B decidió que moriría en el momento en que desconectaron a su hija A. Tras varios días en estado crítico, los médicos le informaron que era mejor dejarla ir. No había mucho que hacer luego de aquel intento de suicidio. El veneno había hecho efecto.
Jamás lo sospechó. A era madre de dos niños, en apariencia felizmente casada y nunca tuvo comportamientos que la hicieran pensar que algo malo le ocurría. O, quizá, B no prestó suficiente atención. Ese quizá fustigó su conciencia sin piedad.
La culpa la atormentó desde que supo que A había ingerido lo suficiente como para matarse al instante. No ocurrió. Y así pasaron algunos días, luchando por recuperar lo que quedaba de ella.
Era responsable, se repetía. No había hecho nada al respecto. Era su madre y desconocía que la depresión martirizaba a su hija.
Encerrada en su cuarto, las paredes pintadas de un negro abisal la abrazaban en su desesperación. Así debió sentirse A gran parte de su vida, se dijo. Y se dejó devorar por la muerte, tentadora y fría, a través de pensamientos y emociones. Fue un acto de rendición, un grito ahogado en el vacío.
Estaría con ella pronto, se convencía, buscando la manera más sencilla para lograr su objetivo. No sería veneno, no. Debía ser infalible.
Pero un “¡detente!” ensordecedor la paró en seco. Un “no” que la instó a entender su equivocación.
Un flash de momentos felices la invadió; las risas, voces y el olor inconfundible de sus nietos, todo se agolpó en su mente y la sacudió, la hizo volver en sí de golpe.
El velo que cubría sus ojos se rasgó, cayó a sus pies, revelando un mundo que aún la necesitaba, que le ofrecía un ancla.
Cambió de opinión. Logró salir del infierno e inmediatamente acudió a su primera consulta psicológica gracias al Programa de Prevención del Suicidio, una extensión de PsicoData Venezuela.
B, la mujer que había estado al borde del abismo, comenzó su propio y arduo camino de regreso, un paso a la vez, hacia la luz.
El de B es solo uno de los miles de casos que se atienden a través de una serie de programas, herramientas y actividades de apoyo enmarcadas en el proyecto macro de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) que el pasado 27 de mayo lanzó una nueva iniciativa llamada Psicomapa con el fin de democratizar el acceso a la atención psicológica en Venezuela.
Esta herramienta, en forma de registro digital y directorio nacional, geolocaliza organizaciones y centros de atención psicológica que ofrecen servicios gratuitos o de bajo costo (menos de $30), un avance crucial en la búsqueda de soluciones accesibles para los ciudadanos.
Psicomapa, la génesis de una herramienta vital
La motivación detrás de Psicomapa reside en el reconocimiento de la severa dificultad económica que enfrenta la población venezolana para acceder a asesoramiento psicológico.
Danny Socorro, S.J., coordinador de PsicoData y director de Psicología UCAB, explica la esencia de la iniciativa.
«Nace de todos los productos que tenemos, donde hemos mapeado los servicios psicológicos, psiquiátricos y psicosociales del país, que son tanto gratuitos como de bajo costo. Esto, en otra forma, es poner la salud mental al alcance de todos. Queremos que la gente, desde diferentes partes del país, pueda buscar la ayuda que requiere y, por supuesto, con las posibilidades que tiene.»
El alcance de Psicomapa es amplio, abarcando hospitales y diversos centros de organizaciones que están dispuestas a prestar un servicio vital. Es una respuesta directa a la necesidad de quienes expresan que no cuentas con los recursos económicos para pagar una consulta privada.
La herramienta identifica precisamente estos lugares donde la atención es gratuita o de bajo costo.
La psicóloga Celibeth Guarín, coordinadora de extensión de la Escuela de Psicología, investigadora de PsicoData Venezuela y secretaria general de la Federación de Psicólogos de Venezuela, ahonda en la metodología y objetivos.
«Con Psicomapa nuestro lema es ir de la opinión al dato y del dato a la acción. El bajo porcentaje de venezolanos, 1 de cada 10, que busca ayuda llevó a la necesidad de crear el mapa. Es un servicio público.»
La construcción de la plataforma tomó alrededor de un año. Para su elaboración, contaron con el apoyo de la Dirección de Tecnología de la UCAB, DTI.
El desarrollo es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre PsicoData y una red de organizaciones nacionales e internacionales que pertenecen al conglomerado de salud de Venezuela.
Entre los aliados estratégicos figuran la Federación de Psicólogos de Venezuela, Amnistía Internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Cáritas Venezuela, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Cofavic (Comité de Familiares de Víctimas del Caracazo), Fe y Alegría y la HIAS (Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante).
Navegando la herramienta
Acceder es sencillo. La vía más rápida es a través de las redes sociales de PsicoData Venezuela, en Instagram: @psicodatavzla o haciendo clic en el enlace https://psicologia.ucab.edu.ve/psicomapa/
Una vez en la plataforma, el usuario puede seleccionar su estado y explorar el mapa. Se despliega entonces una lista de centros públicos privados, cada uno con una ficha detallada que especifica si la consulta es para niños, adolescentes o adultos, si es gratuita o de bajo costo, su ubicación (gracias a la geolocalización), horarios y los contactos para acceder al servicio.
Esta riqueza informativa es fundamental para facilitar la búsqueda de ayuda.
Inicialmente, Psicomapa se lanzó con 102 centros registrados. En pocas semanas, la cifra ascendió a 113. El equipo continúa en constante expansión.
La meta es clara: cuantos más centros se registren, más personas se verán beneficiadas. De hecho, la plataforma invita a otros centros a sumarse. Tras una revisión que verifica el cumplimiento de los criterios y el buen funcionamiento, pueden formar parte de este directorio.
Socorro destaca que la herramienta no está diseñada para consultas privadas de psicólogos individuales, sino exclusivamente para centros que brinden atención. Para ello, la página web de Psicomapa cuenta con un segmento donde los interesados pueden solicitar la inclusión de su centro.
Aunque por ahora es un enlace web, Socorro adelanta que existe la aspiración de convertirla en una aplicación.
El venezolano y la salud mental: datos y desafíos
Los datos más recientes de PsicoData, correspondientes a 2024, indican que solo 9,65% de los venezolanos ha asistido a un psicólogo o psiquiatra en los últimos dos años.
Este porcentaje, preocupante, resalta la urgente necesidad de herramientas como Psicomapa.
«Nos preocupa el resto de la población. Necesitamos ir al psicólogo», afirma Danny Socorro.
Uno de los principales impedimentos es el estigma. La frase «el psicólogo es para locos» o la idea de que ir al psiquiatra es «estar peor» constituyen estereotipos dañinos que empobrecen el crecimiento personal.
Socorro es enfático. «El psicólogo es para toda persona que necesita potenciar una serie de fortalezas y llevarlas a su mejor expresión, o poder trabajar una serie de limitaciones o heridas. Por eso es tan importante hablar y difundir acerca de la salud mental. El psicólogo es para todos.»
A la barrera económica y el estigma se suma el desconocimiento sobre dónde buscar ayuda. Psicomapa se convierte en una herramienta que reconoce las limitaciones económicas, pero brinda la posibilidad de encontrar apoyo.
Un tercer elemento que inquieta a PsicoData es la normalización del sufrimiento psicológico. Si un dolor de estómago se vuelve crónico, se busca ayuda; lo mismo debería aplicar para la ansiedad prolongada, la falta de concentración o la pérdida de interés en la cotidianidad.
Sobre los costos, la Federación de Psicólogos maneja un promedio de $50 por consulta, dependiendo de la experiencia del profesional. Sin embargo, Psicomapa enfoca sus esfuerzos en los centros que ofrecen tarifas de menores a 30 dólares, apunta Socorro.
Según Celibeth Guarín, la actualización de Psicomapa es constante, con una frecuencia de cada tres meses. Esto se debe a la dinámica de la arquitectura humanitaria en Venezuela, donde algunas organizaciones pueden reubicar sus servicios.
Se apalancan en los reportes de la ciudadanía. La verificación se realiza por dos vías: presencialmente si el equipo se desplaza a los estados o a través de llamadas directas a los contactos registrados. Una vez verificada la existencia y la calidad del servicio, el centro pasa a formar parte de la herramienta.
«Por favor, monitoreen el centro que ustedes sientan que no está en el mapa. Los reportes de la ciudadanía son clave. Siempre trato de decir que es una herramienta de todos», subraya.
La profesora explicó que, más allá de los servicios psicológicos o psiquiátricos, el mapa también incorporó la atención psicosocial, pues en muchos casos -por ejemplo la violencia de género- es la primera línea de intervención.
Lo psicosocial, advirtió, puede abrir la puerta a la atención comunitaria a través de charlas, grupos de apoyo y demás acciones de soporte y acompañamiento, trabajo que la Escuela de Psicología viene desarrollando con fuerza.
Perfil de búsqueda y próximos pasos
Aunque Psicomapa es reciente, datos generales de Psicolínea UCAB (otra iniciativa de PsicoData) revelan que los jóvenes de 18 a 24 años son quienes más buscan ayuda.
Los principales motivos de consulta son síntomas relacionados con depresión, ansiedad y duelo, siendo este último, especialmente el duelo migratorio, un motivo frecuente en adultos mayores.
El siguiente paso ambicioso de PsicoData es crear una ruta segura sobre salud mental que permita mapear con mayor especificidad quiénes buscan ayuda y por qué síntomas en todo el país.
La salud mental, para el equipo de PsicoData, debe dejar de ser un asunto privado e individual para convertirse en un asunto colectivo. Buscan generar articuladamente políticas públicas y llaman a la empresa privada a sumarse, citando la prioridad que la OMS dio a la salud mental en las organizaciones para 2025.
El 60% de la población activa pasa más tiempo en el trabajo que en casa, lo que subraya la necesidad de que las empresas generen salud mental para sus trabajadores.
Más Allá de Psicomapa
PsicoData Venezuela es un gran proyecto que incluye varios productos orientados a la acción a partir de la medición y la data.
- Psicorretrato: versiones 2023 y 2024 que ofrecen un panorama psicosocial del venezolano.
- Psicomapa: el directorio de servicios gratuitos y de bajo costo.
- Psicolínea: línea telefónica de ayuda en la que especialistas de la Escuela de Psicología brindan primeros auxilios psicológicos e intervienen en situaciones de crisis. El servicio funciona los días jueves entre 8:00 am a 5:00 pm a través de los números 0414-121.7882 y 0424-172.3981.
- Psicoherramientas: infografías informativas y de orientación que abordan temas como primeros auxilios psicológicos, atención de situaciones traumáticas y manejo de ansiedad, entre otros.
- Podcasts: en el canal de YouTube Psicología UCAB, con contenido divulgativo y, para quienes buscan el elemento espiritual, un podcast de psicología y espiritualidad, PsicoColmena y PsicoEspiritual, respectivamente, con entrevistas a expertos.
- Campamentos Psicosociales: dos veces al año, el equipo se desplaza a diferentes partes del país para trabajar interdisciplinariamente y potenciar capacidades en las poblaciones. Está enfocado en investigar e intervenir educativa y psicosocialmente en comunidades del país donde las tasas de suicidio son elevadas. Desde su creación en 2024, expertos de la Escuela de Psicología han atendido a más de 1.500 personas en localidades de Mérida y Bolívar. A mediados de marzo, el campamento se trasladó a Las Trincheras, estado Carabobo.
- Servicios para empresas: medición, planificación e intervención en salud mental, tanto a nivel informativo como de ayuda personal y colectiva.
Un regalo para el país
El mensaje final de PsicoData es un llamado a la acción colectiva.
«Solos no podemos. Buscar ayuda no es un tema de ser débil o de carecer de fuerza de voluntad. Es incluso tener fortaleza para poder afrontar lo que estás viviendo y es reconocer que no puedes solo”.
Instan a normalizar estas conversaciones en la cotidianidad, fortalecer las redes de apoyo y recordar que siempre se puede confiar en alguien.
La acogida de Psicomapa ha sido notable, con picos de demanda que a veces colapsan la página, demostrando la urgencia de esta herramienta.
«¡Paciencia! Sigamos intentándolo porque a lo mejor en el momento que nos metimos es cuando mucha gente al mismo tiempo también está buscando ayuda», dice Danny Socorro.
El equipo monitorea la herramienta constantemente y busca el apoyo de empresas públicas y privadas que deseen contribuir a mejorar la tecnología y accesibilidad de Psicomapa, que es, sin duda, un regalo para la salud mental de Venezuela.
Lea también
.
