Prof. Elia Mora, una mujer adelantada a su tiempo / Por Oswaldo Manrique

Sentido de Historia

 

 

La Puerta no sería lo que es, si no fuera por las buenas y desinteresadas acciones de personas ejemplares, proactivas, creativas y constructivas, algunas nativas, otras que la adoptaron como sitio de vida, y unas pocas, que solo llegaron para servirla y favorecerla.

Un buen día de los años 60 del siglo pasado, subía en su vehículo la maestra carvajalense Elia Mora, hacia La Puerta. Ver manejando a una mujer, era tan extraño en aquellos tiempos, que pocos la tomarían como señal de buenos augurios, muchos se santiguarían y otros se espantarían. Las terrosas calles de este Municipio, eran huecos, piedras y moho, que en temporada de lluvia se anegaban porque no existían canales de las quebradas que atravesaban el área urbana. Calles de acceso, intransitables y peligrosas. Algún ocurrente llegó a comentar, que eso habría quedado de trabajos exploratorios sobre minas y búsqueda de petróleo.

Se estacionó frente a la plaza Bolívar, bajó y se dirigió a la Escuela José Luis Faure Sabaut, que funcionaba en unas viejas casuchas de alquiler, situadas en la esquina de la Calle 8, con avenida Páez, tenía el comedor en otra casa fuera de la sede; se presentó como la nueva maestra que ingresaba a la plantilla docente, cuya llegada a la institución, resultó todo un acontecimiento para los escueleros, la nueva maestra, se transportaba y manejaba su propio vehículo.  Los que pensaron que era ejemplo de una mujer fachosa, rebelde y vanidosa retando al machismo imperante, se equivocaron, llegó una emprendedora dama, que sin ser oriunda de este pueblo serrano y por encima de los prejuicios machistas y  políticos, dejó un concreto y hermoso legado en esta comunidad.

Esa expresión una mujer adelantada a su tiempo, fue la síntesis de una conversación que sostuve con la profesora y promotora cultural Belkix Villegas, actualmente residenciada en México, en relación con los personajes destacados por sus obras, en nuestra Parroquia. Juro que es un placer, sin inclinaciones hedonistas, investigar y escribir sobre excepcionales mujeres de mi comarca, mucho más de las que se preocuparon por ella y dejaron aportes concretos, sin ningún tipo de interés a cambio, y asumieron el liderazgo y lucharon por una comunidad que le era ajena. Tratamos aquí, de una adelantada, en todo el sentido de la palabra, que destacó por su talento, sus virtudes y cualidades humanitarias, un ser aventajado, me refiero a la profesora Elia Mora.

 

Algunos datos biográficos

 

La profesora Elia Mora, nació en San Rafael de Carvajal, en 1925. En 1931, comienza sus estudios de primaria. Su infancia y juventud transcurrieron en Valera, dinámica ciudad. Sus progenitores Andrés Mora y la señora Reyes Linares de Mora; Elia, fue la única hija de este matrimonio. Su nombre completo: Elia Tarcisia de Jesús Mora Linares, a quien se le conoció como la maestra Elia Mora. (Conversación telefónica con la arquitecta Damys Abreu, hija de la profesora Elia, 9:52 am. día 18 de octubre de 2023. vía WhatsApp).

Hizo sus estudios para maestra en Valera. Al obtener el título, se inició en la actividad docente en la escuela de La Quebrada, y luego, en la Padre Blanco, en la ciudad de Valera; asimismo, dio clases en el liceo Rafael Rangel, de día y en el nocturno.

En la vida fecunda y amorosa de Elia Mora, es indispensable señalar su fase de madre. Se casó en 1949, cuando tenía 24 años de edad, con Jesús María Abreu Díaz, procrean cuatro hijos, hoy <<todos profesionales,  Jesús Andrés, ingeniero electricista, Florelia, arquitecta, Hermes, médico neurólogo y Damys Bethania, arquitecto. Crió dos hijos más que son sus sobrinos, que es el ingeniero Freddy, y Nancy, profesora >> (Conversación citada), quienes recibieron el estímulo en todo momento de su madre, al inculcarle valores en todos sus proyectos y sueños. Crió a dos sobrinos en virtud de que su mamá y la hermana de esta, se casaron con dos hermanos y en ese vínculo sus hijos se criaron juntos, lo que dio mayor unión familiar.

Después de divorciarse, se fue a estudiar a la capital de la República, en el Instituto Pedagógico, en su sede en la urbanización El Paraíso, de Caracas, en este período estudiantil encuentra lugar propicio para conocer un importante grupo de maestros, actualizándose y especializándose, cargados de entusiasmo y sueños como ella. Entrando en contacto, con varios dirigentes y activistas políticos como el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, Isaac Olivera y futuros líderes del país. En esta institución superior, salió graduada en la mención Geografía e Historia. Y aparte, Elia, se incorpora la lucha popular.

Físicamente, la maestra Elia, de contextura delgada, piel blanca, tenía ojos vivaces, era inquieta y preocupada en todas las tareas que le correspondían, en todas sus responsabilidades profesionales y en las que asumía por su cuenta, pero siempre tenía una hermosa sonrisa y una palabra de afecto en sus labios.

 

En el campo de la educación

 

Aunque estuvo continuamente atenta a los giros y vicisitudes de la política regional y nacional, su vocación y sus emprendimientos la llevan a la lucha social y particularmente a la educación.  Inició sus estudios en medio de las dificultades generadas por la oscura situación política de la dictadura del general Gómez y sus sucesores; ideológicamente era afín y en consecuencia, una luchadora por la democracia.

Le halaga el ejercicio de la profesión docente, y va perfeccionando sus conocimientos, y se desenvuelven en esta actividad como maestra, que había comenzado a desempeñar en la escuela de La Quebrada, y luego en otros planteles, incluyendo un retirado grupo escolar de la serranía, denominado José Luis Faure Sabaut en la parroquia La Puerta. Llegó como maestra de aula, y a los años, desempeñó la dirección de esta institución, donde realizó una meritoria labor, y dicta clases en otros importantes planteles del Estado.

 

Su acción docente y social en La Puerta. En la escuela José Luis Faure Sabaut

 

La profesora Elia Mora, es una de las interesantes personalidades que sin haber nacido en este Valle de Bomboy, está ligada al acontecer positivo de La Puerta, y de Trujillo en general, durante buena parte del siglo XX. En 1960, llegó a La Puerta como maestra en la vieja escuela, ubicada al frente de la plaza. En su primer diagnóstico sobre las condiciones de vida y deficiencias observadas en este pueblo, que asumió como su espacio de trabajo social, puso de manifiesto las inadecuadas instalaciones educativas de la escuela José Luis Faure Sabaut, creada en 1944, teniendo como asiento unas viejas casas de tapia y bahareque, y no vacila en emprender los esfuerzos por conseguir una nueva sede.

La maestra Elia, con su natural liderazgo, fue impulsando a la comunidad educativa, hizo equipo con la maestra Jenny de Abreu, la maestra Salomé, con doña Elsa de Cabrita, integradas para formar y conquistar logros para la comunidad, promoviendo la idea que La Puerta merecía tener una edificación escolar cómoda y estéticamente más adecuada para esta población, y utilizando sus relaciones políticas y personales, comenzó a buscar terrenos para la construcción de una sede apropiada para el principal centro educativo de este Municipio (hoy Parroquia). Algunos propusieron construirla en los terrenos donde hoy está el Parque de La Puerta, frente al Centro Comercial Valle Verde, sin embargo, los informes técnicos indicaron que ese terreno está sobre una laguna.

Quedó como opción, el área de los Jumangues, en el antiguo cementerio indígena. En 1968, es inaugurada la nueva sede del grupo escolar, en el sector los Jumangues, en terreno y edificación propios para la comunidad. Ese mismo año, es designada directora de esta institución, de la que fue su principal impulsora. Luego, la sucede en el cargo doña Elsa Rosales de Cabrita, quien embelleció aquellos ambientes escolares y creó uno de los más hermosos jardines.

 

La canalización de quebradas y el asfaltado de las calles de La Puerta

 

Escuchamos de nuestros abuelos y de nuestros más antiguos vecinos, sus relatos de la trágica vaguada que ocurrió en 1943. Un día siendo las 3 de la tarde, bajó la creciente montanera por los lados donde se construiría el grupo escolar. Se escuchó a Josefa María Rivas “la Gata”: – ¡Dios Santo, reventó una laguna!

Estaban jugando en la calle principal, varios niños que inmediatamente se metieron a sus casas, sin embargo, una de las niñas Carrasquero,  que tenía 3 años de edad, de familia pudiente, la creciente la arrastró y se la llevó. Viendo eso, un humilde campesino se arriesgó, se lanzó a la creciente y logró salvar a la niña. La enseñanza que quedó de todo esto, según lo expresó Josefa, fue que ¡Todo el mundo es necesario!  Este hecho que pudo convertirse en una tragedia, fue grabado por la tradición oral, y se recordaba y era el alerta, cada vez que llegaba la temporada de lluvias.

Otro buen día, en la década de los 60, durante el gobierno del Dr. Raúl Leoni, se convirtió en la principal promotora del asfaltado de las calles de La Puerta. La maestra Elia, comenzó a pedir apoyo para el asfaltado de las calles, se reunió con las autoridades del pueblo y del municipio. Recuerdan que un Prefecto de apellido encumbrado y hacendístico, cuando se enteró que era la maestra Elia la de la idea del asfaltado, comentó: – Aquí, ninguna mujer tiene por qué tomar esas acciones por su cuenta. Al enterarse ella, lo que hacía era reírse y muchísimo, y continuaba en sus gestiones.

Mujer de gran sensibilidad social para todo lo que pudiera favorecer a la población campesina, y superando trabas, obstáculos, rencores e intrigas de envidias políticas y de género, asumió valiente posición, cuando fue criticada por su iniciativa en conseguir el asfaltado de las calles de La Puerta, fueron duros los señalamientos en su contra, por su actitud voluntariosa y honesta, aunque eso, no fue óbice para hacerla desistir en su empeño,  con el resultado, al poco tiempo, que la maestra Elia, logró el asfaltado de las calles. En esta gestión la apoyó y colaboró Rogelio Torres, que era dirigente de AD, líder campesino, quien presidía la Junta Comunal.

Había conseguido otra importante y significativa obra que aún disfruta nuestra Parroquia, la canalización de las quebradas montañeras del lado este, que inundaban las casas y calles 4, 5 y 6, es decir, <<los canales, ella fue la que consiguió que cerraran los canales>> (Conversación citada), el embaulamiento y todos los trabajos conexos. Igualmente, se le reconoce haber logrado la pavimentación y asfaltado de las calles del área urbana de La Puerta.

 

Presidenta de las ferias de La Puerta, por dos veces

 

Su hija Damys, recuerda, que <<cuando estuvo como directora de la escuela en La Puerta, fue por dos veces Presidenta de las fiestas>>, por supuesto, además de su dinamismo para el trabajo, contaba en todas sus actividades, en todos sus emprendimientos y en todas sus iniciativas, con un ámbito de relaciones que le colaboraban y hacían las ferias mucho más llamativas, mucho más vistosas, inclusive, trabajó con el párroco padre Mario Castillejo en las actividades festivas de la Virgen de la Paz y del patrono San Pablo.

 

En la lucha política

 

Políticamente fue una de las fundadoras del partido Acción Democrática en Trujillo, fue diputada en el período 1989 al 1993,  y fue Secretaria General Femenina de esa organización. En la división de su organización partidista, en el año 1968, se sumó a apoyar al maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, seguramente por sus afinidades y coincidencias con el espíritu democrático y la filosofía de la educación y el Estado Docente, que era parte del ideario de este maestro.

Ella tenía la oficina en la calle 8 cerca de la zapatería Italia,  ahí estaba la sede de Acción Democrática y atendía allí a sus compañeros y a quien solicitara su ayuda. Era una activista a tiempo completo, <<que se dedicó a la política después de haberse jubilado como maestra>> (Conversación citada). Esto es parte de la ética del político honesto.

Doña Elia, era una mujer que ayudaba desinteresadamente a la gente desde su posición como dirigente política, y <<la gente, le dejaba en la casa, racimos de plátano o cambures o bolsas de frutas y era como una especie de agradecimiento hacia ella por algún favor que le había hecho>> (Conversación citada). Cierto, nuestra gente es muy generosa.

 

Curiosidades en la vida de esta excepcional maestra

 

Otra de las facetas desconocidas de la profesora Elia, es su inclinación artística, le gustaba el mundo de la cerámica, de la belleza y solía pintar sobre telas, en fin, le encantaba las manualidades, inclusive viajó a Barquisimeto a realizar cursos sobre esta actividad.

Siendo una mujer con acendrados valores familiares y cristianos, era sencilla,  inclusive, para sus comidas tuvo gustos sencillos, a menudo decía: – ¡Yo soy la reina del arroz con pollo! y así como le gustaba este plato, también lo cocinaba.

Gozaba de esa virtud, de estar en contacto con la gente, recuerda su hija Damys, que cuando salían con ella a realizar diligencias, si <<por ejemplo si estaba en la calle y pasaba alguien y no la veía o no la reconocía, ella se regresaba para ir a saludarla y lo tocaba, así para que supiera que había pasado por su lado>> (Conversación citada).

Una de sus curiosidades de vida, es que, recibió en herencia una parcela en Valera, donde construyó la primera casa de ese sector, allí se fue a vivir con sus hijos, con el tiempo se fue urbanizando, es lo que hoy es la Urbanización La Plata, en la ciudad de Valera, ahí vivió con su familia durante 25 años, luego se mudó a una casa en Las Acacias.

 

Conductora de vehículos

 

Doña Elia, como pocas, conducía su propio vehículo, la recuerdan algunos de sus alumnos verla llegar al centro de la Parroquia, en «un madre carro», lo que representaba una mujer moderna, casi excepcional, en comparación a la dócil madre de familia de esta población serrana.

Mujer libre, sin ataduras, hasta para movilizarse no quería depender de nadie. Destacó en aquel tiempo, como una competente conductora de vehículos. Su primer carro que fue con el que subió a La Puerta fue un Opel de tecnología alemana, recuerda su hija Damys que, <<ese Opel lo tuvo ella muchos años, luego se compró una Acadia y finalmente andaba en un Ford LTD, y con estos vehículos nos enseñó a manejar a todos>> (Conversación citada), con esos vehículos se trasladaba a su lugar de trabajo, y asimismo, viajaba a la capital de la República, como parlamentaria y también con ellos, con esos vehículos, enseñó a todos sus hijos  a conducir.

 

Devoción católica. Sus amistades cercanas

 

La profesora Elia, era muy devota de la Santísima Trinidad. Relató su hija Damys que en una oportunidad iban <<hacia Caracas y recibimos un susto en plena carretera, estaba lloviendo y el vehículo iba directo a chocar contra un árbol, en eso mi mamá gritó: – ¡Santísima Trinidad! y el carro se detuvo, íbamos en el Opel de ahí su gran devoción por este misterio de la religión católica>> (Conversación citada); al parecer, el inexplicable enigma de las tres divinas personas, le habría salvado de un trágico accidente vial, hecho también inexplicable. Desde ese día, comenzó su devoción, y en su carro, cargaba una estampa de la Santísima Trinidad.

Entre sus amistades, casi con carácter de hermandad, se recuerda a <<la profesora Alcira Araujo, a quien conocía desde que tenía 15 años de edad, hoy ella tiene 80 años de edad, también Doña Ana de Terán eran muy amigas>> (Conversación citada). Rendía culto a la amistad.

En la historia de las luchas de la mujer trujillana, puesto destacado se ganó la profesora Elia Mora. Su obra de maestra, su ejemplar inquietud social y de ciudadana honesta e idealista, es fecunda en La Puerta, fue la entusiasta promotora de la lucha por el asfaltado de las calles del área urbana y del mejoramiento de la infraestructura del grupo escolar, son parte de la obra de esta virtuosa mujer trujillana.

Falleció en Valera el 14 de noviembre de 2008, a la edad de 83 años. La Puerta debe sentirse en deuda con Elia Mora por haber dado los mejores de sus esfuerzos y tiempo, por el mejoramiento de la calidad de vida de esta comunidad y por incidir como notable pedagoga, creativa, proactiva y constructiva en la educación de buena parte de esta población, lo que la convierte en un meritorio personaje de nuestra historia local.

En La Puerta, donde aportó parte de su vida, se le debe un homenaje de reconocimiento por justicia histórica a esta noble educadora, quien consagró sus esfuerzos al mejoramiento de la educación, quien tiene el mérito de haber logrado la construcción de la nueva sede del  Grupo escolar José Luis Faure Sabaut, donde actualmente funciona, y a la solución de necesidades colectivas como la canalización de quebradas y el equipamiento y asfaltado de la vialidad del área urbana.

 

 

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