Reconocer las propias limitaciones evidentemente implica reconocer cuáles capacidades tenemos y cuáles no tenemos, lo cual solamente se aprende con la experiencia. No debemos subestimarnos pero tampoco debemos sobrestimarnos.
No obstante, hay evidencias de que muchas personas tienden a sobrestimarse. En un estudio que se hizo con un millón de estudiantes universitarios en Estados Unidos, el 70% respondió que se consideraba por encima del promedio. Asimismo, en un estudio que se hizo también en Estados Unidos, un 94% de los profesores universitarios respondió que su trabajo tenía una calidad por encima del promedio (1)… No hace falta decir que tanto los estudiantes como los profesores sobrestimaron su propia capacidad.
Sobrestimar las propias capacidades obviamente puede conducir a tremendas frustraciones en la vida personal. Pero en política y en la sociedad también sucede que muchos ciudadanos sobrestiman sus capacidades para desempeñar cargos de dirección y eso puede ocasionar mucho daño a la población. Eso ocurre con frecuencia en nuestro país y lo vemos por ejemplo en el caso de muchos cargos que requieren de una gran preparación técnica que no tiene el directivo que desempeña el cargo.
Muchos autores eminentes han insistido en la importancia de mantener las actividades dentro de las propias capacidades. El filósofo griego Demócrito (aprox. 460-371 A. de C.) es conocido por haber desarrollado la concepción del ‘átomo’ pero también dejó importantes reflexiones existenciales y éticas. En uno de sus fragmentos dice: “El contentamiento proviene de no hacer demasiado, sea en la vida privada o pública, y de mantenerse en lo que sea que uno haga dentro de las propias capacidades y naturaleza” (2). De manera similar el extraordinario filósofo griego Sócrates (469-399 A. de C.) expresó con gran agudeza la importancia de reconocer las propias limitaciones en todos los aspectos de la vida. El escritor griego Jenofonte (aprox. 428-354 A. de C.) entre otras obras escribió: ‘Recuerdos de Sócrates’ en la cual evidencia su enorme admiración por el gran filósofo. En una parte de la obra Sócrates está dialogando con Eutidemo y Sócrates dice: “¿No es obvio que las personas obtienen muchos de sus beneficios cuando se conocen a sí mismas y muchas de sus desdichas cuando se auto-engañan?. Las personas que se conocen saben lo que es apropiado para ellas y pueden distinguir entre lo que son capaces de hacer y lo que no son capaces de hacer” (3).
Asimismo, el gran autor alemán J.W. Goethe (1749-1832) en una de sus ‘Máximas’ dice: “Quien reconoce los límites de su inteligencia se acerca lo más posible a la perfección” (4).
Por otra parte, la cuestión de ascender a un cargo en el cual la persona solamente manifiesta incompetencia ya ha sido estudiada. Por ejemplo, recordemos al conocido educador canadiense Laurence J. Peter (1919-1990) y al escritor canadiense Raymond Hull (1919-1985) que en el año 1969 publicaron su conocida obra: ‘El Principio de Peter’ en la cual enuncian: “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia” y unas líneas más adelante enuncian el corolario: “Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones” (5)….¡Eso ocurre frecuentemente en nuestro país!!!.
Para finalizar, es muy importante aprender a no engañarnos sobre lo que podemos hacer exitosamente o no. NOTAS: (1) Pag. 68, en Cap. 4, en Jonathan Haidt ‘The Happiness Hypothesis’. Basic Books (2006). New York. (2) Juan de Estobeo ‘Antología’, 4.39.25. Pag. 190 en ‘The First Philosophers’, A new translation by Robin Waterfield.Oxford Univ. Press (2000). (3) Libro IV, Cap. 2). (4) Pag. 44 en Marcel Brion ‘Goethe. Vol. Primero’. Salvat Editores (1986). (5) Pags. 28 y 29 en Laurence J. Peter y Raymond Hull ‘El Principio de Peter’. Plaza & Janés (1973). Edición original en inglés: 1969.
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