Moscú, 29 ago (EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no acudirá al funeral del jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, que podría celebrarse hoy o mañana en el cementerio Serafímovskoe de San Petersburgo, informó el Kremlin.
«La asistencia del presidente no está prevista», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria en la que insistió en que de todo lo relativo a las exequias de Prigozhin se ocupa su familia.
Peskov agregó que el Kremlin no tiene información sobre la fecha de los funerales y que la decisión la toman «los familiares y allegados» del jefe de Wagner, fallecido en una catástrofe aérea el pasado día 23.
En tanto, las autoridades de San Petersburgo reforzaron hoy las medidas de seguridad en el cementerio Serafímovskoe, donde están sepultadas personalidades ilustres de este país, entre militares, artistas, científicos y políticos.
En ese camposanto yacen también los restos de los padres del presidente ruso.
El padre de Putin era veterano de la Segunda Guerra Mundial y superviviente del asedio de Leningrado.
En la entrada del cementerio, custodiada por policías, hoy fueron instalados unos detectores de metales, pero los visitantes pueden entrar libremente en su territorio, aunque se ha prohibido el ingreso con cámaras, según pudo constatar EFE-EPA.
El medio ruso Fontanka, citando fuentes propias, señala además que este martes no están previstas celebraciones de misas de cuerpo presente, lo que indica que el entierro de Prigozhin no sería hoy.
El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) confirmó este domingo que se ha identificado el cadáver de Prigozhin y los de los otros nueve fallecidos en el siniestro de su avión.
Según el CIR, la identidad de los ocupantes de avión fue confirmada por los análisis comparativos de ADN.
En el Embraer Legacy 600 de Prigozhin, que se estrelló por causas aún desconocidas unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú cuando volaba de la capital rusa a San Petersburgo, se encontraba también el principal comandante y cofundador de la compañía de mercenarios, Dmitri Utkin.
De momento las investigaciones no han arrojado luz sobre las causas del siniestro, entre las que se barajan una explosión a bordo, un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.
Algunos medios han señalado la posibilidad de que la aeronave pudo ser abatida, intencionadamente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea que protegen una residencia del presidente ruso, situada junto a la ruta que seguía el avión.
El Kremlin ha rechazado de manera rotunda las acusaciones de la oposición y las declaraciones de políticos occidentales de que Putin podría estar detrás del siniestro del avión de Prigozhin.