El estudiante, de 14 años de edad, falleció luego de permanecer 24 horas recluido en el hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera. Su padre, el comerciante Juan Carlos Andrade Valera, de 38 años, murió durante el atentado ocurrido el pasado miércoles en la noche
La vida de un joven se extinguió por culpa de la delincuencia. Veinticuatro horas después que su padre, el joven de 14 años, murió en una camilla del hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera. Había sufrido al menos 7 heridas por arma de fuego en todo su cuerpo. Sus familiares tenían fe en su recuperación pero las lesiones dañaron parte de sus órganos vitales. El difunto ingresó a la morgue en la mañana de ayer, quedó identificado como Juan Carlos Villegas Andrade.
Víctima de bandas
De acuerdo a la versión del hecho, el jovencito y su padre, de nombre Juan Carlos Andrade Valera (48), estaban en su residencia del Kilometro 23, en la vía a La Ceiba, de la parroquia Junín, del municipio Sucre, a eso de las 8:30 de la noche, cuando varios sujetos armados los sacaron de la casa. Aparentemente, se trataban de miembros de una peligrosa banda de la Zona Baja, dedicada al delito de extorsión. Semana tras semana, los antisociales acosaban al comerciante y le exigían el pago de una vacuna. Hasta que un día se cansó de complacerlos y recibió una amenaza de muerte. Esta, pese a la existencia de cuerpos de seguridad, se concretó esa noche.
Lo detuvieron y sin mediar palabra lo balearon. El adulto murió en el acto, mientras que el adolescente cayó gravemente herido. Los sospechosos huyeron sin ser vistos, mientras que los allegados de las víctimas intentaron auxiliarlos. El estudiante fue remitido con urgencia al Hospital Central de Valera, donde recibió la atención necesaria. No obstante, su vida se apagó.
Hermano menor
En conversación con los deudos de las víctimas, detallaron que Andrade Valecillos era el menor de tres hermanos. Estaba residenciado con sus progenitores en el Kilómetro 23 y estudiaba segundo año de bachillerato en la Unidad Educativa 27 Junio de 1870.
Exigen justicia
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), de la delegación de Trujillo, continúa las averiguaciones en torno a este doble crimen, que enluta a una familia y deja conmocionada a una comunidad entera. No solo por la manera cruel en la cual fueron ejecutados un comerciante y su hijo, de apenas 14 años, sino por la actuación impune de las bandas organizadas en las localidades de la Zona Baja. En ese sentido, exigen a las autoridades una pronta resolución del caso y la captura de los sospechosos.