Buenos Aires, 18 oct (EFE).- ¿Quién es Javier Milei, el disruptivo candidato que ha pateado el tablero de la política argentina? ¿Quién es Sergio Massa, el ministro de Economía que en plena crisis aspira a mantener al oficialismo en el poder? ¿Puede Patricia Bullrich romper los pronósticos que la dejan fuera de una eventual segunda ronda?
El 22 de octubre estos tres aspirantes competirán por la Presidencia de Argentina junto con el actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien representa al peronismo disidente, y la abogada Myriam Bregman, candidata del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Estos son los cinco canidatos a la jefatura del Estado argentino que en las elecciones primarias celebradas en agosto pasado obtuvieron, al menos, el 1,5 % de apoyo ciudadano necesario para postularse al cargo.
A continuación, los cinco aspirantes, por orden de apoyo en los comicios internos de agosto:
Javier Milei (La Libertad Avanza)
Diputado desde 2021 e involucrado en la política desde un año antes cuando expresó su intención de luchar por la Presidencia argentina, este economista libertario, fiel seguidor de la escuela austríaca y que trabajó como asesor de importantes empresas, se dio a conocer en programas de televisión antes de saltar a la arena política.
Fanático de los Rolling Stones; exportero de Chacarita Juniors; convive con cuatro mastines ingleses, a los que llama sus «hijos», además de guardar disecado a Conan, otro perro ya fallecido; su pareja sentimental es Fátima Florez, una humorista que entre los personajes imita a Cristina Fernández. El día de las elecciones cumplirá 53 años.
Fue el líder más votado en las primarias (con un 29,86 %), aboga por utilizar una simbólica ‘motosierra’ para achicar la estructura del Estado, dolarizar la economía, privatizar empresas públicas y eliminar requisitos burocráticos para facilitar el acceso a armas y la donación de órganos. Además, niega el cambio climático y que durante la dictadura militar (1976-1983) desaparecieran 30.000 personas.
Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio)
La formación centroderechista -cuyo referente es el expresidente Mauricio Macri (2015-2019)- fue la segunda formación política más votada en las primarias del pasado 13 de agosto, con un 28 %, en las que esta politóloga de 67 años superó al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, para aspirar por primera vez a la Presidencia con ideas como elrecorte en el gasto público, la firmeza contra el crimen y la lucha contra las huelgas y los piquetes callejeros.
Fue ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos (2000-2001) y de Seguridad Social (octubre-noviembre 2001) en el Gobierno del radical Fernando de la Rúa; y de Seguridad en el de Macri (2015-2019), tiempo en el que impuso -como ahora propugna- mano dura para acabar con la delincuencia e, incluso, llegó a decir que quien «quiera estar armado, que ande armado».
Peronista en su juventud -incluso integró un cuerpo juvenil bajo el paraguas de la guerrilla de los Montoneros-, ‘La Piba’ o ‘Pato’, como se la conoce, vivió en Brasil y España al comienzo de la dictadura militar y regresó en los estertores del régimen, antes de abandonar las filas del peronismo a finales de los años noventa.
Sergio Massa (Unión por la Patria)
Nombrado ‘superministro’ de Economía (tras absorber tres carteras bajo una sola) en julio de 2022, este abogado de 51 años, astuto, caracterizado por su gran ambición política y pragmatismo, está considerado el presidente en la sombra de estos últimos meses del Gobierno de Alberto Fernández y es bien visto por el ‘establishment’ y los círculos financieros de Estados Unidos.
Entre 2008 y 2009 fue jefe de gabinete de la entonces gobernante Cristina Fernández (2007-2015), con quien posteriormente se enemistó, a raíz de lo cual fundó el Frente Renovador, una corriente crítica dentro del movimiento peronista. Pero a pesar de ello, en los últimos tiempos ha contado con el beneplácito de la expresidenta (y actual vicepresidenta) para ser nominado como el candidato favorito de Unión por la Patria (nueva denominación asignada a la agrupación oficialista Frente de Todos), y obtuvo un 27,28 % de apoyo en las primarias.
Intendente en dos ocasiones de Tigre (localidad de la provincia de Buenos Aires en la que vive) y presidente de la Cámara de Diputados antes de asumir la cartera de Economía, ya fue candidato presidencial en 2015, cuando terminó tercero, por detrás de Mauricio Macri y Daniel Scioli (aspirante del peronismo oficialista). Está casado con la politóloga Malena Galmarini, presidenta del directorio de la empresa estatal Agua y Saneamiento Argentinos (AYSA).
Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País)
Bajo el lema de «hacer un país normal», con todo lo que eso implica en cuanto a la crisis socioeconómica y la grieta política que vive Argentina, el gobernador de la poderosa Córdoba, representante de un peronismo federal -disidente del oficialismo- busca extrapolar al resto del país lo desarrollado en sus tres mandatos al frente de esa provincia del centro argentino. Con Florencio Randazzo, dos veces ministro de Cristina Fernández, como candidato a vicepresidente, Schiaretti busca poner el foco en el campo, el gran damnificado según él de las políticas tributarias del Ejecutivo; luchar contra el narcotráfico y ayudar a las pymes. Su liderazgo al frente de Hacemos por Nuestro País le granjeó un apoyo del 3,71 % en las primarias.
A sus 74 años, este contador público, apodado ‘El Gringo’, presume de ser el único aspirante del interior del país y afronta por primera vez una candidatura nacional a la que estuvo a punto de presentarse en 2019, si bien en esa ocasión se echó para atras al conocerse la alianza entre Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)
Abogada y activista de los derechos humanos y el feminismo, esta diputada por la Ciudad de Buenos Aires se presenta por primera vez a la Presidencia, con propuestas como apostar por los servicios públicos, romper con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -acreedor de la deuda argentina-, reducir la jornada laboral para generar puestos de trabajo y aumentar el salario mínimo. En 2015 ya integró la fórmula como vicepresidenta del aspirante presidencial Nicolás del Caño (hoy, su número dos).
Nacida en Timote (Buenos Aires) hace 51 años, descendiente de judíos alemanes y apodada ‘La Rusa’, lidera el Frente de Izquierda y de los Trabajadores que sumó un 2,61 % de votos en las primarias de agosto. En su condición de candidata minoritaria ha protagonizado dos firmes actuaciones en sendos debates electorales, en los que defendió sus propuestas de manera firme y atacó a sus rivales con desparpajo y contundencia.
Cofundadora del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y del colectivo Justicia Ya!, participa en el movimiento feminista Pan y Rosas y es habitual encontrarla en las movilizaciones sociales. Entre sus casos más sonados destaca la representación que asumió de Julio López, un testigo desaparecido en 2006, en la causa contra Miguel Etchecolatz, director de Investigaciones de la policía bonaerense durante la dictadura.
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