Los agricultores argumentan que los fertilizantes y semillas están escasos y caros, igual el mantenimiento de los camiones y, siguen siendo víctimas de robos y extorsiones
Pese a que el municipio Boconó es productor de gran cantidad de hortalizas esto no ha evitado que el precio de las mismas estén por las “nubes” y eso lo reprochan los habitantes, quienes cada día se ven más limitados para comprarlas, también por falta de efectivo.
Todos quieren efectivo
En un sondeo del equipo reporteril del Diario de Los Andes por algunos mercados, se constató que las ventas han caído 60%, tanto por los exorbitantes precios como por la falta de dinero en efectivo que debe tener el consumidor y el vendedor para adquirirlos a través de mayoristas o intermediarios.
El vendedor del mercado San Alejo, Hugo José Hidalgo, asegura que los precios suben y hasta se pierde mercancía debido a las pocas ventas. “No hay efectivo y a veces las transferencias son devueltas y por eso ni siquiera los productores las aceptan”.
Muchos gastos, pocas ganancias
En este sentido, el consumidor Raúl Ponciano, atañe la situación a la falta de “mano dura” del gobierno y las autoridades competentes, no sólo por cuanto deben fiscalizar sino porque no han podido estabilizar precios y hasta los productores del campo aumentan a su gusto.
Sin embargo existe otra arista, los fertilizantes y semillas también están escasos y costosos y, los agricultores, siguen siendo víctimas de robos y extorsiones y incrementado sus gastos en transporte. Las ganancias no son las mismas.
Mínimo 300 mil
Un saco de papa cuesta 500 mil, uno de cebolla 4 millones 800 mil, la zanahoria un millón y el ají dulce que es más barato, 40 mil; por eso los costos por kilo en su mayoría, oscilan entre 10 y 40 mil; por eso se debe disponer entre 300 y 500 mil bolívares.