Moscú, 22 dic (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, resaltó este lunes que el comercio con los países del espacio postsoviético, reunidos en la Comunidad de Estados Independientes (CEI), ha aumentado hasta casi alcanzar los 90.000 millones de dólares en los primeros diez meses del año.
«Durante el año saliente la cooperación multilateral entre nuestros países se ha desarrollado, a grandes rasgos, de manera exitosa. Prueba de ello es el importante volumen comercial entre Rusia y los miembros de la CEI», dijo Putin al comienzo de la cumbre informal de los nueve países miembros del CEI en San Petersburgo.
Los intercambios «ascendieron en los primeros diez meses del año a casi 90.000 millones de dólares», precisó en sus declaraciones en la Sala de San Jorge del museo del Hermitage.
Además, destacó que en un 96 % de los casos las transacciones entre Moscú y sus socios de la región se realizan en divisas nacionales.
Putin subrayó la importancia de los procesos de fortalecimiento de la soberanía tecnológica con la sustitución de las importaciones extranjeras y la aparición de nuevas redes de transporte y trasiego de mercancías al modernizarse los corredores Norte-Sur y Este-Oeste.
Según informó este lunes Antón Barbashin, director del portal Riddle Russia, el Kremlin se apoya en los países de la CEI, varios de los cuales son miembros de la Unión Económica Eurasiática, para esquivar las sanciones occidentales.
Por ello, aunque la influencia política rusa en Asia Central y en el Cáucaso se ha reducido a pasos agigantados durante los últimos cuatro años de guerra en Ucrania, el comercio entre Moscú y sus socios postsoviéticos ha aumentado considerablemente.
El caso más sintomático es Armenia, ya que a la par con el enfriamiento de las relaciones entre Putin y el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, el comercio prácticamente se multiplicó por cinco desde 2021: de 2.600 millones a 11.700 millones de dólares (2024).
Casi el 80 % de las exportaciones armenias a Rusia corresponden a artículos que Ereván compra especialmente para su reventa en el mercado ruso.
Con Kirguistán la reexportación de productos con destino a Rusia se multiplicó por 7-8 veces desde el comienzo de la guerra, cifra que en el caso de Uzbekistán fue de 5-6 veces.
Azerbaiyán, con el que el Kremlin mantiene grandes tensiones -el líder de ese país, Ilham Aliyev, fue el gran ausente en la cumbre-, juega un importante papel a la hora de ayudar a Moscú a exportar su petróleo.
Debido a las sanciones, Bielorrusia no puede ayudar a Rusia a eludir las restricciones, pero sí ha incrementado sus exportaciones de combustible para contrarrestar el daño causado por los ataques con drones ucranianos a las refinerías rusas.
Además de Ucrania y Georgia, que abandonaron definitivamente la CEI, Moldavia también ha suspendido su participación debido a la campaña militar rusa en el país vecino.
A la cumbre asisten el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y los presidentes de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev; Kirguistán, Sadir Zhapárov; Tayikistán, Emomali Rajmón; Turkmenistán, Serdar Berdimujamédov; y Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev.
El gran ausente en la cumbre informal es el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, decisión que Bakú ha justificado por la apretada agenda del mandatario, que no viaja a Rusia desde el escándalo provocado por el derribo hace un año a manos de defensas antiaéreas rusas de un avión de la compañía azerbaiyana Azal, en el que murieron 39 pasajeros.
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