Reconocimiento y legitimación de los demócratas trujillanos | Por: Leonardo Montilla

La política es la ciencia que hace posible lo que pareciera imposible, es también una convicción, un compromiso, es en definitiva la búsqueda del bien común y de hacer realidad el desarrollo individual y colectivo.

La opinión en medio de demócratas siempre será variable y la aproximación a la verdad sólo será posible en la medida que las coincidencias siempre sean más importantes que las diferencias.

Estamos en un momento donde existe un proceso de reacomodo de la complejidad que caracteriza el proceso político venezolano, no solo de los que estamos en el campo democrático, igualmente de todo este entramado de elementos que  tienen que ver con la vida de la República. Es hora de pensar y no repetir, de crear y no acomodarse, es momento, de acuerdo a los resultados de la política que hemos defendido con convicción en los últimos dos años, de revisar «el qué hacer» y  «cómo hacer».

Es por eso que la referencia que hace Manuel Mendoza es altamente válida para todos, porque simplemente los hechos lo exigen.   La legitimación del liderazgo demócrata local, reviste una importancia histórica, va consustanciada con el reconocimiento al esfuerzo político que todos hemos hecho en 21 años de confrontación con la dictadura. La mejor manera de revitalizar los partidos, las organizaciones populares y civiles es legitimando mediante el apoyo popular de sus representantes, jefes y liderazgo en general.

El momento lo amerita, no solo en lo nacional, al cual seguramente no le interesa mucho un proceso así, pero aquí en la región, en el Estado, en los municipios, es perfectamente válido, sensato y afín con el deseo de cambio de todos. No se puede continuar en un conflicto permanente y antiunitario, donde un » jefe» impuesto por no sé quién sea el que oriente, mande y los demás obedecemos, una visión muy comunista por cierto.

Tenemos una realidad enfrente, todos nos preguntamos. ¿Y Ahora? ¿resistencia, elecciones, desconocimiento, exilio? qué va a pasar, cómo va a ser el impacto político de la Delegada y del presidente Guaidó en los próximos días, cómo se implementará en los municipios, con qué contamos ? Cuántos estamos, somos solo la vanguardia o tenemos pueblo? Qué va a pasar con nuestras organizaciones secuestradas por el régimen.! Ese, este en mi opinión es el debate, sin descalificaciones, reconociéndonos unos y otros, no es pecado opinar  y menos pensar. Igualmente no podemos repetir una historia como el G4, que cumplió su propósito pero  los hechos y resultados lo superaron, repito que cumplió su acertado papel como instrumento de la política de la legítima AN y del gobierno interino pero que los hechos actuales reclaman variación.  La legitimación es validad, importante, necesaria. El que quiera conducir los procesos por venir que muestre fuerza, reconocimiento, sustento, es el mejor aporte a la lucha democrática que nos pudiese conducir a la unidad política de propósitos y compromiso.

@LeoMontilla

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