¿Cómo hace un valerano para comer? La cruda realidad. La masa no está pa’ bollos. La gente se está muriendo de hambre. La época de las “vacas gordas” quedó atrás. Antes se veía como las familias llenaban sus carritos en abastos y supermercados. Había para alimentarse y sobraba. Los tiempos han cambiado. Según el Cendas-FVM una familia de cinco miembros necesita de 50 salarios mínimos, colocando aparte los bonos de alimentación para poder obtener los productos de la canasta básica alimentaria. Con el raquítico ingreso de los venezolanos no se pagan ni los exigentes servicios públicos. Ahora menos para “la papa”. No se ve una luz al final del túnel. El hambre nos golpea. Estamos como “ratón de ferretería”. Sin comida. ¡Ah rigor! diría don Luis González.