«Nosotros nos podemos quedar 40 días en las casas pero ¿Qué vamos a comer? En otros países el presidente manda comida a las casas. Pero aquí no. Yo tengo niños que mantener», relató una vendedora ambulante que sale de su vivienda en Escuque a las 4 de la mañana todos los días, a pie, para llegar al centro de Valera a trabajar.
La extensión de la medida de cuarentena nacional ha puesto en una encrucijada a la gran mayoría de los ciudadanos que sobrevivían con el llamado ‘resuelve’ del día a día, en un país donde el salario mínimo mensual no alcanza ni para comprar un cartón de huevos.
«Así embarazada como usted me ve camino todos los días para vender estos cigarros, siempre he vivido de esto, aunque a veces nos corren de las calles. Pero tengo dos niños más en la casa ¿Qué quieren que haga?», compartió otra de las afectadas.