Karley Durán. – CNP: 23.921
Rodeado de montañas verde esmeralda, pequeños y grandes sembradíos de café, papa, tomate, zanahoria… con árboles frutales de mangos y naranjas… jardines llenos de flores y plantas medicinales como hierbabuena, sauco, malojillo, perejil, manzanilla, toronjil… un espléndido clima, una variada gastronomía, artesanía precolombina y el valor intrínseco de la hospitalidad de su gente; son parte de las características que hacen especial a Boconó, el Jardín de Venezuela, en vísperas de cumplir 459 años.
Su gente, aunque reconoce que la ciudad se ha desarrollado anárquicamente y se queja de las deficiencias en los servicios públicos, en el sector salud y por el deterioro de las vías, destaca en este nuevo aniversario lo positivo, bonito y bueno que aún se preserva y las nuevas generaciones deben cuidar, proteger y defender.
Lo positivo
Durante el último año han sido notorios los nuevos emprendimientos, en muchos casos con crecimientos y evoluciones aceleradas. El sector económico se activa progresivamente, mientras sus ciudadanos descubren y perfeccionan dotes culinarios, de repostería, peluquería y área textil.
En una encuesta realizada a boconeses, se constató que pese a toda dificultad que se pueda enfrentar, Boconó siempre será el mejor lugar para vivir, para formar con grandes valores a los ciudadanos del futuro y para compartir en familia y entre amigos.
Lo bueno
Sus moradores concuerdan que, aunque sí hace falta, por ejemplo, un centro comercial grande, con sala de cine y otras atracciones, la explotación turística al recuperar espacios públicos, parques, lagunas y pueblos icónicos, generaría más ingresos, trabajo e inversión en el municipio.
De hecho, desde la difusión de la historia, el profesor Ubaldo García propone la creación de una ruta histórica – turística para atraer visitantes desde Barinas y convertir a Boconó en un emporio histórico de Los Andes venezolanos. “Por la cercanía con los Llanos, pudiera crearse una fundación o institución que mostrara los altares de la trujillanidad, como lo son, por nombrar algunos, Boconó, Santa Ana, Trujillo, la Casa de Los Tratados, los monumentos, la casa de Antonio Nicolás, Betijoque, Escuque, Carache, Niquitao y Las Mesitas; así pues, se impulsaría el turismo histórico”.
Lo bonito
En referencia, el asentamiento definitivo de Boconó comenzó desde el reparto de encomiendas realizado por Diego García de Paredes en 1.560 que sirvieron de base a la economía rural y agrícola del Valle de Boconó. El 30 de mayo de 1.563 fue el traslado de Trujillo y en grito de rebeldía, Juan de Segovia, ratifica la decisión en contra del traslado de Boconó. Posteriormente Doña Ana Ruíz de Segovia, otorga tierras de su encomienda para la edificación de la ciudad.
Desde entonces, muchos boconeses se han empeñado en hacer triunfar la ciudad en distintos ámbitos: deportivo, productivo, político, social y empresarial; esto hace que en cada pensamiento de los habitantes persista la superación y en los paisanos migrantes el deseo de volver a Boconó.
Deseos para Boconó