A pocas horas de su muerte, cuenta su abuela, que la joven quinceañera aún sonreía y cantaba. Era una niña muy alegre, trabajadora y estudiosa, por eso no se explican el por qué de su decisión. «Sólo ella sabe» comentó la señora, mientras se encontraba en las cercanías del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), que inició las averiguaciones de este evento ocurrido en Mucutujote, parroquia Chachopo, del municipio Miranda del estado Mérida. Al parecer, la hoy fallecida, de nombre Tatiana Ramírez, le dijo a su abuela que había ingerido un herbicida en la tarde del domingo, sin responder a sus preguntas o dar sus razones. La abuela, identificada como María Parra, no dudó y la llevó de inmediato al Hospital Universitario de Valera, donde la niña estuvo recluida hasta el mediodía de este lunes. Los médicos no pudieron hacer mucho, pues el líquido hizo daños en sus órganos internos y poco a poco le apagaron la vida.
Sus familiares contaron que Tatiana estudiaba 3er año de bachillerato en la población de La Venta y trabajaba la agricultura. Era la tercera de cuatro hermanos y no parecía tener ningún problema emocional o personal. La tarde de ayer, los efectivos del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) entregaron el cuerpo a sus familiares, quienes le darán cristiana sepultura y rezarán para que su alma descanse en paz.