La mayoría de los presos políticos son de otros estados del país, lejanos a Carabobo. Ahora tendrán que movilizarse hasta Aragua, por lo que insisten en que cese esta pesadilla y les otorguen la libertad
«A mi no me alcanzaba el dinero para viajar hasta acá. Gracias a Dios una familia se apiadó de mi y me dio un espacio en su casa, cerca de la cárcel. Ahora no sé cómo voy a hacer si tengo que viajar a otro estado. Si aquí algunas veces comía una vez al día, allá pasaré días sin hacerlo, porque ahora tendré que ver cómo pagar una habitación para estar cerca de mi hijo» . El testimonio de esta madre procedente de un estado del occidente del país es uno de los que aún se pueden escuchar a quienes, rezagados, no han podido viajar a Aragua, hasta donde el lunes fueron trasladados 78 presos políticos que quedaban recluidos en la cárcel en Carabobo.
Pocos familiares se encuentran en lo que solía ser su lugar de reunión, en una esquina, frente a la cárcel. Los que están es porque no han podido viajar y aún tratan de entender la nueva realidad que tienen que enfrentar. «Esto es demasiada tortura. ¿Si solo quedaban 78, por qué no los liberan? y lo peor es que ahora los mandan más lejos. Dios, hasta cuándo!», se preguntó una esposa quien en medio del llanto trataba de conseguir dinero para emprender el viaje a otro estado. Ella viene del oriente del país y la estadía en Carabobo, lejos del resto de su familia, la obligó a dejar su trabajo y sus otros hijos. «El que está preso me necesita, esto es una injusticia».
Familiares de 78 presos políticos trasladados a Tocorón exigen su libertad
Entre ellos se comunican y piden a gritos la libertad para sus familiares. Madres, esposas, hermanas, hijas, sobrinas piden el cese de tanto castigo. «Lo peor es que muchos de ellos ni siquiera estaban protestando, aunque eso tampoco es un delito».
Quienes ya llegaron a Tocorón reportan que la visita quedó pautada para el viernes. Será ese día cuando sepan en qué condiciones están sus familiares y cuál será el mecanismo que tendrán que enfrentar en esa cárcel, novedosa para ellos y también complicada. «En Tocuyito al menos estábamos cerca de la ciudad, había transporte y algo para resolver. Aquí va a ser más difícil», dijo una madre a otra en una conversación telefónica.
A la cárcel de Tocuyito, en Carabobo, comenzaron a llegar reclusos desde el 26 de agosto de 2024, tras haber estado recluidos en comandos policiales o centros penitenciarios lejanos. La mayoría de los 481 reclusos que llegó a albergar el penal eran de otros estados. El viernes, familiares de estos hombres, procedentes de Yaracuy, Lara, Bolívar, Táchira, Zulia y Falcón, exigían la libertad, pues algunos de ellos habían presentado problemas gastrointestinales y uno de ellos habría sufrido un Evento Cerebro Vascular (ECV).
La respuesta la recibieron el lunes siguiente: Ahora viajarán hasta Tocorón. «Lo peor es que con la llegada de la nueva directora a Tocuyito, la situación había mejorado mucho para ellos. Ahora en Aragua no sabemos cómo será la cosa»