Rafael Rangel: vocación y sabiduría al servicio de la investigación científica

Paredes: “Rangel fue estimulado poderosamente por su ilustre profesor, el doctor José Gregorio Hernández”.

 El insigne betijoqueño desarrolló todo su talento y expuso recordados descubrimientos científicos en el campo de la parasitología humana. Sus obras siguen vigente en los actuales estudios de la medicina

La muerte prematura impidió extensión de trayectoria científica de Rangel.

Hoy está de júbilo la población de Betijoque, ya que hace 141 años nació el sabio Rafael Rangel, padre de la parasitología, que alcanzó una elevada cima en la ciencia e investigación venezolana.

Recibió Rangel su educación primaria en Betijoque, en el plantel dirigido por el educador trujillano, Enrique Flores.

Después pasó a cursar en el Seminario Diocesano de Mérida y posteriormente en el instituto “Maracaibo”, del insigne pedagogo zuliano, Raúl Cuenca.

Culminó sus estudios secundarios en la Universidad del Zulia, donde se graduó de Bachiller en            Ciencias Filosóficas. Luego se inscribió en la Facultad de Medicina de la universidad para cursar estudios superiores, en un recio afán de superación. No prosiguió su carrera. Se dedicó por entero, junto a otros investigadores, a los estudios de Biología, sendero bien seleccionado para su vocación.

Sobre este importante trujillano, nos habló el docente e investigador Wilfredo Paredes Peña, directivo del Liceo “Emiro Fuenmayor”, de Betijoque.

“No ha sido fácil la tarea del científico en Venezuela, pero sí constante y prestigiosa aún en lucha contra dificultades e indiferencias. Rafael Rangel fue de quienes escogieron este camino para diseñar obra seria, permanente y patriótica”.

¿Cuál fue su orientación durante el camino de la ciencia?

Fue con humildad, sencillez, vocación y filantropía con la que labró su dignidad científica. Muy joven lo designaron preparador en el laboratorio caraqueño de histología y bacteriología del Hospital “Vargas”, bajo la protección del eminente otólogo doctor Emilio Conde Flores. Prestó sus servicios en el instituto “Pasteur” (1900). En el célebre Hospital “Vargas” desarrolló Rangel todo su talento y expuso recordados descubrimientos científicos, en el campo de la parasitología humana.

¿Cuál fue su más grande descubrimiento?

En diciembre de 1903 presentó ante el Colegio de Médicos caraqueño su importante trabajo titulado “Etiología de ciertas anemias graves en Venezuela”, en el cual señaló con propiedad al “anquilostomiasis” como el causante de las anemias y otros males experimentados por nuestra gente campesina. Tiene el mérito de ser este el primer descubrimiento de Rangel, así como el primer paso dado en el país en materia de investigación científica.

¿Hubo alguna conexión entre José Gregorio Hernández y Rafael Rangel?

Rangel fue estimulado poderosamente por su ilustre profesor el doctor José Gregorio Hernández, quien había aprendido las técnicas de esta disciplina en Europa. A su vez, Rangel fue maestro y orientador de sus compañeros de investigación, bajo su guía se formaron promociones de científicos con importantes logros en materia de Salud Pública.

¿Cuál fue el legado que dejó Rafael Rangel?

Rangel puso su tenaz voluntad y devoción en el estudio e investigación de la parasitología y bioanálisis con un ahínco y constancia que lo enaltecen. Abrió la senda a seguir por otros apasionados como él.

Breve existencia

La muerte prematura impidió la extensión de la trayectoria científica de Rangel. Dejó de existir el 20 de agosto de 1909, a los 32 años. Ese mismo año había redactado su trabajo “Observaciones sobre Actinomicosis”. Prueba de la extrema modestia, fue el rechazo al título de Doctor que se le quiso otorgar, porque según su concepto no se encontraba preparado para tan alta distinción.

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