Argelès-sur-Mer (Francia), 7 may (EFE).- El candidato del independentista Junts a la presidencia del Gobierno regional de Cataluña, Carles Puigdemont, admitió este martes que «contempla» que le detengan cuando regrese a España, pero no que puedan «impedir» su investidura si opta a ella.
Puigdemont, que ha fijado su residencia provisional estos días en el sur de Francia, presidía el Ejecutivo catalán cuando en 2017 impulsó la declaración unilateral de independencia, considerada ilegal por el Tribunal Constitucional español, tras lo cual huyó de la Justicia española y ahora encabeza la candidatura de Junts a las elecciones regionales del próximo domingo.
En el tradicional ciclo de ruedas de prensa con los candidatos organizado por la Agencia EFE, Puigdemont afirmó que da «pocas posibilidades» a esa detención, aunque apuntó: «Conociendo a la judicatura española, no sé si podrán resistir a esta pulsión de conseguir una imagen que han estado buscando desesperadamente».
«Puede haber un momento de detención, pero si el objetivo de la acción judicial sería interferir en el proceso del Parlament -el Parlamento catalán-, esto ya no lo podrán hacer», añadió.
«Aquella idea que han tenido siempre, a través del Código Penal y la judicatura, de impedir que el Parlament tome decisiones, esto ahora no lo podrán hacer», señaló.
Puigdemont dejó claro que acudirá a la sesión de investidura, aunque no se hayan levantado las medidas cautelares que implicarían su detención, y será entonces la Justicia la que «decidirá» si le tienen que encarcelar.
Pero se mostró confiado en que no podrían impedir su investidura gracias a la ley de amnistía que tramita el Parlamento español para procesados por actos relacionados con el independentismo.
En este supuesto, Puigdemont explicó que su equipo jurídico tiene «el mapa bastante claro de la acción de defensa jurídica» que aplicaría.
Y cerró la puerta a regresar a Cataluña coincidiendo con la campaña electoral para buscar un «golpe de efecto».
Su partido celebrará el acto final de la campaña con Puigdemont en Elna (Francia) en lugar de Barcelona como estaba previsto inicialmente.
Si el Parlamento catalán hace presidente a otro candidato, reiteró que no se ve haciendo de jefe de la oposición.
Al respecto, descartó ofrecer un pacto de gobierno al también independentista CUP, cuyos votos sirvieron para investirlo como presidente regional en 2016, e instó a los republicanos de ERC a «aclarar» si participarían en un «tripartito» con el socialista PSC y la formación de izquierda los comunes.
El candidato del PSC, Salvador Illa, aseguró el lunes que ve «posible» gobernar en solitario o también en coalición con ERC y los comunes.
Ante la posibilidad, apuntada por algunas encuestas, de que las fuerzas independentistas no sumen mayoría absoluta, indicó que aun así puede intentar formar «un gobierno, si hace falta, con mayoría simple».
Con las últimas encuestas vaticinando de manera unánime la victoria del candidato socialista y una tendencia al alza de Puigdemont, el foco en esta recta final de la campaña se centra en los pactos postelectorales.
La incertidumbre sobre si la probable victoria de Illa será suficiente para ser presidente alimenta, en las filas de Junts, la sensación de que Puigdemont puede disputarle la investidura, siempre que obtenga un resultado considerable y luego sea capaz de articular la mayoría imprescindible de apoyos parlamentarios.
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