Si hay un sitio que reúne las características para ser llamado trasandino, ese es “Pueblo Nuevo”, en la parroquia La Puerta, estado Trujillo, por estar ubicado a lo largo de un paso o segmento de la carretera trasandina, en sus dos márgenes, y además, por haber sido formado por gente oriunda de diversos pueblos aledaños, entre estos: Valera, Mendoza, Timotes, Tabay, Mérida de la cordillera de los andes, y por supuesto, de otras regiones del país: Zulia, Lara, y del hermano país: Colombia.
“Pueblo Nuevo”, es un sector social, de los conocidos como barriada, que está ubicado en la periferia del área urbana de La Puerta, sitio turístico de la región andina trujillana. Está formado por viviendas humildes, de limitada calidad en su construcción.
Su historia mínima
“Pueblo Nuevo”, es un asentamiento social de muchas carencias y limitaciones, situado en parte del borde de una gruesa falda del Páramo de La Puerta, de mucho verdor, no tiene calles transversales, ni veredas, es una hilera de casas a todo lo largo de 2 km de la carretera trasandina, desde un punto que llaman entrada a la Cuesta de los Bicuyes, hasta el sector La Flecha, por donde aún se siente el aroma y la tranquilidad de las antiguas ciénagas y potreros cargadas de animales de cría, llegando hasta la orilla del Bomboy, con su limpio caudal donde se podían bañar los pobladores y lavaban la ropa las señoras. Es parte de su proceso de conformación como comunidad.
Zona trepadora de los caballos y mulas de los coroneles Américo Burelli, Sandalio Ruz, y su lugarteniente Mitrídates Volcanes, a finales del siglo XIX, en sus luchas y contiendas, por salvar la dignidad y soberanía de la Patria. Desde tiempos inmemoriales, se baja desde el Páramo por la Cuesta de los Rondones, más allá, hacia el sur, por el Derrame de La Maraquita y por el norte, por el camino de los Bicuyes (hoy carretera agrícola), reverdecidas por los tiempos de lluvia. Hay una importante conexión de este Páramo con Pueblo Nuevo.
Recuerdo que eran las vías polvorientas de las recuas de Mario Paredes, Lorenzo Villarreal, los Torres, Rivas, Villegas y de otras familias de agricultores, para llegar al pueblo de La Puerta, bajando la carga de papa en los arreos de bestias cansinas que paraban en la esquina de Matías Paredes, que tenía una bodega al comienzo de la bajada al cementerio, y en un lateral se observaba la casa del señor Juan, el que alquilaba caballos, y más abajo la casa de la señora Guadalupe Ramírez y su hijo Tulio Rivas, uno de nuestros colaboradores en la reconstrucción de la historia de La Puerta, fallecidos ambos, hace poco tiempo. Tulio y su hermano Luis Alfonso Ramírez, entre otros vecinos, fueron promotores en los primeros tiempos, del equipamiento, agua, electricidad, cloacas y consolidación de esta comunidad.
Consultado otro de nuestros antiguos cronistas populares, Antonio Lino Rivero, recuerda que, el inicio del poblamiento en este sitio, <<Fue en el año 1962, fueron unas 10 familias, recuerdo a Virgilio Pabón, Martin Suárez y Matías Paredes>> (Antonio Lino Rivero. Notas del 30 – 4 – 2023). Muy pocas casas para ese tiempo.
Más adelante agregó el mismo Rivero, que, <<en el sector, cerca del Cementerio Viejo, iban a construir una bomba de gasolina, después cambiaron de idea y la construyeron en lo que hoy es el sector La Flecha, el promotor era Don Luis Ignacio Araujo>> (Ídem). La carretera trasandina, además de romper con el aislamiento, le dio impulso a varios servicios públicos, que jamás imaginaron los puertenses podían usar y disfrutar.
Donde se asentó “Pueblo Nuevo”, fue el lugar generoso para un grupo de familias que buscaban nuevas perspectivas económicas, fuentes de trabajo, de estudio y asistencia médica, que se comienza a notar, a partir de 1970, cuando avanza el auge de la construcción en el área urbana de La Puerta, significaba un pago semanal y algo de tierra para sembrar. Gran parte de la gente de “Pueblo Nuevo” es oriunda de los páramos, de las montañas, pero también de otros pueblos aledaños, y gente del Zulia.
Localización geográfica
“Pueblo Nuevo” está situado en el lado oeste del Río Bomboy, ubicado en el valle de este nombre, en jurisdicción de la parroquia La Puerta, Municipio Valera del estado Trujillo, tiene una extensión territorial de 2 km.
Límites de Pueblo Nuevo
Por el norte, con el sector Santa Bárbara, por el sur con el sector La Flecha, por el este, con el área urbana de La Puerta, río Bomboy de por medio, y por el oeste, con la falda del páramo de La Puerta (de Los Torres).
División espacial o sectorización
Este largo caserío, se divide en dos subsectores, uno denominado “Los Barriales”, que es “Pueblo Nuevo” parte baja (Norte), y el que llaman “El Barranco”, que es la parte alta (Sur).
Es importante señalar, que la extensión geográfica ocupada por esta comunidad, está localizada a lo largo de 2 km en las dos márgenes de la carretera trasandina, es decir, el tramo desde sector Santa Bárbara hasta La Flecha, en la ruta que corresponde a Valera-Timotes, que forma parte de esa vía.
Algunos datos históricos
1891. Hasta este año, las tierras donde está ubicado este asentamiento social, formaban parte de las posesiones del Resguardo Indígena de La Puerta (Comunidad indígena Bomboy).
1950. Vecinos antiguos señalan, que para el año 1950, se levantaron tres casas que pertenecían a un señor de nombre Martín Suárez, otra de Esteban Araujo y la de un tercero llamado Virgilio Pabón. El ocupante del terreno era el señor Emilio Ibarra, es preciso señalar que estos son terrenos pertenecientes al Resguardo Indígena de La Puerta, de la inmemorial Comunidad Indígena de los Bomboyes, que fueron despojados de sus posesiones, mediante un juicio fraudulento en el año 1891.
Este señor Emilio Ibarra muere y su esposa le vende el terreno al profesor Isaac Araujo, que era el director de la Escuela de Peritos Agropecuarios de La Puerta, y una vez que el profesor abandona, o sea, deja de funcionar dicha escuela, comienzan a invadir estos pedazos de tierra y el Prefecto Alfonso Araujo (a quien escuchamos esto) y la Junta Parroquial asumen la dirección del asunto y fue dando la autorización para construir ciertas viviendas.
En algunos sitios el terreno era un pedregal, espacios que utilizaban para meter animales de cría, luego un pedazo lo pasó a ocupar un señor de apellido Cómbita y hubo algunos sembradíos del señor Santiago Ramírez.
Para 1955, señalan nuestros más antiguos vecinos, entre ellos Antonio Lino Rivero, que había alrededor de seis casas y esta comunidad pasó a tener el nombre de “Barrio Nuevo”, y posteriormente al convertirse en una populosa y densa comunidad, adoptó el nombre de “Pueblo Nuevo”, que es el que tiene actualmente. Para ese tiempo, mediados del siglo pasado, además de las pocas casas, solo existía el cementerio viejo, la carretera trasandina, la Cuesta de los Rondones y los otros dos viejos caminos, que suben al Páramo de La Puerta, que eran senderos indígenas Timotes.
“Pueblo Nuevo” parte baja “Los Barriales”
Se le llamó así, porque lo que había allí era una ciénaga y por eso la comunidad adoptó el nombre de “Los Barriales”, y para el año 1970 aproximadamente, solo existían en esta parte cinco familias la de Alfonso Araujo, Emilio Araujo, Cándida Vieras, Ramona González e Isabel Rivas, que le habían comprado a un señor de nombre Román, quien ya las había ocupado previamente y las vendió.
Para 1989, este sector contaba con alrededor de 20 familias, que fomentaron aquí la agricultura en medianería con el doctor García Méndez, quien se hizo dueño de las tierras de la antigua hacienda del padre Rosario y parte del Oratorio de la Virgen de Guadalupe.
Las viviendas que fueron levantando, eran de gente campesina de escasos recursos, la mayoría era de bahareque y techo de zinc y recuerdan una que destacaba, que los viejos pobladores llamaban «la casita de plástico», porque las paredes estaban forradas con plásticos gruesos y la llamaban así, esta era de una familia de apellido Villarreal.
En aquel tiempo, desde “Pueblo Nuevo” habían dos vías para llegar al área urbana de La Puerta, una era la carretera negra: la trasandina, que se subía hasta la entrada del Cementerio, y la otra, la del llano, que era la vía más rápida para salir a hacer las diligencias o sea para ir al pueblo. El “llano” por supuesto, era un lugar muy extenso, formaba parte de las tierras del Resguardo Indígena y era donde se realizaban los juegos, las fiestas patronales, también en Semana Santa y cualquier evento de carácter deportivo, cultural, era allí donde ponían también los famosos carruseles y los parques mecánicos, que venían cuando los tiempos de fiestas y en vacaciones, se armaba la plaza de toros de esas que las gradas eran de tablones de madera. Varios vecinos demostraron sus condiciones histriónicas en este arte. A poca distancia, montaban los carruseles o parque mecánico, con su viaje a la luna, pista de carritos chocones, la rueda de la bruja y otros. En vacaciones se utilizaba mucho porque estaba cerca del río y era una especie de balneario, porque el agua todavía para ese tiempo era limpia.
Pueblo Nuevo «el Barranco»
1977. Un día de este año: la pertinaz lluvia, pasó a tragedia, al deslizarse fuertes cargas de agua, sedimento, barro y piedras, que tornó en desesperación la situación de estos pobladores.
A este sector de Pueblo Nuevo se le llama así porque en el mes de octubre de 1977, en un temporal de lluvias sobre la falda del Páramo y con las crecidas que se dieron en los zanjones, fue bajando tanto barro que se produjo un lamentable hecho: la muerte de cinco personas y serios destrozos de orden material, la comunidad y otros organismos del estado pudieron rescatar a personas que estaban aprisionadas en sus casas, llenas de barro. Recuerdan que se escuchó un gran estruendo cuando bajaba el deslave, agua, piedra y barro. Estas familias fueron trasladadas a un sitio en El Molino, especie de refugio. En el transcurso de tres meses, se pudo limpiar con la maquinaria del gobierno y con la ayuda de la comunidad sacaron los escombros y las familias regresaron a sus casas.
2003. El 24 de mayo del 2003, volvió por sus fueros la fría tormenta, con el bramar de los truenos, desprendiendo piedra, agua y lodo de los zanjones y falda del Páramo. Chispas grises soltaba la montaña desde lo alto, abajo en la carretera las casas se movían al sentir el brilloso ventarrón que soplaba. Otra tragedia en Pueblo Nuevo, el fuerte temporal de lluvia, dejó más de 20 familias que fueron declaradas damnificadas porque sus viviendas quedaron tapiadas por el lodo, quedaron inhabitables.
Este temporal dejó una significativa cantidad de lodo y escombros y hubo de utilizarse un tiempo importante de maquinaria pesada y volteos, para limpiar y sacar los promontorios de barro. En junio de este mismo año, se deslizó nuevamente y los habitantes de este sitio, tuvieron daños materiales, más no hubo pérdidas humanas.
Tradiciones y expresiones culturales
Tiene varias décadas, la organización y presentación de los Chimbangueles de San Benito de Pueblo Nuevo, iniciado en la casa del señor Dolores y familia. Su cofradía de San Benito de Palermo, es una de las expresiones culturales, más destacadas y permanentes de La Puerta.
Como vemos aquí, hay una veta de información para los investigadores, a objeto de reconstruir la historia local de esta interesante comunidad.