrán lugar las elecciones de gobernadores, fecha adelantada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ya que dichos comicios estaban pautados para el 10 de diciembre del presente año de acuerdo al cronograma electoral establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Son diversas las proyecciones sobre el número que ganarían tanto el gobierno como Oposición. Por ejemplo, el constituyentista y exfiscal general Isaías Rodríguez, aseguró que el Psuv-GPP obtendrá 10 gobernaciones, lo que para muchos indica – tanto fuera como dentro del oficialismo – que la cifra real es menor. En cuanto a la Unidad y Alternativa Democrática, según las últimas encuestas, pudieran triunfar entre 17 y 20 estados. A tan solo días y habiendo observado y monitoreado el desarrollo de la atropellada campana electoral el panorama luce bastante claro, lo que hace vaticinar se repita lo ocurrido electoralmente en el 2015 donde se impuso el descontento a través del voto castigo, favoreciendo a la MUD, y por si fuera poco la participación estuvo por encima de la abstención. El estado Trujillo pudiera resultar una caja de resonancia.
Chávez “el portaviones”
El estado Trujillo es reconocido como uno de los más rojo rojito militante y electoralmente hablando, tienen la gobernación, la totalidad de los parlamentarios del consejo legislativo, 16 alcaldías y mayoría absoluta en 19 concejos municipales, todo logrado con el portavion Chávez, ya que el 99,99%, por no decir ninguno, de esos cargos de elección popular obedecen a un liderazgo propio de quienes actualmente los ocupan, entre ellos, el actual primer mandatario regional Henry Rangel Silva, tal como lo fueron sus antecesores Hugo Cabezas y Gilmer Viloria. Situación que se repite a nivel de gobernaciones en el resto del país donde gobierna el Oficialismo, a excepción de Amazonas, Lara y Miranda. Dicho portaviones aun después de fallecido logró que Nicolás Maduro en el 2014 ganara por menos de 300 mil votos la presidencia de la República, más no las parlamentarias del 2015, incluyendo Trujillo, donde pese a lograr más diputados perdió en votos.
Descontento popular más vigente que nunca
Corresponde ahora a los candidatos a las gobernaciones del Psuv-GPP enfrentar unos comicios sin ese portaviones que poco o nada sirvieron ante el descomunal “descontento popular” para evitar la contundente derrota del Psuv-GPP en las parlamentarias del 2015 – salvo algunas regiones como Trujillo, donde obtuvieron 3 de los 5 diputados – que a la final se impuso producto de la grave crisis económica-social que viven los venezolanos donde más del 80% se encuentra en pobreza extrema, hambre y miseria sin contar los que han muerto de hambre y/o falta de medicinas. Pero también hay que decirlo y repetirlo que gracias a ese descontento fue que la Oposición recupero la Asamblea Nacional, y no a liderazgo individual o colectivo alguno, y en la actualidad se ha profundizado pero igual se mantiene sin que algún factor de la Unidad y Alternativa Democrática y fuera de ella lo capitalice. Lo cierto es que en estas elecciones será nuevamente el gran aliado de los candidatos opositores, quienes aspiran tal como sucedió en el 2015 se exprese en votos constantes y sonantes para combatir la abstención.
¿Maduro, portaviones o “submarino”?
El principal depositario del legado del Comandante eterno es el presidente Nicolás Maduro, en consecuencia liderar este proyecto político denominado Socialismo del Siglo XXI, que ha resultado un total fracaso, Le ha correspondido asumir y mantener ese legado, misión en la cual ha fracasado desde la desaparición física de Chávez , fundamentalmente en mantener el apoyo popular a favor de la revolución y que hasta para los chavistas se debe a su pésima gestión rechazada por casi el 90% de la población. Si no ha podido con eso, mucho menos podrá servir de portaviones para cualquier proceso electoral, todo lo contrario, más que portaviones Maduro sería un “submarino” que aún permanece desde el 6 de diciembre del 2015 en las profundidades de la impopularidad.
Apoyo popular en caída libre
Definitivamente el apoyo popular a la revolución ha descansado y dependido en Chávez y Maduro. El primero, decaía y se recuperaba. El respaldo se basaba en una combinación liderazgo-populismo con lo cual mantuvo victorioso el proyecto durante 15 años incluyendo milagrosamente la elección de su sucesor presidencial
El fallecimiento de Hugo Chávez dio paso a Nicolás Maduro, quien heredó y destruyó a la vez ese apoyo popular, que igual al de Chávez inciden en los resultados de procesos electorales, debido a la crisis país que se vive, y la alta polarización conllevando toda consulta a un plebiscito, particularmente, bajo la presidencia de Maduro, los cuales han experimentado una especie de «caída libre» de difícil recuperación como sucedió en distintas ocasiones en la era Chávez.
Los números son implacables; a nivel nacional 2013: Maduro 50,61% – MUD 49,12% ; 2015: Maduro: 32,93%- MUD 65,27%. En cuanto al estado Trujillo con el portavion Chávez en las regionales del 2012, Rangel Silva (Psuv) 82,30% vs 17,27 % JH (MUD); 2013 presidenciales, 59,78% vs 39,99 %, parlamentarias 2015, 49,48% a favor de la MUD vs 46,25% del Oficialismo, tendencia que de mantenerse para nada favorece al candidato a la reelección
Rangel Silva ¿con que cuenta, y con qué no?
Era necesario previamente hacer una retrospectiva electoral ya que permitirá establecer a pocos días de los comicios con que cuenta Rangel Silva para la reelección y que le ha faltado… ¿Con que cuenta? Lo único es el populismo – política de Estado del régimen – que se alimenta del vergonzoso clientelismo político. Indirectamente lo otro que puede favorecerlo es la abstención, que estratégicamente vienen promoviendo utilizando entre otras artimañas, el dialogo, pretendiendo obligar a la MUD a sentarse en la mesa, así como también, los obstáculos del CNE, como fue el hecho ilegal de no permitir la sustitución de candidatos.
Con lo que NO cuenta y es determinante para su reelección. 1) el portavion Chávez 2) carece de buena gestión 3) no goza de apoyo popular por no tener liderazgo propio. Además del malestar que existe en el Gran Polo Patriótico (GPP) que se sienten “pateados” por el Rangel Silva, al no tomarlas en cuenta. Algunos han comentado a este cronista la preocupación en el oficialismo ya que la candidatura no ha calado y luce débil, dicen que “no despierta emoción” ni entre los seguidores del proceso.
La abstención: tabla de salvación
La abstención es la estrategia fundamental del régimen para ganar las elecciones de gobernadores y comenzó promoviéndola con el anuncio de la ANC que los gobernadores electos debían deben juramentarse y subordinarse a dicha instancia plenipotenciaria; con las amenazas que luego de electos serán inhabilitados por la comisión de la Verdad Justicia y Paz; el Dialogo para rayar a la MUD; la reubicación y emigración de electorales. Otro elemento es el voto nulo que buscan conseguir al negar la sustitución de candidatos.
Con estos antecedentes políticos-electorales y lo observado hasta la fecha, particularmente, la campaña del Psuv-GPP consideramos que este 15-O se repetirá – cuidado si con mucho más fuerza y contundencia – lo sucedido en el 2015, habida cuenta que el descontento popular es mayor y de nada sirvió al régimen apelar a la figura de Chávez, vemos el mismo periplo de Diosdado Cabello por las regiones con el mismo discurso, «que si ganan los escuálidos van a, quitarle las pensiones a los viejitos»; eliminarán las misiones; votaran a los empleados públicos;. Maduro con sus abusivas cadenas, y por último, “Chávetizar” la campaña, lo que demuestra el precario respaldo que tienen los pupil@s de Maduro y Diosdado que los conlleva – si la abstención es mínima – inexorablemente a la derrota, salvo aquellos que aspiran a la reelección, y que en función de su buena gestión posee liderazgo propio, como por ejemplo, el gobernador de Yaracuy, José León Heredia. Caso contrario, a Rangel Silva, sobre quien pesa una pésima gestión, que opaca y atenta sobremanera contra su reelección.
CAG el favorecido
Si la participación vence la abstención, que es la tabla de salvación de Rangel Silva, sumado al descontento popular que ahora es mayor y el voto castigo por su mala gestión, todo indica que los resultados favorecerán al candidato de la Unidad y Alternativa Carlos Andrés González, para convertirse en el nuevo gobernador del estado Trujillo.