Tras más de dos años de paralización, frente al cierre del Aeropuerto Mayor Buenaventura Vivas, más de 100 taxistas que prestaban el servicio de movilización se quedaron de brazos cruzados. Algunos optaron por emigrar del país y otros se dedicaron a la agricultura en los campos.
Este martes, con la activación del Aeropuerto de Santo Domingo, los taxistas volvieron a sus puestos de trabajo, ansiosos por continuar con lo que mejor saben hacer.
«Fueron casi dos años parados, donde nos tocó buscar la manera de cómo vivir», expresó Mario Pulido, integrante de una de las líneas de transporte del aeropuerto.
Mientras que José García, narró que ahora son más de 100 familias que vuelven a tener la posibilidad de generar ingresos.
«Nos fuimos a los campos a sembrar, todo el mundo se abrió y algunos se fueron para Colombia», relató José García, quien retornó este marte a sus labores de conductor de taxi.
Por ello, el gremio taxista quiere que en enero el aeropuerto se mantenga abierto y esperan que la activación no solo sea por dos meses con propósitos electorales.