El mayor problema para la recolección de desechos es el costo del transporte, la cuota mensual que la alcaldía capital del Táchira paga por 26 camiones le alcanza a la empresa para dos pipas de aceite que consume un camión en un mes, o debe reunir el monto de dos meses para comprar un caucho para un solo camión
Por : Judith Valderrama – Los Andes Semanario del Táchira
Es la apariencia de un país. Las montañas de basura en toda Venezuela son un reflejo de un sistema que fracasa, donde pocos servicios funcionan, pero la recolección de basura apenas subsiste, es moribunda.
Ya es casi imposible seguir manteniendo un servicio de recolección, cuando un caucho para un camión equivale al pago de dos meses del servicio de una flota de gandolas, como sucede en San Cristóbal. Ninguna empresa quiere trabajar porque los transportes se deterioran y no hay como sustituir los repuestos que requieren.
En los seis meses de gestión del alcalde Gustavo Delgado, ya se han originado siete paralizaciones de la recolección de basura en el municipio San Cristóbal, la última, que recién se levanta fue de 13 días, tomando en cuenta esa referencia, más de la mitad de su gestión no se ha podido prestar el servicio de recolección.
La ciudad capital del Táchira es un monumento a la basura, en las avenidas y comunidades los cerros de desechos son la decoración que no falta, con estos las moscas, ratas y gusanos que incrementan la insalubridad y con ellos la morbilidad de una población que no tiene cómo atenderse, con un sistema de salud también colapsado y unos medicamentos incomprables.
El director de Empresas y Servicios de la alcaldía de San Cristóbal, José Antonio Simones, explica que desde el 17 de diciembre del año 2017 inició un incendio que nunca se ha detenido, lo que no permitió ingresar más desechos al vertedero del municipio Torbes por un largo periodo. Con este siniestro fueron colapsando los patios de ingreso del vertedero y no tenían donde depositar los desechos.
La basura genera gas butano y metano que es muy explosivo y no se ha controlado el fuego, sigue vivo desde hace siete meses en el vertedero de San Josecito.
“Además la falta de máquinas para limpiar los patios donde se disponen los desechos, es otro problema, porque no teníamos, ni tenemos máquinas. Otros de los factores que originan el cierre en estos meses son los tranconazos que hacen las aproximadamente 200 familias que viven alrededor del vertedero”.
Simones agrega, que las protestas constantes de la comunidad por falta de gas, agua, luz, comida originan trancas en el acceso al vertedero y no dejan pasar los camiones.
Camiones de recolección ahora se venden por chatarra.
En este momento, para restablecer el servicio de recolección en la capital del Táchira, ubicaron ocho máquinas en el vertedero. De acuerdo al director de Empresas y Servicios esta limpieza de los patios en el basurero de San Josecito es indispensable, de lo contrario los camiones se quedarían atascados o se le pincharían los cauchos al intentar ingresar o salir.
El transporte es el gran problema de la recolección, por los costos tan extraordinarios que en Venezuela implica mover un vehículo.
Para reiniciar el proceso de recolección que comenzó hace un semana en San Cristóbal, fue necesario que la alcaldía capitalina contratara 26 camiones que recogen los desechos en las 26 rutas establecidas en la situación de emergencia, porque en total las rutas diseñadas para dar cubrimiento al municipio son 48, pero no hay suficientes vehículos para cubrirlas por completo.
Por tanto, solo se trabaja en la mitad de la cobertura del plan de recolección. Esa es la razón por la que es más lento el proceso y no pueden llegar en los días establecidos a todos los puntos donde antes asistían tres veces a la semana.
– ¿Ustedes prestan entonces un servicio a medias, de 48 rutas solo hay 26 camiones, menos de la mitad de lo básico requerido?
-“Así es, salen la mitad de camiones que deberían salir porque eso es lo que hemos podido contratar, y aún esos 26 no siempre están todos operativos, pasa que a media mañana algún conductor nos reporta que se espichó un caucho, que se quedan sin aceite, sin frenos u otra falla mecánica. El grave problema de la alcaldía con la recolección es la operatividad de los camiones que contrata”.
Explica José Simones, que los camiones generan un beneficio a la comunidad, pero a las empresas propietarias de estos vehículos lo que les dan es dolor de cabeza, porque no les están generando ninguna ganancia.
“En la última reunión que tuvimos con las empresas que prestan los servicios de camiones, ellos nos pidieron que se les suba su pago a dos millardos y medios de bolívares”.
En la actualidad la alcaldía de San Cristóbal les paga 650 millones de bolívares al mes, el aumento que exigen las empresas de camiones pasa por un desembolso de 400 % más, del presupuesto establecido, y de acuerdo al director de Empresas y Servicios del Municipio, la alcaldía no tiene presupuesto para ese desembolso de dinero, “por la hiperinflación, así le otorgáramos esos montos llegaría pronto el momento en que tampoco les alcanzaría”.
Un caucho para un camión recolector cuesta un millardo y medio de bolívares, cita Simones, que la alcaldía entiende al sector transporte de basura en cuanto a sus peticiones de más pago, porque por un mes de servicio les cancelan -por toda la flota- 650 millones de Bs.
“Tienen que trabajar dos meses para comprar un caucho y tienen 26 camiones, y sin contar el valor de un pipa de aceite, que consume cada camión en 15 días, a un costo de 300 millones de bolívares. Lo que se les cancela por un mes les cubre dos pipas de aceite, que alcanzan para un solo camión”.
– De acuerdo a lo que puede pagar la alcaldía y los costos de operatividad de “solo” los camiones recolectores, la ecuación es sencilla, ese servicio tal y como está planteado ¿va a desaparecer?
– “Si. Eso parece, si las cosas siguen así. Yo estuve hablando con los propietarios de una de las más grandes empresas, Lirbeca. Me dio hasta tristeza, el señor Pedro Zambrano, después de tener más de 60 camiones compactadores y ser una empresa pionera a nivel nacional, ganó premios por su servicio, ahora está vendiendo los camiones como chatarra y le dan seis dólares por tonelada, porque ellos ya no pueden reparar los vehículos”.
Una flota de 26 camiones estás atendiendo ahora la recolección de basura en San Cristóbal, la que ocurre a cuenta gotas porque sectores como Genaro Méndez y sus zonas adyacentes, hace más de un mes no ven un camión recolector
Son pocas las alternativas sin presupuesto, ni voluntad
Las alternativas para garantizar el servicio de recolección de basura en el municipio San Cristóbal, son similares a las del resto del país. El director de Empresas y Servicios, José Simones dice que hay muchas, pero sin presupuesto no se pueden desarrollar, por ahora sólo paliativos a la crisis es lo que logran activar, pero soluciones no están desarrollando.
“El alcalde Gustavo Delgado ha ido a Caracas y solicitado, haber sí de repente el Ministerio de Ecosocialismo y Agua da algunos recursos, porque a algunas alcaldías se le han otorgado camiones compactadores de basura, para poder disminuir los costos del servicio para el gobierno municipal”, pero no es un planteamiento que aún tenga repuesta, indica el funcionario.
Las alternativas que presenta la alcaldía, sin mucha inversión, son básicamente educar a la población, que aun cuando suena sencillo es una tarea titánica. “Hemos implementado formación en materia de reciclaje en algunas comunidades, de este modo se llevará menos material al vertedero”.
La segunda opción en la que trabajan, es ubicar un terreno dentro del municipio San Cristóbal para un vertedero de transición, lo que acortaría la trayectoria de los camiones y bajaría sus costos, por menos desgaste. En la actualidad cada viaje al vertedero de San Josecito es de 21 kilómetros, y cada camión viaja dos veces al día en promedio.
“Si se disminuye la trayectoria de los camiones y la población disminuye sus desechos implementando el reciclaje, todos saldríamos ganando. La comunidad se beneficia porque con lo obtenido del reciclaje pueden adquirir por ejemplo, bombillos, pintura y otros productos para mejorar su comunidad”.
Las soluciones que plantean desde el gobierno municipal de San Cristóbal son a mediano y largo plazo, pero el colapso, sino se aplican medidas urgentes, puede ser en corto o mediano plazo.
Morosidad de servicio de aseo es de un 98 %
La alcaldía de San Cristóbal financia el servicio con un reducido aporte del situado o presupuesto del Estado, la mayor inversión proviene del pago del servicio por parte de la población, pero la morosidad la estiman en 98 % en este momento.
Hay otro procedimiento que si bien, no es un factor determinante de ingresos, también pudiera representar entradas y mejoras al estado de insalubridad de la ciudad, son las sanciones a quienes infringen la normativa municipal del depósito de basura en sitios públicos.
Explica Simones, director de Empresas y Servicios del municipio San Cristóbal, que las sanciones son multas, que van desde 300 hasta 3000 unidades tributarias. Ya han aplicado estas sanciones porque muchos ciudadanos y dueños de negocios deliberadamente arrojan la basura, incluso a parques y áreas verdes.
La basura del gobierno.
Los desechos sólidos son un tema que no ha querido atender enserio la administración nacional, regional y municipal de todo el país y es uno de los servicios que a simple vista más se evidencia cuando no sirven, según opinan habitantes de San Cristóbal.
Pedro Aranguren, vive en la avenida Carabobo, dice que los negocios arrojan la basura en las noches y las madrugadas y quienes ahí habitan salen a limpiar, pero a los minutos de nuevo han tirado desechos y cada día es más.
Rosaura Pacheco, vive en la urbanización Los Ángeles junto al Genaro Méndez en San Cristóbal, está convencida que parte del que ella llama aniquilamiento de una población, pasa por no recoger los desechos de los ciudadanos: “Antes no era así, el aseo pasaba religiosamente tres veces por semana. Ahora no les dan presupuesto para que funcionen. Caracas es absolutamente un basurero gigante por todas partes y esa basura nos mata, ya San Cristóbal va por las mismas. Por aquí hace más de un mes que no pasan y el alcalde vive diciendo que comenzó la recolección, pero será por donde él pasa. A los barrios ya les tiene asco, porque por estas zonas populares no viene el alcalde, ni manda a recoger la basura”.
Melisa Valdivieso, es ingeniero ambiental y dice que el tema de la basura que inunda las ciudades de todo el país, es consecuencia “como todo”, de la corrupción y la falta de interés, nunca se quiso invertir en plantas recicladoras y miren las consecuencias, ahora es el país de la basura, dice.
“El lugar de disposición final tiene que dejar de ser un vertedero, para ser un procesador y usar el plástico, el papel, la chatarra, el vidrio como generadores de recursos para el municipio. No ha existido, ni existe por parte de ningún alcalde la intención de lograrlo, sino San Cristóbal ya lo tuviera o lo estuviese construyendo. Todos lo prometen y ninguno lo cumple”.