(Luinerma Márquez) A 14 años del cierre de Radio Caracas Televisión, los periodistas Isnardo Bravo y Laura Castellanos, compartieron junto al coordinador del Observatorio Venezolano de Fake News, León Hernández, sus mejores recuerdos en el canal, en el marco de las Jornadas de Libertad de Comunicación, transmitida en línea este jueves 27 de mayo.
“Fuimos una industria de hacer periodismo, teníamos un estilo propio que hoy nos define”, comentó con nostalgia la periodista Laura Castellanos; “dejamos una huella, hacíamos un periodismo humano, de comunicación empática y sentimental, pero lleno de información”, expresó la comunicadora al recordar los 5 mil 114 días que han transcurrido de aquella injusticia para la libertad de expresión en el país.
De acuerdo con esta afirmación, su excompañero de trabajo, Isnardo Bravo, aseguró que en su experiencia como reportero en la tragedia de Vargas, en 1999, le permite hoy asegurar que los periodistas de RCTV eran profesionales comprometidos con la gente.
El comunicador también comentó que, aunque pudieron existir errores en el canal, resulta innegable asegurar que el cierre de RCTV fue el comienzo del control absoluto por parte del Gobierno sobre los medios de comunicación.
Sobre esta iniciativa de disertación organizada por la Asociación Civil Medianálisis y el Centro de Investigación de la Comunicación UCAB, el director general de Medianálisis, Andrés Cañizález, enfatizó el compromiso que tienen desde la organización para promover y apoyar el periodismo independiente con la libre circulación de información e ideas en Venezuela.
Seguimos siendo Familia
Más de 5 mil empleados que trabajaban en el canal quedaron a la deriva luego de negarle la concesión a RCTV, sin embargo, la panelista Laura Castellanos comentó que siguieron unidos en el infortunio, construyendo una comunidad de profesionales que se daban la mano unos a los otros.
Dos años fuera del ejercicio periodístico condujeron a la periodista a reinventarse y elaborar lazos para niñas, aunque no pasó mucho tiempo para volver a hacer lo que le apasiona. Aseguró Castellanos que gracias a la formación que recibió en Radio Caracas Televisión, estuvo preparada para iniciar nuevamente desde cero.
En el caso de Isnardo Bravo, tuvo la oportunidad de seguir en ejerciendo su profesión en otro canal de televisión, aunque poco tiempo después quedó sin trabajo y su esposa colaboró con la carga económica del hogar, a pesar de estas dificultades, el periodista apostó en la resiliencia y sacó de la adversidad lo mejor de sí.
Periodismo de Calidad
La cultura organizacional de Radio Caracas Televisión fue forjando profesionalmente a cada uno de sus trabajadores, el medio contaba con una academia de radio, cine y televisión en el que se realizaban talleres formativos que sirvieron como herramienta para enfrentar el futuro que les esperaba luego del cierre de RCTV.
“En Radio Caracas (Televisión) se vivía una cultura de formación para un profesional integral, había cursos y adiestramientos para actores, técnicos, periodistas y todo el personal que ahí laboraba”, recordó Laura Castellanos.
Otros ejemplos de valores de la empresa se debían a la meritocracia, “la gente se ganaba su puesto dentro de la empresa”, exclamó el periodista Isnardo Bravo para añadir que “la gente necesita rescatar los valores que se promovían en RCTV, como dignidad, formación y diciplina, que además son condiciones necesarias para formar a un país”.
El precio de la libertad
Los panelistas concuerdan en que el valor de ser libre en un país con tantas repercusiones, hostigamientos y vejámenes a los periodistas recae sobre la tranquilad de sus familiares, quienes conocen el precio que pueden pagar los opositores o críticos al Gobierno.
“Debemos revisar hasta dónde podemos usar la libertad de expresión, sin que se convierta en un libertinaje”, destacó el periodista Isnardo Bravo, quien además piensa que en medio de la situación que atraviesa el país, como periodista hay que buscar los medios para seguir haciendo el trabajo, entendiendo que no estamos en una democracia.
Golpe a la libertad de expresión
La medida comenzó con el anuncio del entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien manifestó públicamente “se le acaba la concesión a ese canal golpista” el 28 de diciembre de 2006, plazo que concluyó la noche del 27 de mayo del año 2007, por tratarse de un medio de comunicación que se criticaba la gestión del Gobierno revolucionario.
La señal del canal pionero de la comunicación en el país, por casi 53 años, se fue a un negro indefinido, acción que generó un duro y fuerte golpe a la libertad de expresión en Venezuela, inmediatamente el Gobierno se apoderó de los equipos de la radiodifusora de la empresa, dejando a más de 5 empleados desprotegidos.
Estas acciones arbitrarias por parte del Estado contra la prensa, televisión y radio fueron en ascenso, debido a que en 2009 ya se contabilizaban 34 emisoras de radio cerradas, posteriormente se impuso la venta forzada de Globovisión, cambiando por completo su línea editorial y, más recientemente, la medida tomada el 14 de mayo contra el diario El Nacional.
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