“Yo vengo de la pobreza donde la vida es dura, / de un ranchito sin pintura, / donde existe la humildad.
Siempre recuerdo a mamá con un rosario en la mano.
Rezando por mis hermanos a la Chiquinquirá”. Mi ranchito. Ricardo Cepeda
Son tantas cosas por recordar y contar gaitas, ciclismo, fútbol todas, en torno a la radio. Recuerdo que para ese tiempo el ciclismo era una referencia del Táchira para Venezuela, ya que este estado es una potencia en ciclismo, ¡Claro!, todo indica que sea la influencia colombiana, que son muy buenos en ese deporte. Además, ellos tenían una emisora muy poderosa y profesional en ciclismo como la radio de don Gregorio González Lovera, “Ecos del Torbes 780 AM”, Memo Bracamonte y yo fuimos los primeros en participar en un evento de esa naturaleza desde el Táchira para Trujillo.
La vuelta al Táchira es la mejor del país, nace producto de las ferias internacionales de San Sebastián de San Cristóbal, es por ello que se celebran en el mes de enero. Las primeras vueltas siempre las ganaba Colombia, hasta que el ciclismo fue evolucionando y mejorando en el país y llegó a posicionarse y ganar. Recuerdo que, con Guillermo tuvimos la oportunidad de participar en evento del ciclismo mundial que se celebró en San Cristóbal, si mal no recuerdo fue en el año de 1977 sin duda que fue una experiencia única.
Tantas anécdotas que contar, aprovechando el momento voy a contar una, en una de esas invitaciones que nos hicieron de San Cristóbal, nos fuimos a ser parte del equipo para hacer una transmisión, venía gente de muchas partes, entre ellos los de Colombia, que son muy buenos, además como deportista también como comunicadores, al igual que los argentinos y uruguayos son de reconocimiento internacional en ciclismo. Entre los integrantes del equipo de transmisión venía un gran ciclista, que ya se había retirado, ahora era comentarista de una de las cadenas neogranadinas como Caracol, RCN, en otras, me estoy refiriendo a Martín Emilio Cochise Rodríguez, que incluso fue el atleta del siglo de Colombia avalado por la comunidad latinoamericana.
Al llegar al Táchira nos presentamos, nos conocimos a todo aquel personal el que iba a ser el responsable de comunicar ese evento por varios días. En el acomodo nos preguntaron ¿Quiénes roncaban?, pues yo levanté la mano y por coincidencia Martí Emilio, por lo tanto nos asignaron una habitación y a dormir. En desarrollo del evento pasan los días, en una mañana veo en el comedor un grupo de gente guachafiteando, y yo acercándome, al mirarme se reían más, ¿Qué será lo que pasa?, pues nada Martín Emilio el otro roncador, le costaba dormirse frente del estruendo de mis ronquidos, entonces tomó la prevención de grabarme. La conclusión en que llegaron, era que mis ronquidos eran más estruendosos que una avión de la segunda mundial, pero eso sí, la de los alemanes que era los que hacían más bulla y metían más miedo. Orgullosamente tengo que reconocer que esta fue la anécdota del evento.
La bicicleta en Trujillo, nos comenta Rafael José Daboín, que Trujillo ha tenido buen ciclismo, nosotros en los primeros años tuvimos buenas vueltas, a luz de la sombra del Táchira. Con la ayuda oficial que es fundamental para hacer un evento de esta naturaleza, con invitación de buenos equipos tanto nacionales como internacionales, rusos, cubanos, costarricenses, colombianos, déjame decirte que la primera vez que viene un equipo de ciclismo francés al continente lo hace a una vuelta a Trujillo, que son palabras mayores.
La vuelta a Trujillo era la segunda en Venezuela, por su dureza, por la topografía, por sus recorridos, aquí estaba el circuito más completo como el del valle de Motatán. Que puede ser un ambiente para un evento nacional o mundial, lamentablemente se ha ido perdiendo, porque la vuelta a Venezuela, es más folklórica, masiva, mayores etapas, pero mucho plano.
De esta experiencia salieron grandes equipos de transmisión, al principio lo hacíamos en las camionetas de la policía, porque tenía radio transmisor, pero por poco tiempo, para que no se quemaran los equipos era una transmisor intermitente se le debe a Julio César Camacho de Radio Turismo este inicio. De ahí, los equipos de Radio Valera, Turismo, Simpatía y Tiempo con emisora FM. Nos quedó un velódromo el de Mendoza, con buenas dimensiones, buena altura, que es mejor para lograr buenos tiempos. Hay que hacerle una buena programación, agenda, alumbrado, porque si no van a quedar como otros velódromos que lo hacen y quedan para secar café.
Otra dimensión de mi vida que se circunscribe a la radio, pues es el deporte y el fútbol, por supuesto Trujillanos. Hoy estamos viviendo una etapa triste, de decadencia, pero no hay que darse por vencido porque el equipo ha tenido grandes momentos, una historia que orgullosamente hay que contar, que resaltar, la identidad deportiva de Trujillo, es Trujillanos, el amarillo y marrón.
Nace finalizando la década de los setenta como equipo amateur, luego pasaron a ser profesionales y subir a primera división, ser parte de la selección nacional, una pieza fundamental para estructura futbolística del país. Aquí nació, en Valera, porque la ciudad lo exigía, con apoyo económico, asociaciones que lo apoyaban, la iniciativa fue de dos hermanos, Henry y Manuel, han salido grandes slogans como “Los guerreros de la montaña” su casa fue calificada como “El cementerio de los grandes”.
Trujillanos ha llegado lejos, estuvo en la Copa de Libertadores, en copas suramericanas y para estar ahí se tiene que estar entre los primeros cuatro. Hoy está de capa caída, pero se tiene su experiencia, su historia y una obra que resaltar e inspirarse, con organización y educación se puede avanzar. Para fortalecer al equipo ojalá se pensara en un club como las grandes organizaciones, que se van formando gradualmente las nuevas generaciones, sin duda que la inversión hace falta, el compromiso es con el futuro.
Policromía Navideña
Iniciamos este relato con unos hermosos pasaje de la gaita, mi ranchito interpretado por Ricardo Cepeda, que es un factor de identidad, sentimiento familiar, madre, hermanos y fe. Pobreza compensada con amor y armonizada por la Chinita. R.J., en su ejercicio radial también es gaita, es decir, un sentimiento y expresión de la zulianidad en Trujillo, su obra: “Policromía navideña”.
Este programa tiene 45 años ya que salió por un espacio de dos años, sin registro y temporadas cortas, luego lo continuamos con su respectiva legalidad y ya tiene 43 años ininterrumpidos, lo creamos Jhony Alberto Villarreal, después quedo yo. La gaita es folklore, un género muy pegajoso aquí en Trujillo, Valera es muy gaitera, Carvajal, es un ritmo muy alegre, el canto al Niño Dios, la Virgen de Chiquinquirá, es una expresión de fe. La urbanización Bella Vista es una expresión zuliana. Aquí hay grupos gaiteros que tienen más de 50 años como: “Los Monarcas», «Ronda Gaitera”, lo que pasa es que el tiempo agota muchas cosas.
Este programa nació en Radio Turismo 970 AM, pero ha pasado por muchas emisoras y pueblos de Trujillo, El Dividive, menos Boconó, hemos ganado dinero en algunas oportunidades en otras no. Pero la ganancia más sincera y real es la tradición que se logra a base de la constancia. Para aquellos tiempos hacer un programa gaitero de la temporada había que viajar a Maracaibo y buscarlo siempre y cuando se tuvieran los contactos. No como hoy, que al tener un producto se coloca en la red y está en el mundo.
Aquí seguimos con el empuje, la constancia, en el año que estuve enfermo de Covid también se hizo y yo presente, continuando un idealismo permanente en el tiempo…