Este miércoles 30 de agosto, a las diez y media de la mañana, se efectúo el acto de entrega de un madero perteneciente a la casa natal del Dr. José Gregorio Hernández. La actividad se realizó en las instalaciones del Santuario Niño Jesús en la población de Isnotú, estado Trujillo.
El madero corresponde a un lote de aproximadamente ocho piezas que habían aparecido durante las excavaciones de remodelación, obra que se llevó a cabo ente los años 2012 y 2013. De estos maderos ya el santuario está en posesión de cuatro. En esta ocasión se recibió el más grande, pues mide un metro cuarenta y dos centímetros de alto y se trata de uno de los horcones de vero, que servían de base a la casa donde nació el beato.
Además del padre José Magdaleno Alvarez, rector del Santuario y párroco de Isnotú, y la directora del Museo del Santuario, licenciada Carmen Araujo, se contó con la presencia de los señores Gustavo Adolfo Peña quien operaba el retroexcavador John Deere 410-C (maquinista) en los trabajos de remodelación y el señor Ramón Segundo Castro Olmos quien ejerció como subcontratista de la empresa principal en la obra y fue la persona encargada de las excavaciones, por lo cual sus valiosos testimonios sobre estos objetos corresponden a informadores presenciales. También estuvo como testigo del acto Yoel Antonio Barreto, vecino de Isnotú y artesano “reliquero” quien dio testimonio de reconocimiento del madero conseguido durante la excavación y remodelación.
La comitiva se propuso como primer paso observar y revisar los cuatro maderos ya expuestos en el museo diocesano del santuario; posteriormente se procedió al recorrido por las instalaciones donde se ejecutaron los trabajos de remodelación del patio principal (Plaza del Peregrino) para precisar con el maquinista el sitio exacto de la extracción de los troncos, así como de un conjunto de ladrillos semi circulares (de media luna) que se resguardan en el santuario.
Los señores Gustavo Peña y Ramón Castro señalaron que el madero descrito en esta ocasión se extrajo a una distancia aproximada de un metro de distancia en donde hoy se ubica el oratorio del beato, sitio que fue la habitación de su nacimiento. Allí estaba la casa natal. Este y los otros horcones inspeccionados, un total de ocho, se hallaban en paralelo a la línea frontal y perpendiculares como formando una ele (L). Los ladrillos de arcilla de forma semicircular (media luna) y los ladrillos cuadrados que se resguardan en el museo fueron encontrados en el mismo lugar.
Fortalecer el patrimonio del santuario
Explicó el padre Alvarez que “en la propiedad que compró don Benigno Hernández, donde nació el beato en 1864, había dos construcciones o casas. Frente al camino real estaba la que servía de casa de comercio donde Benigno tenía un expendio de mercancías. La del fondo era de habitación familiar. Posteriormente el papá de José Gregorio mandaría a levantar dos cuartos más para albergar a sus hermanas religiosas de clausura cuando el gobierno de la época clausuró conventos y seminarios y expulsó al clero extranjero. En esta ocasión estamos hablando de maderos extraídos del sitio exacto donde estaba la casa de habitación familiar”.
También señaló que con esta iniciativa se pretende seguir fortaleciendo el patrimonio del santuario que honra al hijo predilecto de Isnotú y a la vez propiciar que los peregrinos y devotos tengan contacto con este tipo de reliquias.
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“Resulta muy especial para nosotros que, en el marco de los preparativos para la fiesta del beato a realizarse en octubre, cuando estamos ejecutando varios proyectos, se de la feliz coincidencia en que estos devotos quisieron buscar y entregar otro madero de la casa natal. Durante varios días permanecerá en el sitio donde nació el beato y posteriormente será expuesto en el museo diocesano Dr. José Gregorio Hernández Cisneros” dijo el padre Alvarez.
Cortesía: Vicaría diocesana para las comunicaciones
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