Hablar con ella y sobre ella, es elevarse a una atmósfera casi irreal, llena de ternura, de amor, de belleza, donde no tienen cabida la agresividad ni la violencia, a pesar de que precisamente estos dos elementos signaron parte importante de la vida de esta digna exponente del arte popular venezolano.Elvins Humberto González
Elvins2020@hotmail.com
HISTORIAS DE VIDA
Identificación plena con los Virgen de los Espejos, polifacética artista, de las grandes del estado Trujillo. Al igual que talla, pinta, borda, teje, hasta canta y baila. Un derroche de naturalidad y amor. Así es Rafaela Baroni, leyenda viva de nuestro arte y cultura.
Rafaela Baroni es con su don, un ser especial. De su alma y corazón solo brota amor. Ha vivido rodeada de ese amor al cual ella le ha dado color y vida gracia a su espiritualidad libre.
Ese mundo mágico, de encanto, realidad y fantasía, rodea el ambiente cuando uno se acerca a la vida y la obra de Rafaela Baroni, cuyas manos han labrado la madera por muchos años para crear tantas piezas artísticas que han logrado trasponer las fronteras, no solo de Trujillo, sino del país.
Hablar con ella y sobre ella, es elevarse a una atmósfera casi irreal, llena de ternura, de amor, de belleza, donde no tienen cabida la agresividad ni la violencia, a pesar de que precisamente estos dos elementos signaron parte importante de la vida de esta digna exponente del arte popular venezolano.
Esta especial, singular, sencilla y humilde mujer celebra su cumpleaños 83 de vida. Vio la luz de la vida un amanecer, como cualquier otro, seis de la mañana, día viernes radiante, de espléndido sol y fría brisa que le daban los buenos días al poblado de Villa Mercedes en La Mesa de Esnujaque, el primero de noviembre de 1.935, ese ambiente fue testigo del nacimiento de una niña, hija de María Miliani y Francisco Baroni, inmigraste italiano que llegó a esa tierra a laborar como agricultor. Era el regalo de Dios para sellar el amor entre ambos.
Un brillo especial
A Rafaela Baroni se le percibe en los ojos un brillo muy especial cuando recuerda esos primeros tiempos de su vida, sobre todo cuando habla de sus primeros encuentros con el arte, al ayudar desde los siete años a su mamá María a tallar figuras en palo de anime y a tejer, para obtener algún dinero que les permitiera sobrevivir en medio de tantas vicisitudes.
Una pequeña muñeca negra de trapo que le hizo la mamá fue su primer juguete.
Siempre se ha sentido cerca de los negros. “Ellos también tienen alma” suele decir cundo se le pregunta sobre el tema. Aún conserva esa muñeca, confundida entre tantas tallas en madera que guarda en su incipiente museo, «Los Ojos del Búho», a cuyo desarrollo ha dedicado parte importante de sus esfuerzos, en la población de Betijoque, a pocos kilómetros del Santuario del Dr. José Gregorio Hernández en Isnotú.
Dos veces muerta «con todo y velorio»
Rafaela Baroni “No debemos tener miedo a la muerte, al contrario, debemos estar felices porque nos encontraremos con Cristo Nuestro Señor. Presa Ula-Nurr. Estuvo muerta dos veces y logró resucitar.
A Rafaela Baroni se la llevaron de La Mesa de Esnujaque, cuando estaba muy pequeña, para San Cristóbal de Torondoy, en el estado Mérida. Allí, a los 11 años, sufrió el primero de lo que tal vez hoy los especialistas llamarían en forma muy académica sueño cataléptico, pero que para ella fue, sencillamente, «la primera de dos muertes que he tenido».
En su autobiografía señala que: “Me tenían dentro de una urna y en pleno velorio resucité, doce horas después de morir”.
«La segunda muerte» se produjo -siempre según su relato- cuando tenía 32 años, pero esta vez el trance se prolongó por 72 horas y de no haber sido porque a su mamá se le quedaron en Boconó unos documentos necesarios para efectuar el sepelio en Valera y hubo que retrasarlo, tal vez a Rafaela la hubieran enterrado viva. “Volví a la vida cuando casi me iban a meter en el hoyo. Y lo peor era que yo escuchaba todo pero no podía hacer nada”.
En «Los Ojos del Búho», ella tiene una urna en la que suele meterse, según dice, para meditar y también ha realizado expansiones con el tema de sus dos muertes.
Ella amor lo encontró en Boconó
Sus particulares nacimientos han sido de gran atracción
En un momento crucial de su vida se separó de su familia y se fue sola a Boconó, a donde llegó con seis bolívares en el bolsillo. Vagaba por las calles, estaba siempre cantando y le decían que estaba loca.“Me colocaba en la cintura una serpiente para que nadie se me acercara ni me molestara”.
Relata que, dormía en la plaza del pueblo y que por las noches sentía que el frío casi la congelaba, «pero las hormigas me cubrían y me daban abrigo».
Después de esta pesadilla que duró seis meses, consiguió un trabajo en la Sanidad. “Cuando estaba pequeña yo le ponía ampolletas a mi muñeca de trapo porque siempre quise ser doctora y así aprendí a inyectar”.
Por esos días conoció a su gran amor, Rogelio Albornoz, ambos se encontraron por primera vez a las puertas del cine, casi no se hablaron, pero ella estaba segura, según confiesa, que esa iba a ser la persona que la acompañaría por el resto de su vida.“A los seis días nos casamos”.
La Virgen del Espejo
Desde hace más de cuarenta años se dedicó completamente al arte y sus presentaciones dramática también han sido parte de su historia.
Su mundo mágico y encantador siempre se ha visto rodeada de decenas de ángeles, de distintos santos, de pesebres y otras tallas que se caracterizan por su gran colorido, entre ellas las imágenes de la Virgen del Espejo, sus dos primeras obras por lo tanto las resguarda en una especie de gruta y en un nicho de cristal y ambas, al igual que sus ángeles, llama la atención que tienen la cara de la artista que los crea.
Rafaela les compuso una canción y cuya letra encierra una enorme carga de espiritualidad, conmovedora y dulce.
La Virgen del Espejo. Cortesía Darwin Montes
Su devoción
Amante de la naturaleza, de los árboles y plantas, los cuida para que se mantengan siempre vivos, todo gracias al amor que les transmite. Coorporación Trujillana de Turismo
La historia de la devoción por la Virgen del Espejo nace hace más de cuarenta años cuando sufrió un desprendimiento de retina con derrame interno. Los médicos le habían dicho que sería ciega por el resto de mi vida, pero a los dos años se le apareció la Virgen del Espejo tres veces mientras ella soñaba, “a la tercera vez me desperté, abrí los ojos y como veía creí que estaba soñando, pero no era así, había recobrado la vista gracias a un milagro de la Virgen.”
La Santísima Virgen del Espejo data de 300 años, en el estado Mérida. Para el año 1974 muchos la tildaron de loca cuando contó de sus vivencias con la Virgen. Su fe era mucho más grande y poderosa que cualquier comentario dañino en su contra. Dice, que a la Virgen del Espejo le debe su éxito y el que todo el mundo sepa de ella, y del prestigio que ha gozado en su vida.
Más allá de las fronteras
Su dedicación al arte ha sido completa, todo el tiempo está creando
La trascendencia de la obra de Rafaela Baroni no se ha quedado en la región, sino que ha ido mucho más allá. Y son muchas las distinciones obtenidas por esta insigne artista trujillana, entre ellas la que concede la Bienal de Arte Popular que organiza el Museo Salvador Valero.
En el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas logró catapultarse y una exquisita obra suya adquirida por Sofía Imber, un pesebre tamaño natural, era expuesta allí en forma permanente.
También ha llevado su arte fuera del país. Hace algunos años participó en una feria internacional de arte popular y artesanía, que se celebró en Santiago de Chile. Sus trabajos fueron objeto de importantes elogios por parte de la crítica de arte.
Fe inquebrantable
El paraíso de Aleafar en el municipio Rafael Rangel, hogar de Rafaela Baroni
El amor, el matrimonio, la maternidad y los problemas económicos han sido una constante en la vida y obra de esta artista. Su fe inquebrantable se manifiesta plenamente en su trabajo. Realiza su primera exposición en el Palacio de Gobierno del estado Mérida (1979), en el año 1980 participa en la exposición de Arte Popular, organizada por el Museo de Arte Popular Salvador Valero;en el año 1982 se consagra como artística plástica trujillana al exponer sus tallas en Chile como reseñamos anteriormente, recibiendo por primera vez un premio por su labor artística. Las circunstancias de la vida de Rafaela, como también el factor mítico-religioso y la muerte concebida como un acto religioso, juegan un papel primordial en la estética de esta artista popular trujillana.
“Su actividad de talladora de imágenes sagradas, pájaros y figuras mágicas, está envuelta en una aureola de múltiples acentos que recorren, desde dotes de hacedora de milagros y facultades premonitorias, Ángel Loro, Señora de la Virgen, hasta extraordinarias habilidades para organizar eventos festivos tradicionales y teatrales en su pueblo. Pero lo más importante en ella es la síntesis que logra entre religiosidad, intuición y talento artístico”, escribió la periodista Sofía Imber en 1993 para una reseña de la Fundación Bordes.
Aleafar, su Paraíso
Una ambiente mágico, de encanto y paz es lo que se respira en «El Paraíso de Aleafar».
Desde el mes de mayo del año 2000 Rafaela se radicó en Betijoque, municipio Rafael Rangel, en una gran extensión de terreno a la que ella bautizó con el nombre de «El Paraíso de Aleafar».
El nombre tiene un gran significado para esta creadora del arte, lo colocó en honor al Premio Nacional el cual le fue concedido. Aleafar, se lee Rafaela escrito al revés.
La casa, convertida en un gran museo-posada cuenta con dos Capilla de la Virgen del Espejo, los talleres y el museo.
Uno de los encantos más grandes que Dios le ha concedido es que dicho terreno tenga árboles. Cuenta con palmas, mangos, aguacates, hay de todo. Es algo hermoso, algo bello, allí hay una paz única que se siente, solo los carros que llegan son los que hacen ruido.
El Paraíso de Aleafar ha sido el lugar ideal para que Doña Rafael se sienta a gusto, cómoda, viva, rejuvenecida y libre. En su Paraíso se siente como pájaro volando en libertado y con sus cantos le da ese toque mágico de esplendor, único, exquisito, repleto de dicha y felicidad que comparte con sus seres queridos y amigos más cercanos.
Derroche de amor
Rafaela Baroni, ser humano especial llena de mucho amor
Para Rafael Baroni el amor lo es todo y está en todo. “Si no le tengo amor a estos árboles, no me dan frutos sanos. Cuando yo llegué a «El Paraíso de Aleafar» aquí todos los árboles y plantas estaban enfermos, el ambiente era gris, muy triste, luego de un tiempo fue ya instalada en esta tierra todo comenzó a cambiar, empecé a curarlos con mis rezos y oraciones, me puse a conversar con ellos, le di mucho amor y les dije que no descansaría hasta no verlos hermosos y desde entonces este ambiente cambio totalmente. La fórmula fue el amor”, sostiene.
Ese amor que brota en ella también se lo ha transmitido a los paisajes de su tierra. “Es lamentable que hay gente de aquí que no ama lo nuestro, y es por eso que no sabe apreciar la bellezas naturales de nuestra región, En vez de cuidar ya que el amor es cuando, todo lo echan a perder. El amor a nuestra naturaleza se da preservando un árbol y ayudándolo a crecer.”
Aún con mucho vigor y ganas de seguir labrado su arte, dice estar preparada para cuando reciba el llamado de Dios. Cuando ese día llegue, desea que la vistan de azul, cubran su rostro con un velo blanco y la entierren en la fosa que ella misma hizo en su Paraíso de Aleafar, y la cual ha llamado: «El muro de piedra y mis seis hermanos», allí está lo necesario para que todo sea lo más sencillo posible y así su alma pueda volar al lugar que Dios le tenga reservando.
Sus dramatizaciones se han ganado los mejores elogios y comentario de la crítica especializada
SUS FRASES
“Nadie es viejo para aprender; cuando queremos hacer algo lo logramos, porque Dios nos ha dado a todos un gran don para llegar hasta donde queremos.”
“Le daba gracias a Dios por tanto sufrimiento que me puso en el camino, eso es lo que hace la calidad de ser humano, aprendes a amar con mayor profundidad.”
“En mi hay tristeza oculta, hay debilidad y no la demuestro. No tengo fuerzas y me sostengo, para enfrentarme lúdicamente ante todas las cosas que me rodean…”
“…Esos pájaros de crepitantes fuegos, ángeles y santos que están en mi mente son para reafirmar, una vez más, que la imaginación lo puede todo. Y así es”.
“La muerte es algo divino que mañana o pasado nos llega, de esa no nos vamos a escapar, ni viejos ni jóvenes”
Por sus creaciones ha recibido los más altos honores
Referencias y Consultas
Testimonios Rafaela Baroni. Municipiorafaelrangel.com, Fundación Bordes. Perfil.com. Ana Berta López. Prensa ULA-Nurr. Museo Salvador Valero. Coorporación Trujillana de Turismo, Archivos Diario de Los Andes. Darwin Montes.
Rafael Baroni, ser humano especial llena de mucho amor
Cripta y capilla de piedras construidas en el Paraíso de Aleafar. Darwin Montes